Ripstein justifica su cabreo con el festival de San Sebasti¨¢n

El mundo del cine ya lo sab¨ªa. El cineasta mexicano Arturo Ripstein tiene su car¨¢cter, y cuando no le gusta algo, no se calla ni bajo el agua. Que no apareciera el nombre de su ¨²ltima pel¨ªcula, Las razones del coraz¨®n en el palmar¨¦s del pasado festival de San Sebasti¨¢n le enfad¨®. Y mucho. Unos d¨ªas m¨¢s tarde, Ripstein particip¨® en el certamen de Biarritz, y en una entrevista en el diario Gara reparti¨® estopa para todos.

A los miembros del jurado les dedic¨® perlas como esta: "Es lamentable. Es tener una actriz que no ha salido nunca de Pensilvania [Frances McDormand], y que los gringos nunca entienden nada, nunca han visto una pel¨ªcula con subt¨ªtulos, no saben leerlos. Tambi¨¦n un guionista mexicano [Guillermo Arriaga]; es decir, un enemigo personal por el hecho de ser mexicano"; o esta otra: "A Alex de la Iglesia yo le hab¨ªa ganado una Concha de Oro en un festival y eso no se olvida; una fot¨®grafa desconocida [Sophie Mantingeux] y un director dan¨¦s desconocido [Bent Hamer], y dos chapuzas de actrices [Bai Ling y Sophie Okonedo] componen el resto de un jurado muy lamentable". Al nuevo director, Jos¨¦ Luis Rebordinos, le calificaba as¨ª: "Ser el director de un festival de peliculitas de susto, de ?ay que tuto, ay que mello!, as¨ª que tengas 14 a?os [se refiere a Jos¨¦ Luis Rebordinos, que fue director de la Semana de Terror antes de dirigir Zinemaldia]. Los 14 a?os mentales hacen que las soluciones sean de 14 a?os mentales. Si se juega, bien; y si no se juega bien, mejor no se embarca uno". Al final aseguraba que jam¨¢s volver¨ªa al Zinemaldia: "En San Sebasti¨¢n es todo exactamente lo contrario, es una pena. A m¨ª me da much¨ªsima pena, porque es un lugar que a m¨ª me gustaba much¨ªsimo, y no volver¨¦".

Ripstein acudir¨¢ el pr¨®ximo martes a una entrevista digital en EL PA?S

En Twitter Alex de la Iglesia le mostr¨® su respeto y dijo: "Un mal d¨ªa lo tiene cualquiera"; mientras que Guillermo Arriaga escribi¨®: "Caray, se enoj¨® Ripstein, pero mi cari?o y admiraci¨®n siguen. D¨ªas antes declar¨¦ a la prensa espa?ola que crec¨ª viendo su cine, b¨²squenla".

Hoy, Arturo Ripstein ha enviado este texto, justificando su cabreo:

"En mi carrera he tenido la fortuna de haber ganado muchos premios y la desdicha de haber perdido galardones much¨ªsimas m¨¢s veces.

La profunda emoci¨®n del triunfo no se compara ni poco con la agon¨ªa de la derrota.

De mi carrera puedo decir que la han arropado la buena suerte y la contumacia.

Confieso que me arrepiento de algunas de las pel¨ªculas que he perpetrado pero me arrepiento much¨ªsimo m¨¢s de las entrevistas que he dado.

Siempre que las he le¨ªdo, parecen dichas por otra persona, un poco mas imb¨¦cil que yo.

Y eso me da mucha verg¨¹enza.

Para hablar de m¨ª, el adjetivo "irascible" es el frecuente. Y es cierto. Soy pasional.

As¨ª son mis pel¨ªculas. O al menos eso quisiera pensar yo.

Si fuera una persona reflexiva y equilibrada, hubiera trabajado en la alta pedagog¨ªa o en algo que requiriera de delicadeza, diplomacia y buenos modales.

Pero no lo soy.

Quiz¨¢s por eso me dedico a lo que me dedico.

Habl¨¦ hace unos d¨ªas sobre el festival de cine de San Sebasti¨¢n y sus entretelones.

Habl¨® la ira.

Esa furia ag¨®nica de la derrota.

Y la ira es como una borrachera.

No la pude controlar.

Cuando yo era muy chico y soltaba alg¨²n improperio, mi nana Rosa dec¨ªa que los ni?os y los borrachos siempre dicen la verdad.

Eso es francamente cuestionable, adem¨¢s cuando habl¨¦ hace unos d¨ªas, ni estaba borracho ni soy un ni?o.

Y como era una entrevista donde dije lo que dije, me arrepiento una vez m¨¢s.

Y mucho.

Con esta nota quisiera dar por terminado un penoso asunto, que de no ser yo un col¨¦rico nunca habr¨ªa ocurrido.

Hago m¨ªas las palabras de Jorge Luis Borges cuando escribi¨®:

"No es que tenga raz¨®n, es que as¨ª soy...".