Fred Frith: ¡°Lo m¨¢s dif¨ªcil en la m¨²sica es no hacer nada¡±
Fred Frith, uno de los iconos de la m¨²sica experimental, tocar¨¢ esta noche y ma?ana en la Casa Encendida en Madrid, con la Orquesta FOCO
Es uno de los iconos de la m¨²sica experimental del ¨²ltimo cuarto de siglo. Fred Frith (Heathfield, Inglaterra, 1949), guitarrista y compositor, residente en los Estados Unidos, estar¨¢ en Madrid interpretando su m¨²sica junto con la Orquesta FOCO, los pr¨®ximos s¨¢bado y domingo; y en solitario, el jueves, en sesi¨®n ¨²nica, dentro del XVI Festival Hurta Cordel que viene desarroll¨¢ndose en la Casa Encendida: "empec¨¦ a los 5 a?os con el viol¨ªn, hasta que un d¨ªa alguien puso una guitarra en mis manos. Inmediatamente supe que ese era mi instrumento. Es algo que no puedo explicar. Fue una de esas experiencias misteriosas".
Durante los a?os setenta, Frith recorri¨® el Viejo Continente a bordo de una vetusta autocaravana junto con los restantes componentes de Henry Cow, el seminal grupo de rock alternativo con el que viaj¨® por vez primera a nuestro pa¨ªs. Su concierto en la discoteca MM, m¨¢s conocida como el Templo del Rollo en Madrid, mediada la d¨¦cada, sembr¨® el desconcierto entre los seguidores de Coz y Asfalto que se hallaban presentes en la sala: "la principal diferencia entre aquellos tiempos y los actuales es que, entonces, uno pod¨ªa escuchar cualquier cosa en cualquier sitio, y nadie sab¨ªa demasiado lo que estaba haciendo, adem¨¢s de que las compa?¨ªas discogr¨¢ficas eran mucho m¨¢s osadas. Entonces, uno pod¨ªa comprar una caja de 7 discos de Karlheinz Stockhausen editada por Deutsche Gramophon como la cosa m¨¢s normal del mundo. Nadie se preocupaba acerca de quien demonios iba a escuchar eso. Ahora, si quieres escuchar un tipo determinado de m¨²sica moderna, tienes que ir a los festivales de m¨²sica contempor¨¢nea, en los que no soy bienvenido, y lo mismo con los festivales de jazz donde, por cierto, tampoco soy bienvenido. Mi filosof¨ªa consiste en ir adonde me llaman sin hacer preguntas y hacer lo que hago siempre".
En su mejor momento, Henry Cow lleg¨® a editar sus discos con el sello Virgin, fundado por Richard Branson; el mismo que dio a conocer a Genesis y los Sex Pistols. En Legend, el grupo lleg¨® a contar con la colaboraci¨®n de Mike Oldfield como ingeniero de sonido: "hab¨ªa gente que realmente cre¨ªa en lo que hac¨ªamos y nos ayudaron. Richard Branson, que no ten¨ªa ni la menor idea de m¨²sica, les dejaba hacer. Hasta que, despu¨¦s de un par de a?os, vieron que nunca ¨ªbamos a convertirnos en estrellas del Rock & Roll, algo que nosotros sab¨ªamos desde el principio. En cuanto Branson se oli¨® el asunto, nos despidieron".
Cuatro decenios m¨¢s tarde, el guitarrista ha vuelto por la senda de algo que pudiera parecerse a una banda de Rock & Roll alternativo, con Cosa Brava: "un d¨ªa estaba en el estudio de grabaci¨®n tocando el viol¨ªn y el ingeniero me interrumpi¨® para decirme: 'tengo una amiga que toca muy bien el viol¨ªn, si quieres te paso su n¨²mero de tel¨¦fono'. Por supuesto, capt¨¦ la indirecta. As¨ª fue como conoc¨ª a la que iba a convertirse en mi musa, Carla Kihlstedt. Lo cierto es que echaba de menos trabajar con una banda, definida como un grupo de personas que hacen lo que pueden y no lo que t¨² les dices que hagan". Tras a?os recorriendo los caminos de la abstracci¨®n en solitario o en la compa?¨ªa de otros ¨CJohn Zorn, Robert Wyatt, Bill Laswell¡-, el ind¨®mito guitarrista regresa a las aguas cordiales de una m¨²sica moderadamente mel¨®dica: "siempre he sido categorizado como el tipo que toca sonidos raros con la guitarra; sin embargo, si echas un vistazo a mi trabajo, lo que m¨¢s llama la atenci¨®n es mi inter¨¦s por la melod¨ªa, algo que es muy poco frecuente en el campo de la m¨²sica improvisada". Por donde, quien hace nada recorr¨ªa nuestro pa¨ªs asustando a la parroquia roquera con sus solos de guitarra dislocados y salvajes, hoy se declara amante de la sencillez y las buenas costumbres: "cuando empec¨¦ a hacer cosas raras con la guitarra era algo nuevo; entonces hab¨ªa muy pocos que experimentaran con el instrumento. Pero ahora es algo totalmente normal, todo el mundo lo hace. Ahora, cuanto m¨¢s gente inventa t¨¦cnicas nuevas de guitarra menos me interesa".
La principal diferencia entre aquellos tiempos y los actuales es que, entonces, uno pod¨ªa escuchar cualquier cosa en cualquier sitio, y nadie sab¨ªa demasiado lo que estaba haciendo"
Admirador incondicional de John Zorn ¨C"no me tiene que gustar todo lo que hace para reconocer que es uno de los compositores vivos m¨¢s importantes que existen"-, el cricket y el canto de los p¨¢jaros, a Frith le queda la espina clavada de no haber sido profeta en su tierra: "al final, toco mucho m¨¢s a menudo en Polonia que en Inglaterra, y no porque no haya quien est¨¦ interesado en escucharme. Pero en t¨¦rminos de estructura de negocio no hay ning¨²n inter¨¦s". Una cosa est¨¢ clara: el estilo de Fred Frith carece de precedentes. Si existe un autodidacta en el campo de la m¨²sica creativa, es ¨¦l: "en los sesenta escuchaba a los guitarristas de blues y folk, gente como Bert Jansch, luego he seguido escuchando a otros guitarristas, como Paolo Angeli, Camel Zekri o Janet Feder, pero no dir¨ªa que tengo un mentor ni nada parecido. Lo m¨¢s parecido que he tenido a un maestro fue Derek Bailey, pero yo ya hablaba mi propia lengua cuando le conoc¨ª".
Sus dos conciertos previstos al frente de la orquesta FOCO, integrada por algunos de los mejores improvisadores nacidos o residentes en Madrid, est¨¢n envueltos en el misterio: "Cuando me embarco en este tipo de proyectos, casi nunca preparo nada porque no tiene ning¨²n sentido. No conozco a los m¨²sicos, ni s¨¦ lo que pretenden ni lo que son capaces de hacer. Seg¨²n como vaya, puede que a lo mejor escriba algo o no¡" El guitarrista afronta gustoso los contrasentidos de una propuesta no exenta de riesgos: "Al final, la funci¨®n del director en ¨¦ste tipo de m¨²sica consiste en decir?no cuando hay que decirlo. Hay que lidiar con un grupo de personas para las que no rige ning¨²n tipo de regla. La mera idea de tener a un grupo de improvisadores improvisando al mismo tiempo es algo imposible, siempre y cuando pretendas que el asunto suene bien. El principal problema es que resulta muy improbable que todos los int¨¦rpretes tengan la experiencia y la disciplina necesaria para no hacer nada si eso hace que la m¨²sica suene mejor. Eso es lo m¨¢s importante, y lo m¨¢s dif¨ªcil. Ten¨ªa una alumna de piano muy joven en el Mills College que casi siempre no tocaba nada, ni una nota. Siempre ah¨ª, frente al piano, callada¡ pero cuando tocaba, era exactamente lo apropiado para conseguir que todo sonara bien. Sus improvisaciones eran extraordinarias porque escuchaba. La manera de distinguir a un buen improvisador es por su capacidad para escuchar y lo que decide hacer con la informaci¨®n que recibe; pero si est¨¢s siempre ocupado tocando, no tienes tiempo para escuchar ni para decidir. Se necesita mucha disciplina para no intervenir cuando no hay que hacerlo".
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