"El Che no considerar¨ªa verdaderas revoluciones las revueltas ¨¢rabes"
Jon Lee Anderson, bi¨®grafo del guerrillero, celebra la desclasificaci¨®n ¨ªntegra de sus diarios de campa?a en Sierra Maestra
Es un d¨ªa de combate en Sierra Maestra. Ernesto Guevara est¨¢ solo y huye al ser descubierto por guardias del dictador Batista. Esa misma noche, el guerrillero relata lo ocurrido en su cuaderno de campa?a y concluye: "Sent¨ª algo que nunca sent¨ª: la necesidad de sobrevivir. Tendr¨¦ que corregir eso la pr¨®xima vez". El episodio aparece en las peque?as libretas de notas que el Che escribi¨® durante su estancia en Sierra Maestra, a las que hasta ahora solo hab¨ªa tenido acceso completo el reportero Jon Lee Anderson para escribir Che Guevara. Una vida revolucionaria, considerada la mejor biograf¨ªa sobre el m¨ªtico l¨ªder revolucionario. Hoy, coincidiendo con la celebraci¨®n oficial del 83 aniversario de su nacimiento -en realidad naci¨® un mes antes, pero su familia false¨® la fecha porque fue concebido antes de que sus padres contrajeran matrimonio-, se publican por primera vez de forma ¨ªntegra con el t¨ªtulo de Diario de un combatiente. "Son reveladoras, a pesar de que buena parte ya se conoc¨ªa a trav¨¦s de otros textos. En ellas se puede ver c¨®mo Ernesto Guevara se convirti¨® en el Che", explica Anderson por tel¨¦fono, celebrando la desclasificaci¨®n de los apuntes.
Los diarios son una muestra sin precedentes de c¨®mo se forja el guerrillero. Su obsesi¨®n por ser alguien que no teme a la muerte, de superar su naturaleza humana. "Un relato esclarecedor es el que cuenta c¨®mo ejecuta personalmente al primer traidor, en el segundo mes de revoluci¨®n, algo que no se supo hasta que se conocieron estas notas. Explica secamente c¨®mo lo hizo, las ¨²ltimas palabras del muerto y una ¨²nica observaci¨®n: esa noche no sinti¨® asma", dice Anderson. La escritura es ¨¢spera, no hay intenci¨®n literaria y algunos pasajes no tienen jugo hist¨®rico, pero su lectura resulta fascinante, asegura el bi¨®grafo. "Los cuadernos son la materia prima que el Che utiliz¨® para publicar a?os m¨¢s tarde su famoso Pasajes de la guerra revolucionaria, un libro que elabor¨® de forma muy consciente, a modo de par¨¢bolas de la revoluci¨®n, para fijar la cr¨®nica de los sucesos. Y es muy interesante ir de las notas al libro para ver c¨®mo va extrayendo y limando esa materia prima".
No hay duda de que la experiencia directa del Che en Sierra Maestra despertar¨¢ inter¨¦s m¨¢s all¨¢ de su valor como documento hist¨®rico. All¨ª donde hay un intento de desaf¨ªo al statu quo, aparece la famosa fotograf¨ªa que Korda le tom¨® en 1960, sea cual sea el origen del movimiento y el lugar del mundo en que se produzca. "Pero el mundo no es tan blanco ni tan negro como lo era en tiempos del Che y su postura ser¨ªa muy compleja. Por ejemplo, no considerar¨ªa verdaderas revoluciones las revueltas en el mundo ¨¢rabe porque las ver¨ªa carentes de ideolog¨ªa. Por otro lado, en p¨²blico se ver¨ªa obligado a situarse en la cr¨ªtica oficial al imperialismo estadounidense y a la intervenci¨®n en Libia, pero en privado se sentir¨ªa inc¨®modo con la corrupci¨®n y la manera de actuar de esos Gobiernos", reflexiona Jon Lee Anderson.
Aparte de un acercamiento a la figura del Che, los cuadernos ofrecen la apasionante cr¨®nica de c¨®mo se fragua una revoluci¨®n en dos a?os. "La etapa de Sierra Maestra fue crucial. En ese tiempo la guerrilla cuaj¨® la revoluci¨®n, adopt¨® una ideolog¨ªa y tom¨® el rumbo de la izquierda", subraya Anderson. Un proceso que se refleja en los diarios a trav¨¦s de sus comentarios sobre el d¨ªa a d¨ªa de la batalla, relatos de escaramuzas, observaciones sobre compa?eros de lucha y recelos hacia algunos de ellos, incluido el propio Fidel Castro. "Algunas de estas notas resultan pol¨ªticamente incorrectas y causaron indignaci¨®n en algunas personas en Cuba cuando aparecieron en mi libro", recuerda Anderson. ?Por eso han pasado tantos a?os escondidas en los archivos del Centro de Estudios Che Guevara en La Habana? Seg¨²n los editores, tienen errores ortogr¨¢ficos e imprecisiones, lo que, unido a la falta de p¨¢ginas importantes, hab¨ªa determinado que no se hubieran publicado de manera ¨ªntegra. Ahora, despu¨¦s de una "revisi¨®n exhaustiva", muchas han sido rectificadas.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.