Foto/Gr¨¢fica: las im¨¢genes que cuentan el continente latinoamericano
Dos de los grandes fot¨®grafos de la exposici¨®n 'Foto/Gr¨¢fica' en Par¨ªs comentan sus fotolibros, rescatados del olvido por Horacio Fern¨¢ndez
Si lo dice el poseedor de una de las mayores colecciones privadas de libros de fotograf¨ªa, debe de ser cierto o aproximarse a la verdad: "El fotolibro latinoamericano es el secreto mejor guardado de la historia de la fotograf¨ªa". Martin Parr dixit. Para comprobar la nula presencia de exageraci¨®n en esa frase, se puede acudir a Le Bal, el centro especializado en fotograf¨ªa documental inaugurado en 2010 en Par¨ªs, para ver la exposici¨®n Foto/Gr¨¢fica. Una nueva historia de los libros de fotograf¨ªa latinoamericanos, el muestrario de tesoros ic¨®nicos comisariado por el espa?ol Horacio Fern¨¢ndez que fue inaugurado la pasada semana en Par¨ªs.
Se trata de la premi¨¨re mundial de una exposici¨®n itinerante surgida a partir del libro El fotolibro latinoamericano, editado por RM y presentado el oto?o pasado en Madrid. El p¨²blico espa?ol tendr¨¢ que esperar a la primavera ¨Co desplazarse hasta el XVIII distrito parisiense¨C para admirar esta exposici¨®n, que Antonio Sanz ha asegurado para la galer¨ªa Ivorypress (Madrid) y Lesley Martin para Aperture (Nueva York), y que pasar¨¢ tambi¨¦n por Brasil y Argentina.
Fern¨¢ndez, cuya fotobibliofilia severa impuls¨® un esfuerzo tit¨¢nico de documentaci¨®n apoyado en su red mundial de informantes y oteadores, hace esfuerzos evidentes por quedar en segundo plano, a pesar del hito que supone lograr que Europa descubra las joyas que alberga la Am¨¦rica Latina.? "La cultura latinoamericana siempre se ha defendido a s¨ª misma como cultura letrada, pero esta muestra confirma la riqueza de la cultura visual en el continente", afirma. "No existe en todo el mundo una relaci¨®n entre literatura y fotograf¨ªa tan apasionante".
El que fuera comisario de PHotoEspa?a, y actual profesor en la Facultad de Bellas Artes de Cuenca, piensa que los protagonistas deben ser los artistas, no el comisario. Por eso insiste, casi ruega, que se hable con "los verdaderos protagonistas", los fot¨®grafos presentes en Foto/Gr¨¢fica: la brasile?a (adoptiva) Claudia And¨²jar, el tambi¨¦n errante Paulo Gasparini, italiano devenido en venezolano; las argentinas Sara Facio y Alicia D'Amico, los mexicanos Pablo Ortiz Monasterio, Eduardo Terrazas¡ Los dos primeros accedieron a comentar su obras expuestas (Amaz?nia y Retromundo, respectivamente) para EL PA?S.
And¨²jar (Neuch?tel, Suiza, 1931) ostenta apellido espa?ol, pero es de padre h¨²ngaro ¨Cfallecido en el campo de concentraci¨®n de Dachau¨C y madre suiza, y paulistana desde 1957. Participa en la muestra con su libro se?ero Amaz?nia, un viaje al pueblo Yanomami fruto de a?os de inmersi¨®n en las culturas ind¨ªgenas de Brasil. La proyecci¨®n en v¨ªdeo con la que Horacio ha elegido dar a conocer el libro es una de esas experiencias que se quedan sobreimpresas en la retina. Y tiene que ver con la actitud de quien empu?a la c¨¢mara.
"No me limit¨¦ a llegar all¨ª con una c¨¢mara de fotos", dice. "Intent¨¦ hacerme su amiga, conocerlos a fondo, mediante gestos, porque no habl¨¢bamos la misma lengua. Al principio, no sab¨ªan siquiera si era mujer o no. Para comprobarlo, las mujeres Yanomami tocaban mis pechos para cerciorarse. S¨®lo cuando sent¨ª que hab¨ªa una relaci¨®n de confianza mutua, que dejaban de observarme con curiosidad, comenc¨¦ a sacar la c¨¢mara".
Sus primeras fotograf¨ªas de los Yanomami corresponden a un encargo de la revista Realidade. Se supone que deb¨ªa hacer un reportaje sobre el Amazonas, pero le dijeron que no deb¨ªa fotografiar a los ind¨ªgenas, porque eso pod¨ªa dar problemas a la revista con las autoridades (los gobiernos de la dictadura no quer¨ªan que se conocieran el abandono oficial y el acoso a su modo de vida). Tras ese reportaje, y tras a?os sucesivos de compromiso con los pueblos ind¨ªgenas, se public¨® el libro Amaz?nia (Ed. Pr¨¢xis, 1978), que fue censurado en su ¨¦poca y expurgado de un texto que defend¨ªa la cultura nativa.
Antes de terminar la pregunta "?Qu¨¦ deber¨ªamos aprender de¡?", And¨²jar injerta su respuesta sin pesta?ear: "Respeto. Uno tiene que ir con esa actitud, ya sea fot¨®grafo o no. Tienes que observar y respetar". Esa postura acab¨® proporcion¨¢ndole un nivel de complicidad que le permiti¨® fotografiar rituales, rostros, h¨¢bitos, paisajes y texturas en un estilo documental creativo que bebe de la pintura y la cinematograf¨ªa.
And¨²jar, muy implicada en la defensa de los derechos del colectivo ind¨ªgena, lamenta que hayan cambiado "muchas cosas" desde sus reportajes. "El territorio ha sido invadido desde los a?os noventa, as¨ª que muchos han tenido una experiencia muy negativa del contacto con el exterior".
En los ¨²ltimos a?os, denuncia, "los gobiernos han hecho todo lo posible para que vengan las compa?¨ªas internacionales a Brasil [para explotar sus recursos], y a la gente no le interesa los derechos de los ind¨ªgenas". Pese al discurso de las organizaciones internacionales sobre el papel de la naturaleza en la preservaci¨®n de la raza humana, reflexiona, "cuando se trata de riqueza econ¨®mica¡ nada resiste".
Paolo Gasparini (Gorizia, Italia, 1934) es otro fot¨®grafo europeo que busc¨® ox¨ªgeno en las venas abiertas de Latinoam¨¦rica y, en su caso, fue ahijado por Caracas. Autor del libro de culto Para verte mejor, Am¨¦rica Latina, se encuentra en Par¨ªs por la inclusi¨®n de Retromundo en la retrospectiva. Se trata de una obra editada en 1986, producto de la destilaci¨®n en formato libro de la pieza audiovisual (in¨¦dita) El fot¨®grafo y la fotograf¨ªa: la identidad de un malentendido. O la transposici¨®n de sus proyecciones de filminas y diaporamas sonoros, con una reflexi¨®n de fondo sobre la esencia y la finalidad de la fotograf¨ªa.
El fot¨®grafo de Trieste, que recorri¨® toda Am¨¦rica Latina por encargo de la Unesco y por pura ansia de conocimiento, se detiene en el audiovisual no s¨®lo por ser la g¨¦nesis del libro que nos ocupa, sino porque en ¨¦l hay una elecci¨®n formal buscada para realzar el contenido.? "Es como la definici¨®n de Sander que destaca Horacio: la fotograf¨ªa es un mosaico", afirma Gasparini con pasi¨®n. "En el audiovisual, [la foto] adquiere una posibilidad de expresi¨®n mucho m¨¢s compleja y completa, donde puedes subrayar, regresar en el tiempo¡ El discurso refleja exactamente c¨®mo quieres contar las cosas". En ¨¦l salen sus maestros: Henri Cartier-Bresson, Alberto Korda, Manuel ?lvarez Bravo, Franco Fontana¡ "De los amigos de uno en el camino de la vida".
Gasparini escribi¨® entre 1982 y 1984 el texto "El fot¨®grafo y la fotograf¨ªa¡" a partir de los recuerdos de su estancia en Cuba (1961-1965), donde conoci¨® a los grandes fot¨®grafos cubanos y a Cartier-Bresson. "Una noche, en el cabaret del hotel Habana Libre, Henri saco su Leica y un se?or de la seguridad le dijo que no pod¨ªa sacar fotos. Protest¨¦, y Henri, mientras miraba a la bailarina, me dijo: 'A m¨ª no me importa la fotograf¨ªa, me importa la vida'. Esa frase me sigui¨® dando vueltas durante a?os, y a partir de ah¨ª escrib¨ª el texto que da origen al audiovisual". Y, cerrando el c¨ªrculo, a Retromundo.
El parto del libro fue m¨¢s o menos as¨ª: el grupo de dise?adores asociado a la editorial Alter Ego vio el citado audiovisual y le fascin¨®. Gasparini sugiri¨® a ?lvaro Sotillo hacer un libro con todas las fotos y el texto al lado, como hizo Chris Marker. Pero Sotillo no estaba de acuerdo y le pidi¨® al fot¨®grafo que hiciera una selecci¨®n, que entresac¨® el tema de la diferencia entre el primer y el tercer mundo. "Ah¨ª salen los personajes asomados, fuera de lugar, en el primer mundo", explica Gasparini. "En el Tercer Mundo, los personajes est¨¢n cargados de realidad, te miran a la cara. En los pa¨ªses de Europa y Norteam¨¦rica, la imagen se sobrepone al ser. Siempre hay esa diferencia entre lo vivido y lo no vivido (eso es la fotograf¨ªa). El dise?ador eligi¨® diferentes papeles, de diferente gramaje y calidad, para reflejar el contraste de realidades, y supo captar perfectamente mi idea".
La publicidad hipn¨®tica, el consumismo, la soledad, el anonimato, la invisibilidad¡ se contraponen en el libro a la frescura, la simplicidad, la pobreza, la fuerza y la autenticidad. La dicotom¨ªa de dos mundos y dos concepciones de la vida, plasmada en blanco y negro.
El libro termina con un texto de Victoria De St¨¦fano, en el que la escritora afirma que la fuerza que vemos en las im¨¢genes del Tercer Mundo es como si nos anunciara "una especie de contraconquista". Veinte a?os despu¨¦s, dice el fot¨®grafo, "no es eso exactamente lo que ha ocurrido. Pero hay algo en Am¨¦rica Latina que se est¨¢ moviendo en ese sentido".
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