'Reggae', delatores y una sorpresa filipina
Kevin McDonald presenta a certamen un documental sobre Bob Marley El filipino Brillante Mendoza narra en 'Captured' el secuestro de un grupo de extranjeros por la guerrilla islamista James Marsh retrata al IRA a trav¨¦s del dilema moral de una madre
La primera aut¨¦ntica sorpresa de la Berlinale ha llegado con el pase hoy de Captured, la ¨²ltima pel¨ªcula del realizador filipino Brillante Mendoza. Mendoza, gur¨² de la cinefilia radical, estrenaba en la ciudad alemana Captured, una pel¨ªcula muy esperada por sus fans y que ¨Cen parte- parece haberles decepcionado esta ma?ana a juzgar por la desapasionada reacci¨®n al filme por parte de la platea. Sin embargo no ser¨ªa injusto decir que la historia (real) de un grupo de extranjeros secuestrados por una guerrilla islamista y arrastrados a un calvario sin final feliz es una de sus mejores pel¨ªculas: consistente, s¨®lida, emotiva pero tambi¨¦n apabullantemente terrenal. Algunos preferir¨¢n la textura de negro sobre negro de Kinatay, aquel terror¨ªfico retrato de un tipo metido (sin comerlo ni beberlo) en una noche destinada. Un filme que con su factura r¨²stica (y descuidada) despert¨® amores incondicionales y odios exacerbados a partes iguales en su presentaci¨®n en 2008 en Cannes.
Kinatay no tiene nada que ver con Captured, una pel¨ªcula mucho m¨¢s convencional pero con un acabado exquisito y de una madurez desconcertante, pero est¨¢ claro que para los que apreciaban en el director la figura del rebelde que ¨Cmachete en mano- cambiar¨ªa la historia del celuloide van a tener que buscar otro gur¨² porque Mendoza se les ha torcido un pelin.
Otro experto muy distinto, m¨¢s tirando a icono, es el que presenta Marley, una pel¨ªcula de Kevin McDonald sobre el m¨²sico de reggae m¨¢s famoso de la historia. Este documental de m¨¢s de dos horas repasa la carrera de Bob Marley, desde sus inicios cantando entre amigos, a sus conciertos para decenas de miles de personas en todo el mundo. McDonald, director de la magn¨ªfica El ¨²ltimo rey de Escocia, se pone tierno (sin perder nunca la batuta) para hablar de un hombre que seg¨²n sus propias palabras: ¡°Separaba a las hormigas cuando se peleaban¡± y parec¨ªa tocado por algo m¨¢s que unas rastas. En Marley hay sitio para las risas, los conciertos, la camarader¨ªa y un mont¨®n de canciones de Bob (hasta 50), en un trabajo que obliga a torcer las comisuras de los labios para esbozar aquello tan poco habitual en los festivales de cine de primera divisi¨®n, siempre tan circunspectos: la sonrisa.
Por ¨²ltimo pudo verse lo m¨¢s nuevo de ese peque?o genio (con aspecto de villano bondiano) llamado James Marsh, firmante de obras maestras del documental como Man on wire o Project Nim y que entraba en el universo del largometraje con may¨²sculas gracias a Shadow dancer. La pel¨ªcula, con ecos de El delator, Agenda oculta o del cap¨ªtulo de la miniserie Red Riding Trilogy (que dirigi¨® el propio Marsh) cuenta la historia de una mujer irlandesa que debe escoger entre la lealtad a los suyos (el IRA) o la perdida de su hijo a manos de las autoridades que la chantajean para que delate a sus colegas republicanos. Todo en una cinta donde la trama cuece a fuego lento y la atm¨®sfera huele a chamusquina: ¡°Quer¨ªa explorar una historia de supervivencia en un foco de tensi¨®n donde nadie puede confiar en nadie y esta historia me daba la oportunidad de hacerlo desde una perspectiva ¨²nica¡±, contaba Marsh, nuevo ni?o prodigio del cine de autor con sello brit¨¢nico, a EL PA?S. Su filme, que fue presentado en Sundance, es una pelea de g¨¦neros en la que acaba ganando el drama. Por KO.
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