Viola Davis: ¡°Aspiro a posiciones como las de Glenn Close o Meryl Streep¡±
La actriz estadounidense, nominada al Oscar por ¡®La duda¡¯, presenta ¡®Criadas y se?oras¡¯ un filme en el que interpreta a una sirviente callada, testigo silencioso de injusticias brutales
En el ¨²ltimo segundo, cuando muchas miradas se posaban en ella y alguno esperaba verla levantarse de su silla, Viola Davis (Saint Matthews, Carolina del Sur, 1965) no subi¨® al escenario del teatro Kodak a recoger el Oscar por su trabajo en La duda. La estatuilla a la mejor actriz secundaria de 2009 fue para Pen¨¦lope Cruz, as¨ª que esta actriz, curtida en a?os y a?os de teatro, que ahora ha logrado cierto estatus en el cine -tal vez, como ella misma, reconoce ¡°tarde para lo que es habitual, pero en el momento adecuado para mis deseos¡±- se qued¨® sin el reconocimiento merecido.
En La duda, su madre abnegada, su personaje de mujer que quiere que su hijo salga adelante a cualquier precio, y cualquier es cualquier, arrasaba los lacrimales del p¨²blico. Ahora llega Criadas y se?oras, el bombazo de la temporada en EE UU, el filme que costando menos de 20 millones de euros lleva ya recaudados unos 160. Una mirada al racismo en los a?os sesenta en el sur estadounidense, que por su tono ligero parece perfecta para la taquilla. Y Davis vuelve a entrar en la carrera de los Oscar, con su papel de criada callada, testigo silencioso de injusticias brutales.
Carrera que, por otro lado, a Davis no parece preocuparle. "Pienso mucho m¨¢s en el reto de hacer un personaje complejo. Y este lo es, porque es tan callada, que en el libro original casi toda su acci¨®n se cuenta desde su interior, no desde los di¨¢logos. Es duro telegrafiar la historia desde sus ojos, y a m¨ª me apetec¨ªa abordar algo as¨ª. El resto, los premios, vienen sobrevenidos". Davis ha pasado muchos a?os haciendo tele mala y teatro bueno como para que ahora caiga en la trampa de ansiar un premio. "La duda cambi¨® mi carrera. Es innegable. Y me obliga y me permite no volver a aceptar papeles que tuve que hacer hace a?os. Pero me gustar¨ªa ir m¨¢s all¨¢. Me gustar¨ªa interpretar personajes que normalmente no se ofrecen a una mujer afroamericana. Me encantar¨ªa encarnar a una mujer que no encajara en el molde que hay en Hollywood para mujeres como yo. Quiero hacer algo con car¨¢cter fuerte o sexy. Y por eso debo empezar a producir, a controlar el material. Aspiro a posiciones como las de Glenn Close o Meryl Streep: he estado d¨¦cadas en el teatro, estoy doctorada all¨ª, creo que tengo las herramientas necesarias, t¨¦cnicamente hablando. He disfrutado de todo tipo de retos en el escenario, y en los dos ¨²ltimos a?os se me ha abierto la horquilla de las posibilidades cinematogr¨¢ficas". Davis no lo cuenta, pero creci¨® en la m¨¢s absoluta de las pobrezas y solo una beca logr¨® que estudiara y se licenciara en la prestigiosa Escuela Juilliard, antes de ganar un Tony y triunfar en los teatros de Broadway y Los ?ngeles.
La actriz habla pausada y contundentemente. Mientras que su compa?era de reparto Emma Stone, sentada a un pu?ado de metros, es m¨¢s de jijijaj¨¢, Davis tiene el poso de la veteran¨ªa. Sus b¨ªceps, marcados, se contraen -tal vez de manera inconsciente- cuando sus respuestas entran en profundidades morales o ideol¨®gicas. Y el gesto lo acompa?a con una sonrisa contradictoria. Con cuestiones m¨¢s banales, como hablar de Steven Soderbergh, con quien ha trabajado en tres ocasiones, no hay mucho relajo: le ha debido de costar mucho llegar al aqu¨ª y al ahora. "Soderbergh es muy interesante porque es muy minimalista. Usa muy pocas palabras, pero son muy precisas: deja claro lo que quiere. ?l ya sabe c¨®mo eres porque para eso te ha contratado, as¨ª que te deja volar un poco a tu aire. Es tan calmado que a veces te saca de quicio. Le preguntas c¨®mo hacer algo y a veces te responde con un solo gesto. Te llega a parecer un tipo disfuncional [risas]".
En Estados Unidos Criadas y se?oras ha tenido un ¨¦xito brutal, tal vez por su ligereza, una caracter¨ªstica que puede jugar en su contra en Europa. "En Estados Unidos tambi¨¦n estamos acostumbrados a la violencia. Ahora todo se estrena en 3D y con efectos digitales creados por ordenados [los famosos CGI]. En mi pa¨ªs, el triunfo de Criadas y se?oras deviene del poder de la historia, de la fuerza que emanan estos personajes sencillos, que tienen un coraje extraordinario para cambiar su comunidad. Y es interesante porque hoy en d¨ªa vemos ejemplos de c¨®mo estos parias, esta gente de la calle, se est¨¢ levantando para exigir sus derechos: ah¨ª tienes la primavera ¨¢rabe. La democracia se est¨¢ abriendo a todo el mundo porque hay gente que no acepta las condiciones creadas por unos tiranos y creo que en eso se parecen a los personajes principales de la pel¨ªcula".
El racismo en Hollywood
Ahora Davis seguir¨¢ con lo suyo: "Una actriz basa su labor en observar la vida, lo que es un problema porque si est¨¢s observ¨¢ndola quiere decir que no est¨¢s en ella [risas]. De esos detalles que pillas de seres humanos construyes los personajes. Y luchando contra cosas que deber¨ªan no existir. ?Un ejemplo? El racismo en Hollywood. ?Cu¨¢ntos personajes negros ves en las pel¨ªculas? Es nuestra responsabilidad, la de la comunidad afroamericana, cambiar la situaci¨®n. No sirve quejarse, sirve trabajar para el cambio. Debemos luchar, alcanzar niveles como Close, Streep o Steven Spielberg. Quiero ser E.T., quiero ser la teniente Ripley y luchar contra el alien, quiero hacer todos esos personajes porque esa debe ser mi ambici¨®n art¨ªstica".
Es el momento de preguntar por Obama. "A m¨ª no me ha decepcionado, como puedan decir otros. Si un estadounidense te dice que el presidente Obama le ha decepcionado es que no tiene ni puta idea de c¨®mo funciona el sistema de poder en EE UU. Obama est¨¢ luchando por cambiar todo ese mundo pol¨ªtico y econ¨®mico, enfrent¨¢ndose con obst¨¢culos inmensos. El 97% de los miembros del Congreso son blancos ricos que no entienden lo que ocurre en la calle. Creo que ellos s¨ª son decepcionantes".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.