Carcajadas contra la crisis literaria
Los escritores Mart¨ªn Caparr¨®s y Cristian Alarc¨®n y el editor Ezequiel Mart¨ªnez buscan soluciones ante la multiplicaci¨®n de tecnolog¨ªas y formatos en la narrativa
Resulta que la receta para curar la crisis es f¨¢cil. Eso s¨ª, no hablamos ni de ladrillos ni de paro, as¨ª que ni Rajoy ni Merkel encontrar¨¢n aqu¨ª su f¨®rmula aurea. El sujeto de la charla, en una de las salas de la madrile?a Casa Am¨¦rica, es la literatura. A todo creador agobiado y perdido entre tantos formatos nuevos y tantos desaf¨ªos sentar¨ªa bien una charla con los tres argentinos risue?os que se sientan en torno a la mesa. Para los escritores Mart¨ªn Caparr¨®s y Cristian Alarc¨®n y el editor Ezequiel Mart¨ªnez, hijo de Tomas Eloy Mart¨ªnez, el mejor ant¨ªdoto a la confusi¨®n parece ser la alegr¨ªa.
Aplicaciones para m¨®viles, cr¨®nicas a medias entre ficci¨®n y realidad, novelas interactivas, tuits, microcultura. El futuro literario tiene tantas inc¨®gnitas como para pasarse meses ante la pizarra en busca de la respuesta. O quiz¨¢s no. "La llegada de nuevas tecnolog¨ªas nos ha hecho ver que las formas tradicionales no eran las ¨²nicas posibles y que hab¨ªa otras a lo mejor incluso deseables", lo pone simple Caparr¨®s. Seg¨²n el escritor, m¨¢s de 600 a?os despu¨¦s es el momento del cambio: "Desde la invenci¨®n de la imprenta hemos entendido el relato como algo fijo y lineal. Las grandes ideolog¨ªas, liberalismo y comunismo, promov¨ªan una concepci¨®n de la vida parecida, basada en el avance, en el progreso. Pero ahora hay m¨¢s soluciones, hay obras llenas de idas y vueltas".
Ahora hay tambi¨¦n una crisis econ¨®mica que rebaja cada d¨ªa m¨¢s las cifras de ventas y de consumo. Algunos dicen, sin embargo, que justo entre la espada y la pared se halla el lugar ideal para la creaci¨®n art¨ªstica. Que no se lo cuenten a Alarc¨®n: "?La crisis la detesto!". "Uno es creativo o no, no es que Van Gogh sacara su talento de una existencia ruinosa", le da cuerda Mart¨ªnez. Todos de acuerdo, todos divertidos. De cerrar el asunto se encarga Caparr¨®s: "Ese es un argumento de venta para los turistas alemanes".
Crisis o no, m¨¢s all¨¢ del reto de la supervivencia econ¨®mica al escritor contempor¨¢neo se le plantean unos cuantos m¨¢s. "Har¨¢ unos 10 a?os en Latinoam¨¦rica se apost¨® por una narrativa vinculada con el periodismo. Ahora los desaf¨ªos son c¨®mo seguir contando grandes historias sin repetirse e incorporando medios nuevos, como el streaming, el directo", sostiene Alarc¨®n. ?l intentar¨¢ resolverlos en la revista Anfibia, que est¨¢ a punto de editar.
Beber del Santo Grial de la innovaci¨®n podr¨ªa, sin embargo, no bastar. No hay que perder de vista dos fundamentos que llevan siglos manteniendo de pie toda creaci¨®n art¨ªstica. "M¨¢s all¨¢ de los formatos, el contenido va a prevalecer. Lo que importa es el talento", resume Mart¨ªnez. O, dicho sea de otra forma: "Por muy moderna que sea, una porquer¨ªa no va a arrasar". Otra carcajada, otra vez todos de acuerdo.
La otra columna central es, seg¨²n Alarc¨®n, la investigaci¨®n: "Un escritor es realmente libre cuando sabe demasiado del asunto". En busca de esa libertad ¨¦l ha estado a?os document¨¢ndose y pasando tiempo con los narcotraficantes de Buenos Aires, en los que luego ha centrado obras como Si me quer¨¦s, quereme transa.
Talento e investigaci¨®n le sobraban al equipo de la serie estadounidense The Wire, punto de llegada del primer encuentro de esta tarde en la madrile?a Casa Am¨¦rica. De Moby Dick a The Wire es el titular del debate que inaugurar¨¢ el ciclo La literatura en las cosas, que se celebra entre hoy y ma?ana. Pero, ?c¨®mo se llega de la novela de Melville al crimen de Baltimore? "Matando a mucha gente", suelta entre carcajadas Alarc¨®n. Aunque enseguida asegura: "Antes, para asistir a mis clases ped¨ªa a los alumnos que leyeran Operaci¨®n masacre de Rodolfo Wash. Ahora tambi¨¦n tienen que ver The Wire: conjuga lo pol¨ªtico y lo ¨ªntimo en una trama que no te puedes perder". Que el creador agobiado tome nota. Dicho as¨ª, suena f¨¢cil.
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