PJ Harvey hace historia en los premios Mercury
El galard¨®n distingue a su disco 'Let England Shake' como el mejor del a?o.- La cantautora ya factur¨® en 2001 un ¨¢lbum que recibi¨® este reconocimiento.- Es la primera vez que un artista hace doblete en este certamen
Hace diez a?os, PJ Harvey recib¨ªa su primer premio Mercury por el ¨¢lbum Stories from the City, stories from the Sea. No pudo ir a Londres para recogerlo. Se encontraba en Washington viendo "c¨®mo ard¨ªa el Pent¨¢gono" desde su ventana. Pese al reconocimiento y el ¨¦xito comercial, la trayectoria de ese ¨¢lbum, no empez¨® con buen pie. Era exuberante, urbano, inspirado en la vitalidad de la Gran Manzana. Y despleg¨® sus alas en el Nueva York del 11-S, justo cuando la ciudad sufr¨ªa la mayor tragedia de su historia.
El segundo Mercury que Harvey recibi¨® ayer por su octavo disco Let England Shake la convierte en la primera artista que hace doblete en el certamen. El galard¨®n es una merecida compensaci¨®n. La joven cantante Adele, la sensaci¨®n de este a?o y favorita junto a Harvey en esta edici¨®n del Mercury ha copado las emisoras y las listas de ventas con su efectivo pop-soul. Pero ha sido Polly Jean, el icono indie con dos d¨¦cadas de experiencia en la industria musical, la que ha encontrado la rara sensibilidad que permite arrojar luz en un recoveco de la psique brit¨¢nica.
Let England Shake contempla los desastres de la primera guerra mundial, pero es extra?amente contempor¨¢neo. Hoy Inglaterra vive tiempos revueltos. De disturbios locales, guerras lejanas e impopulares y malestar social. Sin ser una artista evidentemente pol¨ªtica, la cantautora ha sabido expresar la inquietud que carcome a la naci¨®n inglesa.
Fue imposible no alegrarse anoche al ver a Harvey subir al escenario londinense. Una bella y enga?osamente fr¨¢gil mujer de 41 a?os ataviada con un vestido blanco de estilo victoriano y un esot¨¦rico tocado de plumas. Que sin perder su proverbial compostura mientras agradec¨ªa el reconocimiento para un trabajo que tanto le cost¨® escribir.
No se puede disputar que la inglesa es la autora del mejor disco brit¨¢nico del a?o, quiz¨¢s el mejor de toda su carrera. No contiene la rabia y la energ¨ªa de sus primeros trabajos (Dry y Rid of Me, de 1992 y 1993) que ella misma describi¨® a este diario como "descarnados y asombrosos". Es una pieza culta, con multitud de referencias (a las pinturas de Goya y poes¨ªa de diferentes ¨¦pocas), voces del pasado que hablan a trav¨¦s de Harvey y la presencia de instrumentos antiguos e inusuales como la autoharpa. Atrapa lentamente, pero tras su primera escucha es dif¨ªcil escapar de su hechizo.
En una entrevista a EL PA?S, la cantante declar¨® que el ¨¢lbum surgi¨® de la frustraci¨®n que le provocaban los conflictos b¨¦licos contempor¨¢neos. "Me di cuenta de que tengo una voz y que debo utilizar mi posici¨®n", argument¨® "Hasta ahora no hab¨ªa alcanzado la habilidad ling¨¹¨ªstica para hablar de temas tan dif¨ªciles." Teniendo en cuenta la singularidad del disco, sus hermosas melod¨ªas y su tino hist¨®rico, Harvey ha hecho bien en esperar.
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