Descomponiendo el mito del salvaje
El exfutbolista Lilian Thuram organiza una exposici¨®n que busca descolonizar nuestra mirada sobre el extranjero
El exfutbolista Lilan Thuram, uno de los s¨ªmbolos de la Francia multicolor campeona del Mundo del '98, descubri¨® que era negro a los nueve a?os, cuando lleg¨® a Par¨ªs desde las islas de las Antillas donde naci¨®. "Te conviertes en negro por la mirada de los otros", dice. Thuram, que dej¨® el deporte en 2008 para crear la Fundaci¨®n de Educaci¨®n contra el Racismo, ha encontrado un principio de explicaci¨®n a los estereotipos que combate en el estudio dirigido por Pascal Blanchard sobre el poco conocido y sin embargo masivo fen¨®meno en el siglo XIX de los zool¨®gicos humanos, en los que se expon¨ªan al p¨²blico familias enteras consideradas ex¨®ticas. Del encuentro entre el ex defensa y el historiador franc¨¦s naci¨® el proyecto de la exposici¨®n Exhibiciones: la invenci¨®n del salvaje, que llega hoy al Museo parisiense del Quai Branly con la ambici¨®n de descolonizar nuestra mirada sobre el extranjero.
A trav¨¦s de unas 600 piezas, principalmente pinturas, fotograf¨ªas y peque?os filmes, la muestra recorre la construcci¨®n de aquel mito a trav¨¦s de las exhibiciones humanas organizadas primero en las Cortes europeas y popularizadas a partir de mediados del XIX en los teatros populares, los cabar¨¦s y los zool¨®gicos, desde el siglo XVI hasta su progresiva desaparici¨®n a partir de los a?os 1930. Recrea as¨ª los or¨ªgenes de la imagen del perfecto salvaje, aquel que va desnudo, con plumas en la cabeza, que come carne cruda con las manos y que ha calado en el imaginario colectivo hasta hoy. Y recuerda que el todo va acompa?ado de la clasificaci¨®n cient¨ªfica de los seres humanos en razas jerarquizadas, un fen¨®meno en el que la curiosidad por la diferencia acaba desviada hacia la caricatura m¨¢s grotesca.
La historia de la exhibici¨®n de "salvajes" en Occidente empieza realmente con Crist¨®bal Col¨®n, que a su regreso de las Am¨¦ricas en 1492 presenta a seis indios a la Corte espa?ola. En un principio el "salvaje" es expuesto como una curiosidad, de la misma forma que los enanos y las mujeres barbudas. El fen¨®meno toma amplitud a principios del XIX, a imagen del ¨¦xito de Saartje Baartman, la c¨¦lebre Venus hotentota, exhibida en Londres y en Par¨ªs entre 1810 y 1815, cuya historia ha sido popularizada recientemente por la pel¨ªcula del francotunecino Abdellatif Kechiche, Venus Negra, y cuyo cuerpo no ha sido repatriado a Sud¨¢frica hasta el a?o 2002.
El fen¨®meno se populariza entonces a trav¨¦s de las exposiciones coloniales y universales y de los zool¨®gicos humanos, en paralelo con el avance de la colonizaci¨®n y el estudio cient¨ªfico de las razas. Se va profesionalizando, con el circo Barnum en Estados Unidos y las "tropas ex¨®ticas" que van de gira por las capitales europeas. "Es un fen¨®nemo masivo y mundial antes de tiempo, que toca tanto a Occidente como a los pa¨ªses de los que son originarios los supuestos "salvajes", se calcula que m¨¢s de 1.400 millones de personas han visitado un espect¨¢culo ¨¦tnico en todo el mundo", explica Blanchard, co-comisario cient¨ªfico de la muestra.
La ¨²ltima gran exposici¨®n universal en la deb¨ªan ser exhibidos seres humanos fue la de Bruselas, en 1958, que ante las crecientes cr¨ªticas tuvo que ser cancelada. Pero el fen¨®meno pierde fuelle ya en la d¨¦cada de los 30, cuando el p¨²blico se empieza a desinteresar, la inmigraci¨®n llega a Europa y el cine toma el relevo en materia de espect¨¢culo. "Para entonces los zool¨®gicos humanos ya han cumplido su obra: el colonialismo es considerado leg¨ªtimo, el eugenesia est¨¢ en marcha, llega el nazismo y el fascismo al poder y las potencias coloniales tienen que mostrar ahora que esos 'salvajes' est¨¢n en v¨ªa de civilizaci¨®n, por lo que se exhibe un nuevo modelo, el del africano y su tractor, la imagen de la modernidad", concluye Blanchard. "Se pasa una p¨¢gina y Tarzan triunfa en el cine".
Babelia
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