George Clooney "En el cine se nos est¨¢n agotando las historias"

Dem¨®crata hasta la m¨¦dula, amigo de sus amigos, George Clooney (Lexington, 1961) acaba de pagar 27.000 euros por cenar con Barack Obama durante su ¨²ltimo viaje a Los ?ngeles, invit¨® a su amiga y tambi¨¦n candidata al Oscar Viola Davis a pasar su luna de miel en su palacio del lago Cuomo (Italia) y es el m¨¢ximo representante de lo que es una estrella con conciencia hoy en d¨ªa, vendiendo Nespresso o Porcelanosa para ayudar a causas humanitarias.

Sus pel¨ªculas tambi¨¦n est¨¢n hechas a conciencia y si su imagen destila glamour a lo Cary Grant, sus trabajos buscan cada vez m¨¢s un cine de calidad que desaparece en las majors. Nadie es perfecto: Clooney, a sus 50 a?os, ya no sale de fiesta, se mete a dormir a las 10, aunque padece de insomnio, y vive aquejado de dolores cr¨®nicos desde su accidente en el rodaje de Syriana, con la que obtuvo el Oscar al mejor actor de reparto. ¡°Cuando no puedo dormir, que es siempre, tomo notas en un cuaderno que tengo en mi mesilla de noche. All¨ª apunto lo que quiero hacer¡±. As¨ª naci¨® Los idus de marzo, en la que Clooney asume los roles de guionista (es candidato al Oscar en esta categor¨ªa), int¨¦rprete, director y productor, y que se estrena en Espa?a el 9 de marzo. Esta noche, en los Oscar, compite no solo como guionista, sino que tambi¨¦n lo hace como actor protagonista de Los descendientes. No es la primera vez que multiplica esfuerzos en los premios de la Academia. En 2006 gan¨® como actor secundario con Syriana y perdi¨® como director y guionista de Buenas noches, y buena suerte. Para Clooney los a?os buenos en los Oscar son los pares: en 2008 fue seleccionado como protagonista de Michael Clayton y en 2010, por Up in the air.

Volviendo a Los idus de marzo, Clooney reconoce que el leiv motiv es la seducci¨®n del poder. ¡°Es esa borrachera que hace que gente como John Edwards piense que puede seguir present¨¢ndose a presidente de EEUU cuando ha tenido un hijo ileg¨ªtimo¡±, a?ade. Es dem¨®crata, s¨ª; y muy obamista, pero no es ciego. ¡°Tambi¨¦n soy amigo de muchos republicanos, y por eso me parece que vivimos un momento terrible en nuestra democracia: algunos amigos me tratan como un traidor por jugar al golf con gente del otro bando¡±, critica. Clooney retras¨® el rodaje de Los idus de marzo cuando gan¨® Obama, a la espera de ¡°tiempos m¨¢s c¨ªnicos¡±. Y sigue: ¡°Obama merece todo mi apoyo. Ha frenado el desempleo, ha salvado la industria del autom¨®vil, ha aprobado un plan m¨¦dico que no es perfecto pero que es mejor que nada. Localiz¨® a Osama bin Laden. Los republicanos te vender¨ªan mejor las glorias de este presidente si fuera uno de los suyos¡±.

Hay pocos en la industria que tienen una visi¨®n tan clara. En todo: ¡°No he hecho una lecci¨®n de civismo con la que machacar al espectador. Al contrario, entretiene a todos¡±. Como en su d¨ªa lo lograron Network, Todos los hombres del presidente o Rocky, algunas de sus pel¨ªculas favoritas. ¡°Cada vez es m¨¢s dif¨ªcil encontrar algo que me apetezca seguir leyendo pasada la d¨¦cima p¨¢gina. Quiz¨¢ es que llevamos haciendo pel¨ªculas m¨¢s de 100 a?os y se nos est¨¢n agotando las historias. O que el sistema de estudios no busca buenos guiones sino grandes espect¨¢culos¡±. No pierde el optimismo: ¡°La esperanza est¨¢ en todos esos chavales con c¨¢maras que ser¨¢n capaces de contar mejores historias¡±.

De todos modos, Clooney se siente afortunado: ha dado en la diana con dos excelentes guiones en un mismo a?o. Clooney persigui¨® Los descendientes con u?as y dientes para poder trabajar con Alexander Payne en lo que la cr¨ªtica define como la mejor interpretaci¨®n de su carrera. ¡°Es un crimen que alguien como Alexander, que cada pel¨ªcula que hace es una joya, tenga que esperar siete a?os, desde Entre copas, para poder hacer otra pel¨ªcula¡±, se desespera con otra de sus sonrisas. El cine es as¨ª y ¨¦l conoce bien su precio. A pesar de su fama, Clooney no tiene un ¨¦xito de taquilla desde 2007, con Ocean¡¯s thirteen, y su ¨²ltimo gran contrato de estrella lo firm¨® en 2000 con La tormenta perfecta: 7,5 millones de euros.

Desde entonces, solo proyectos modestos en los que ha llegado a poner hasta los caf¨¦s: ¡°Esta me ha costado nueve millones de euros¡±, cuenta de Los idus de marzo. Logr¨® financiarla vendi¨¦ndola en persona en el Mercado del Cine de Los ?ngeles como si fuera ¡°un vendedor de enciclopedias¡±. ¡°Mi sueldo fue el b¨¢sico como director y como actor, y nada como productor. Pero ha merecido la pena¡±, afirma.

A pesar de esas quejas, George Clooney sabe que disfruta de una posici¨®n privilegiada desde la que adem¨¢s puede ayudar, primero y primordial, a su grupo de amigos de toda la vida, de los que le prestaron un sof¨¢ donde dormir cuando no ten¨ªa nada y que, como su coguionista Grant Heslov, le mantienen los pies en el suelo. ¡°Y luego siempre est¨¢ ese bonito anuncio de caf¨¦ que me paga para que disfrute de la vida como acostumbro a hacerlo... y que me permite seguir presionando al presidente de Sud¨¢n, Omar Al Bashir, cosa que no le har¨¢ gracia pero que a m¨ª me hace feliz¡±. As¨ª es la vida al ¡°estilo Clooney¡±.