Anthony Gonz¨¢lez:"Deseaba publicar algo por lo que se me recordara"
El m¨²sico franc¨¦s presenta en Barcelona y Madrid su ¨²ltimo disco Se mud¨® a Los Angeles para realizar este ¨¢lbum, su trabajo m¨¢s ambicioso Hace pop electr¨®nico, pero reniega de la escena parisina de baile
La ma?ana de oto?o en que entrevistamos a Anthony Gonz¨¢lez en una habitaci¨®n de hotel en pleno Eixample barcelon¨¦s, el galo andaba preocupado. Un d¨ªa antes se hab¨ªa filtrado en la red su disco Hurry up, we¡¯re dreaming. El ¨¢lbum hab¨ªa sido concebido como una suerte de obra cumbre que iba a marcar un antes y un despu¨¦s en la carrera del de Antibes. Por eso, la noticia de que ese trabajo tan cinematogr¨¢fico, tan lleno de referencias a los ochenta, tan elaborado, tan esperado y tan largo, corr¨ªa por? los ordenadores de medio mundo sin haberle dado tiempo a comunicar las instrucciones de uso parec¨ªa atormentarle. Con la colaboraci¨®n estelar de Zona Jesus y algunas de las mejores canciones que jam¨¢s ha escrito, Hurry up, we¡¯re dreaming termina siendo un disco bastante m¨¢s neutral de lo que su apariencia podr¨ªa sugerir. No es aquella obra magna definitiva, pero tampoco es un soberano tost¨®n, excesivo y manierista. Hoy act¨²a en Barcelona y Ma?ana en madrid, en ambos casos con todo el papel vendido hace semanas. Habr¨¢ otra oportunidad para verlo. Hace unos d¨ªas se anunciaba su incorporaci¨®n al cartel del Festival Primavera Sound de Barcelona. Hoy recuperamos la entrevista que Tentacciones public¨® originalmente en noviembre con motivo del lanzamiento del ¨¢lbum.
?Qu¨¦ le pareci¨® que su disco se filtrara en la red casi dos meses antes de su fecha de salida?
Cuando lo supe me puse enfermo. Ser¨ªa muy inocente pensar que no se iba a filtrar, pero la verdad es que no esperaba que eso sucediera un mes y medio antes de la fecha de salida. Me sent¨ª traicionado. No s¨¦, pasas mucho tiempo trabajando en algo y luego sucede esto¡ Recuerdo cuando era un adolescente, ah¨ª, contando las horas hasta la fecha de publicaci¨®n de un ¨¢lbum para poder ir a la tienda y comprarlo. Eso se ha perdido.
"Mi abuelo jug¨® el Mundial de f¨²tbol del 66 con la selecci¨®n francesa. Yo estuve en las categor¨ªas inferiores del Cannes. Un d¨ªa descubr¨ª las drogas y todo se fue al garete"
Disco doble que se debe escuchar del tir¨®n, atento a la secuencia de temas e incluso a los segundos que median entre canci¨®n y canci¨®n¡ ?Cree que a¨²n tiene sentido dar instrucciones de escucha al p¨²blico?
Pues no demasiado, supongo, aunque tampoco es mi intenci¨®n. Eso s¨ª, por muchas ediciones en vinilo que hagas, por mucho concepto que apliques, por toda la unidad que trates de darle a la grabaci¨®n y por mucho que cuentes en todas las entrevistas que tu largo est¨¢ pensado como un doble LP de toda la vida, hay elementos incontrolables, muy de esta ¨¦poca, que dan al traste con todas tus intenciones. ?Qu¨¦ se le va a hacer? Solo espero que quien se lo haya bajado, aunque sea en mala calidad, y quien lo escuche a pedazos, sin seguir el continuo que yo he propuesto, tambi¨¦n lo disfrute.
?No le daba miedo acometer un proyecto tan ambicioso y ¨¦pico? Si fracasaba¡
Quer¨ªa algo ¨¦pico, algo grande. Lo afront¨¦ con ilusi¨®n y sin miedo. Deseaba ser ambicioso y publicar algo por lo que se me recordara. Creo que ya tengo edad para aspirar a ese tipo de cosas. Cuando termin¨¦ la gira de Saturdays=Youth, lo ¨²nico que quer¨ªa era meterme en el estudio y fabricarme una gran aventura, algo grande que me acompa?ara toda la vida.
?Algo m¨¢s peque?o no hubiese servido?
Soy consciente de que editar hoy d¨ªa un disco doble es algo peligroso. Tal vez esa noci¨®n nos viene de que, en este mundo de la m¨²sica, cada vez le damos m¨¢s importancia a la gente a quien no gusta demasiado la m¨²sica. Parece que debemos escribir para ellos. A m¨ª me encantan los elep¨¦s y creo que, para quienes la m¨²sica es nuestra vida, los amamos.
"Cada vez? damos m¨¢s importancia a la gente a quien no gusta demasiado la m¨²sica. Parece que debemos escribir para ellos".
?Incluso los dobles?
Incluso los dobles.
Despu¨¦s de algo tan ambicioso, ?qu¨¦?
Ni idea. Lo que me importa es lo que hago en cada momento. No pienso en el futuro. Entiendo que un largo como ¨¦ste sit¨²a el list¨®n muy alto y que en el futuro ser¨¢ complicado de mejorar, pero me gustan los retos.
Aparte del formato, ?qu¨¦ otros elementos cree que hacen de esta edici¨®n algo ¨²nico en su carrera?
De hecho, creo que cada disco m¨ªo es realmente distinto. En esta ocasi¨®n, por ejemplo, quer¨ªa alejarme un poco de la nostalgia, que es un aspecto que tal vez s¨ª se ha repetido en algunas de mis referencias. Tambi¨¦n quer¨ªa aprovechar todo el espacio que me d¨ª para improvisar mucho. El disco est¨¢ plagado de accidentes que no han sido corregidos. Mi intenci¨®n era trabajar del mismo modo que aquellas bandas de los 80 que se encerraban en el estudio con un mont¨®n de tecnolog¨ªa nueva que no sab¨ªan hacer funcionar y se dedicaban a improvisar con ella.
Si la gente se lo pasa la mitad de bien escuch¨¢ndolo que usted haci¨¦ndolo, esto ser¨¢ un ¨¦xito, ?no?
Pues s¨ª. Es la primera vez que he disfrutado de verdad haciendo m¨²sica. En los ¨²ltimos tiempos hab¨ªa perdido inter¨¦s. Estaba cansado y no me ve¨ªa capaz de trascender mis propias limitaciones. El disco es un regalo que me he hecho.
"Vivir en el sur de Francia rodeado de la familia y los amigos, a quienes gusta todo lo que haces y siempre te apoyan, aunque la cagues, estaba empezando a fastidiarme. Necesitaba ir por mi cuenta, sin ayuda"
?Por qu¨¦ se mud¨® a Los Angeles? ?C¨®mo ha influido la ciudad en su m¨²sica?
Ten¨ªa que huir de mi zona de confort. Vivir en el sur de Francia rodeado de la familia y los amigos, a quienes gusta todo lo que haces y siempre te apoyan, aunque la cagues, estaba empezando a fastidiarme. Necesitaba ir por mi cuenta, sin ayuda de nadie. Por un lado, el disco refleja esto en tanto es un viaje, una aventura. Por otro, es un ejercicio de autoafirmaci¨®n y de independencia: canto m¨¢s que nunca y me he atrevido con el formato de canci¨®n pop. Sin duda, Los Angeles ha influido en el disco. Mientras grababa, me dediqu¨¦ a coger el coche e irme al desierto, a la playa¡ Esos viajes me ayudaron mucho a pensar las canciones. He conocido gente maravillosa en Los Angeles, pero lo que m¨¢s me gusta de ese lugar es que, para alguien como yo, que adora estar solo, es una ciudad perfecta.
?C¨®mo definir¨ªa su forma de trabajar?
De ninguna manera. Soy un vago. Lo digo sin pudor. Me encanta hacer m¨²sica, pero me gusta incluso m¨¢s sentarme en el sof¨¢ de casa a ver un partido de f¨²tbol. Supongo que hay muchos artistas que deben estar siempre creando. Yo no puedo hacer eso. No puedo pasarme 12 horas seguidas trabajando en el estudio. Le cojo man¨ªa a las canciones.
Todo eso del French Touch, del ¨¦xito de Air, Daft Punk y dem¨¢s, ?le favoreci¨®?
Supongo. Form¨¦ parte del french touch porque soy franc¨¦s y resulta que, cuando aparec¨ª, hab¨ªa algunos artistas franceses que triunfaban. Pero nada m¨¢s. No soy de Par¨ªs, no me gusta Par¨ªs. Pas¨¦ un a?o y medio all¨ª y lo odi¨¦. No me gusta el clima, no me gusta la gente, no me gusta nada. Viv¨ªa en un apartamento diminuto sobre el que a¨²n tengo pesadillas. En todo el tiempo que pas¨¦ all¨ª no compuse nada.
?A¨²n aspira a ser futbolista profesional?
La verdad es que hasta hace poco a¨²n lo pensaba, pero recientemente abandon¨¦ la idea. Tengo 30 a?os. Algo tarde para debutar. Mi abuelo jug¨® el Mundial del 66 con la selecci¨®n francesa y yo estuve en las categor¨ªas inferiores del Cannes, hasta que un d¨ªa descubr¨ª las drogas y todo se fue al garete. Lo primero que hice al llegar a Los Angeles fue buscarme gente con la que jugar. Estoy en un equipo con unos mexicanos y me lo paso genial.
?Mejor que con la m¨²sica?
?Mucho mejor!
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.