La crisis del relato en im¨¢genes
Mabel Palac¨ªn altera las reglas de la narraci¨®n en el Pabell¨®n de Catalu?a y Baleares en la Bienal de Venecia
Una fotograf¨ªa realizada como si fuera una pel¨ªcula y seis pel¨ªculas que funcionan como si fueran fotos. Este es el juego que pone en pr¨¢ctica Mabel Palac¨ªn en 180?, el proyecto para el Pabell¨®n de Catalu?a y Baleares en la Bienal de Venecia que fue presentado ayer por el consejero de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell y el director del Instituto Ramon Llull, Vicen? Villatoro.
El proyecto toma su nombre de la regla cinematogr¨¢fica del salto del eje, es decir, que la c¨¢mara nunca debe saltarse una l¨ªnea imaginaria para no crear confusi¨®n en el espectador respecto a la situaci¨®n espacial de los personajes. Palac¨ªn hace todo lo contrario: retrata la realidad, pero altera las reglas para obligar al espectador a percibirla de otra forma. "La idea es recuperar otra visi¨®n de la historia, colocar otro punto de vista, desplazar el relato", explica la artista.
"Venecia tiene una imagen t¨®pica universal, que no se corresponde del todo a la realidad, pero que al ser compartida por tanta gente termina por ser real. De ah¨ª la necesidad de buscar un lugar que no se identificara inmediatamente con el t¨®pico arquitect¨®nico de Venecia", contin¨²a Palac¨ªn. "La idea es buscar estampas sorprendentes, aquellas en las que al primer golpe de vista no se reconozca en qu¨¦ ciudad estamos, con el objetivo de alejarnos de las vistas protot¨ªpicas y demostrar que Venecia puede ser confundida con Detroit y Manchester", defendi¨® Palac¨ªn.
Un lugar que encontr¨® en la isla de la Giudecca, donde prepar¨® un edificio como si se tratara del set de una pel¨ªcula, con extras y atrezzo, y lo inmortaliz¨® en los m¨ªnimos detalles en una gran fotograf¨ªa. Despu¨¦s esta misma imagen fue filmada para convertirse en seis v¨ªdeos (uno que se proyecta en pantalla grande y los dem¨¢s en sendos monitores), que conforman otras tantas narrativas y revelan detalles de los interiores imposibles de apreciar en la foto.
El resultado es una instalaci¨®n en la que confluyen diferentes medios: texto, m¨²sica, imagen fija y en movimiento. "La crisis del relato y la representaci¨®n marcan el inicio del siglo XX. Reflexionar sobre las im¨¢genes en un mundo tan saturado de ellas significa repensar el arte desde la contemporaneidad, sacarlo del aislacionismo y establecer un di¨¢logo con la historia y la tradici¨®n", indic¨® David G. Torres, comisario de la propuesta, que fue elegida mediante un concurso p¨²blico.
El espacio, un almac¨¦n de la sal del siglo XIII, justo a lado del que Catalu?a alquil¨® hace dos a?os en su primera participaci¨®n, fue cedido por la asociaci¨®n cultural Il Sale, a cambio de la organizaci¨®n de un ciclo de seminarios sobre el tema de la ciudad y la representaci¨®n, que se llevar¨¢ a cabo durante toda la bienal, que se clausura el 30 de octubre. A¨²n con el intercambio, la presencia de Catalu?a en Venecia cost¨® 750.000 euros, 50.000 menos que el Pabell¨®n Espa?ol. "El arte catal¨¢n ha estado presente en Venecia desde los inicios de la bienal, pero con el pabell¨®n hemos hecho un salto de escala y hacia la consolidaci¨®n. Adem¨¢s, a trav¨¦s de la relaci¨®n con Il Sale hemos entrado en el tejido de la vida cultural veneciana", explic¨® Mascarell en la presentaci¨®n. "La sociedad demanda a los artistas miradas nuevas y profundas", a?adi¨®.
Por primera vez tambi¨¦n Andorra tiene un pabell¨®n nacional. Su sede en la iglesia de San Samuele acoge a dos artistas que reflexionan igualmente sobre la ciudad: Francisco S¨¢nchez con unas sugestivas pinturas a carboncillo y Helena Gu¨¤rdia con unas fotograf¨ªas de Andorra, realizadas con un espejo c¨®ncavo que la convierte en una ciudad flotante.
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