Irrepetible Aphex Twin
El genio de la electr¨®nica ofrece un espectacular recital en S¨®nar de Noche. M.I.A se encalla en un bucle grotesco y A-Track deslumbra con su maravillosa t¨¦cnica
Hab¨ªa advertido un d¨ªa antes de que iba a demostrar que todav¨ªa es posible hacer algo nuevo. As¨ª que Richard D. James, alias Aphex Twin, despleg¨® ayer en S¨®nar a las tres de la ma?ana una genial interpretaci¨®n de s¨ª mismo y de la m¨²sica reciente para que, al final, a nadie le cupiese duda de que no ha vuelto a haber ni habr¨¢ un personaje como ¨¦l. Espectacular directo en el que desmont¨® todas las piezas de la electr¨®nica de los ¨²ltimos 15 a?os y las volvi¨® a montar como le dio la gana. Como si un ni?o se acabara de cargar un reloj car¨ªsimo y pretendiese ingenuamente volverlo a ensablar. Y lo tremendamente emocionante de este hombre es que, a¨²n as¨ª, las piezas, montadas de forma distinta, siempre le encajan.
Encima, lo que hizo ayer delante de unas 15.000 no exist¨ªa antes de llegar. Apenas son¨® un tema reconocible. Lo otro eran variaciones enlazadas perfectamente en un viaje a trav¨¦s del techno, el hardcore, el acid, el drum n' bass o el ambient. Aphex Twin tiene cientos de temas in¨¦ditos guardados en las m¨¢quinas de su casa, pero lo que hac¨ªa anoche desprend¨ªa un olor a fresco e improvisaci¨®n asombroso. Sonaba de verdad, como si aquello fuera una reuni¨®n en una de tarde de free jazz; y es casi imposible encontrar a alguien que haga m¨²sica electr¨®nica en directo y no acabe recurriendo despu¨¦s de un rato de esfuerzo al producto enlatado. En un alarde de inspiraci¨®n infinita (¨¦l que dice que atraviesa un bloqueo creativo) basado en la b¨²squeda constante de la emoci¨®n no repiti¨® ni una sola combinaci¨®n de ritmos y frecuencias en toda la noche.
Su obra visual, muy a lo Chris Cunningham (el conductor de cabecera de su esquizofr¨¦nica imaginer¨ªa, que act¨²a esta noche en S¨®nar), tampoco se duplic¨® ni una sola vez. Jug¨® incluso con termograf¨ªas del p¨²blico y de si mismo y se permiti¨® deformar con calaveras las plantillas de la selecci¨®n espa?ola y el Bar?a.
El plan de la noche iba sobre ruedas si no hubiera sido porque M.I.A, que toc¨® en ese mismo escenario dos horas antes, se retras¨® casi media hora y descabalg¨® todos los horarios de ese recinto. La gracia supuso, entre otras cosas, que la actuaci¨®n del Aphex Twin y Die Antwoord (de lo m¨¢s apetecible de la noche) en distintos escenarios se solaparan completamente y hubiera que descartar una. Y total, para nada. Porque M.I.A, pese a que supuestamente presentaba un show nuevo, mont¨® un espect¨¢culo pobret¨®n y trillado. Resulta que el asunto fluor/tercer mundo/sintentizador ya empieza a cansar y es tremendamente grotesco verla a ella ah¨ª subida ajena a ese bucle absurdo en el que se ha metido. ?Recuerdan a aquel Ronaldinho de los dos ¨²ltimos a?os del Bar?a que no daba una y a¨²n as¨ª sonre¨ªa sin que aquello tuviera ninguna gracia?
Lo m¨¢s espectacular de su montaje fue la infraestructura que el festival le ofreci¨® para que desplegara algo sorprendente y nuevo. Pero qui¨¦n sabe por qu¨¦, no quiso aprovecharlo y se limit¨® a proyectar una serie de videos ya vistos y a ir de un lado a otro del escenario para, como cota m¨¢xima de transgresi¨®n, bajar a alternar con el p¨²blico de vez en cuando y dejarles cantar un poco sus canciones.
El escenario de la BBC en una de las terrazas se entreg¨® al Uk Funk y al dubstep. Y S¨®nar Car, que acababa de inaugurar espacio con un surrealista carroussel (ideado por el codirector del evento Sergio Caballero) en el que se paseaba el Sr.Samaniego, la viva y andante imagen del festival de este a?o, se permiti¨® probar algunos artistas rusos.
Otra de las grandes bazas de la noche era ver a James Murphy pinchar. Acaba de desguazar su brillante proyecto LCD Soundsytem y su tremendo gusto musical como artista y productor invitaban a tener ilusi¨®n en una sesi¨®n memorable. S¨®nar le entreg¨®, como hace con los mejores discjockeys del mundo, el escenario de su terraza a ¨²ltima hora de la noche. Bueno, del d¨ªa, porque cuando Murphy sali¨® al escenario pasadas las seis, ataviado como siempre ¨²ltimamente, de riguroso blanco, ya amanec¨ªa.
Y bueno, quiz¨¢ no tuvo su mejor noche. Se le ve¨ªa un poco inc¨®modo al principio (tuvo problemas con el sonido y le saltaron tres veces los discos). Y la pista, que habitualmente a esa hora tarda medio segundo en ponerse a reventar, not¨® en claramente que Tiga estuviera pinchando en un escenario cercano (tambi¨¦n al aire libre) y entregando al p¨²blico exactamente lo que siempre quiere o¨ªr a esa hora. Verbena.
Murphy prefiri¨® tirar de ritmos m¨¢s elegantes, funk electr¨®nico y house de su propio sello, DFA, antes que entregarse a lo f¨¢cil. Pasados los cuarenta, con una barriga considerable y un aspecto de saber que es ex¨¢ctamente lo que hay que hacer para ser feliz a esa edad, el autor de hits como Tribulations o North American Scum, no est¨¢ ya para que las circunstancias le obliguen a poner tal o cual disco. Pincha lo que le gusta y lo que parece digno musicalmente, sin efectismos. Pero no hay que enga?arse, as¨ª cuesta el doble retener al p¨²blico de esas horas.
La t¨¦cnica de Murphy a los platos parec¨ªa la de un torpe aprendiz comparada con su predecesor en ese escenario. A-Track, dj preferido de Kanye West y ni?o prodigio del turntabilism, es un circo. Gan¨® a los 15 a?os (tiene 29) todos los concurso mundiales en los que hab¨ªa unos platos y uno vinilos de por medio y es capaz de mezclar cualquier ritmo o canci¨®n sin que medie fractura ni se le vean las costuras al invento.
Ancohe acab¨® mezclando a Jay-Z con ritmos techno como si toda la vida el rapero neoyorquino hubiera sonado as¨ª. No resisti¨® la tentaci¨®n de acabar su acrob¨¢tico espect¨¢culo ba?ado en una dosis de narcisismo comercial con Barbra Streisand, su hit mundial. Pero fue bastante divertido, la verdad.
Babelia
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