Cuatro j¨®venes artistas en busca del formato nuevo (para no naufragar)
Cuatro creadores nos cuentan c¨®mo se las arreglan para seguir produciendo obras de calidad con menos recursos pero con mucha imaginaci¨®n
Cuando la crisis azota, quienes antes caen son los que tienen menos recursos, menos colch¨®n para soportar la mala racha, para intentar agarrarse a un pilar mientras dure la marejada. Pero dicen tambi¨¦n que quienes menos arriba est¨¢n menos notan la ca¨ªda, resulta mucho menos estrepitosa porque el golpe se lo llevan desde un nivel bajo. Visto as¨ª, ?c¨®mo est¨¢n reaccionando los j¨®venes artistas ante el duro panorama que estamos viviendo en el que el consumo se ha retra¨ªdo espectacularmente hasta solo atender lo b¨¢sico (o el lujo, los m¨¢s pudientes; pero esa es otra pantalla)? Hemos hablado con cuatro artistas de entre 28 y 33 a?os. ?Se han reinventado, investigan nuevas salidas, nuevos formatos? ?C¨®mo ha cambiado la crisis su forma de crear y trabajar?
Abajo Izquierdo, 33 a?os, especializado en fotograf¨ªa y videocreaci¨®n a partir de performances donde pinta sobre cuerpos desnudos, est¨¢ acometiendo en febrero el mayor reto creativo de su trayectoria: 29 d¨ªas / 29 performances. En enero realiz¨® su ¨²ltima exposici¨®n en la sala Espacio 8 de Madrid, donde mostr¨® los resultados de sus ¨²ltimas intervenciones realizadas los d¨ªas 10 a las 10 de la noche para 10 personas durante 10 meses. ¡°Yo llevo invent¨¢ndome muchos a?os a nivel econ¨®mico y art¨ªstico; desde hace 12 a?os, mi trabajo art¨ªstico no me da de comer, pero sin ¨¦l no puedo vivir, es una adicci¨®n mas fuerte que cualquier droga, y como cualquier yonqui busco dinero en otras partes pero nunca adultero mi droga o mi obra. Doy clases de fotograf¨ªa y pintura, hago producci¨®n de arte y muchas m¨¢s cosas en los alrededores de la creaci¨®n que me pueden aportar aprendizaje y solvencia para poder tener mi dosis de gastos para exposiciones y performances¡±.?
Ricardo Cavolo, 30 a?os, ha ilustrado un libro de cocina indie para Lunwerg, ha dise?ado una falla para las hogueras de Alicante y ha ganado el concurso para la portada de febrero de la revista Yorokobu. En abril expondr¨¢ en Espacio Valverde (Madrid), en junio en Z¨²rich y en septiembre en Lima. ¡°En mi caso la crisis no ha cambiado nada mi situaci¨®n, porque empec¨¦ a trabajar en mi estudio justo cuando empez¨® y puedo decir que mi carrera ha ido a m¨¢s. Pero si en alg¨²n momento esto se tambalea por esta situaci¨®n, el ¨²nico ant¨ªdoto que contemplo es trabajar m¨¢s y mejor, para ofrecer m¨¢s y mejores cosas a la gente. He comprobado que un buen aliado para todo esto es usar Internet de manera pr¨¢ctica; gracias a ello puedo mover mi trabajo por todo el mundo y llegar adonde nunca hubiera imaginado¡±.?
S¨ª, se han acostumbrado a crear en la precariedad, a vivir en la incertidumbre. Miran para otro lado, porque no se quieren ver afectados, bloqueados, de bajonazo, pero lo cierto es que todos se han diversificado, y han abierto puertas a las clases, la cer¨¢mica, los fanzines; aparte de poner el acento en las redes sociales para promocionarse e incluso vender. Siempre lo hicieron, porque nunca nadie les regal¨® nada, pero ahora han de agudizar el ingenio, y eso, a la hora de hacer proposiciones art¨ªsticas siempre alienta la inspiraci¨®n, alimenta la b¨²squeda de recursos.
Elena Alonso, 30 a?os, lleva un a?o intenso; en marzo de 2011 hizo una individual en la Sala de Arte Joven de la Comunidad de Madrid, dentro de 9. Un proyecto sobre dibujo contempor¨¢neo; y este primer tramo del a?o se ha centrado en la muestra en Espacio Valverde para marzo, La Tapadera.Tambi¨¦n est¨¢ en proceso de realizaci¨®n del proyecto Objeto de duda, con el que obtuvo una ayuda de producci¨®n de Matadero Madrid. ¡°Supongo que la crisis hace que todo vaya m¨¢s despacio, pero por suerte sigo avanzando con nuevos proyectos y recibiendo propuestas. L¨®gicamente, la situaci¨®n econ¨®mica y pol¨ªtica afecta a mi vida en general, pero siempre he trabajado con medios sencillos y con una permanente sensaci¨®n de inestabilidad, as¨ª que no es nada nuevo para mi forma de crear. Las crisis siempre son buenos momentos para generar cambios y reinventar las cosas, pero tambi¨¦n para agotar la motivaci¨®n de las personas. Trabajar gratis empieza a ser una mala costumbre ¡¡±.
Para Aitor Saraiba, 28 a?os, de Talavera de la Reina (Toledo), sus ¨²ltimos proyectos han sido una colaboraci¨®n con el Centro Cer¨¢mico Talavera para desarrollar una serie de piezas con la t¨¦cnica tradicional de la ciudad, su primera exposici¨®n dedicada a la fotograf¨ªa, Let me kiss you -un documental fotogr¨¢fico sobre fans latinos de Morrissey en la ciudad de Los ?ngeles-, y su primera novela gr¨¢fica El hijo del Legionario (Ponent), que est¨¢ siendo ¡°un exorcismo personal a lo grande¡±. En marzo expondr¨¢ en MUTT (Barcelona) y en abril en Mad is Mad (Madrid) dentro del proyecto Jugada A 3 Bandas (Espa?a/Portugal). ¡°Cuando las instituciones empezaron a llamarme para colaborar con ellos, fue justo hace tres a?os. Y todo lo que escuchaba era: ¡°Esto hace unos a?os no hubiera habido problema, pero ahora mismo¡¡±. As¨ª que, mientras, trabaj¨¦ de encofrador, fregando platos, en tiendas de ropa, recogiendo vasos; era muy consciente de que, a pesar de todo, el Arte est¨¢ y debe estar, sujeto a la realidad. As¨ª que yo siempre intent¨¦ hacer obras m¨¢s asequibles, y reproducibles en algunos casos, como mis libritos numerados o ahora mis cer¨¢micas¡±. ¡°Yo en el mundo del arte, como muchos de mis compa?eros/as, soy un superviviente. Y creo que esos obst¨¢culos al final siempre crean una obra m¨¢s comprometida, m¨¢s autentica y, lo que es para m¨ª m¨¢s importante, m¨¢s po¨¦tica¡±.?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.