El nuevo Wainwright de siempre
Los cambios en su vida personal han transformado al m¨²sico canadiense Presenta nuevo disco, 'Out of the game' en Granada, Barcelona y A Coru?a
Algo ha cambiado en la vida de Rufus Wainwright (Rhinebeck, Nueva York, 1973). Muchas cosas, en realidad. Se ha muerto su madre, ha encontrado novio estable y ha sido padre. De todas estas experiencias personales dan cuenta, como ya es habitual en su discograf¨ªa, sus nuevas canciones. "A veces no s¨¦ si soy un exhibicionista, un masoquista ahondando en sus heridas o, simplemente, un hombre feliz deseando compartir su gozo con el mundo", reflexiona, medio en broma, con su caracter¨ªstico tono desenfadado, por tel¨¦fono desde Londres.
Sus vivencias no distar¨ªan mucho del com¨²n de los mortales de no ser porque la madre muerta es Kate McGarrigle, cantautora canadiense divorciada del tambi¨¦n m¨²sico Loudon Wainwright III cuando Rufus ten¨ªa apenas tres a?os. Su novio, con el que planea casarse en Nueva York en agosto, es J?rn Weisbrodt, cotizado gestor cultural y exasistente de Robert Wilson. Y la gestante de su hija en com¨²n, Viva, que cumpli¨® un a?o en febrero, es Lorca Cohen, progenie a su vez del inabarcable Leonard Cohen. A Rufus le gusta presumir de que con esta uni¨®n gen¨¦tica se funden dos familias de la realeza canadiense, como si de una de sus a?oradas monarqu¨ªas centroeuropeas se tratara. Otra de sus bromas medio en serio. Wainwright es un artista que siempre se ha presentado sin restricciones. Pero, curiosamente, hoy la discogr¨¢fica solicita que no se le pregunte por su hija. ?Por qu¨¦?, le pregunto. "Es que si te descuidas acabas hablando toda la entrevista sobre cambiar pa?ales", finiquita. Y esta vez lo dice completamente en serio.
Su s¨¦ptimo ¨¢lbum, 'Out of the game', supone su regreso al pop con banda
De acuerdo, pues hablemos de m¨²sica. Su s¨¦ptimo ¨¢lbum, Out of the game, supone su regreso al pop con banda. Lo presentar¨¢ en Espa?a en tres fechas: el 4 de mayo en Granada, el 1 de junio en el festival Primavera Sound, de Barcelona, y el 6 de junio en A Coru?a. A Wainwright le hemos visto disfrazar a sus m¨²sicos de fetichistas sexuales, escenificar sobre el escenario una tragedia griega, transmutarse en su adorada Judy Garland o presentarse como un mes¨ªas gai crucificado. ?Qu¨¦ nos espera en esta ocasi¨®n? ¡°A¨²n estamos debati¨¦ndolo, puede que me limite a tocar las canciones o me vuelva loco de atar. Mejor preservar las sorpresas, ?no?¡±, se guarda para s¨ª mismo.
El disco lo ha producido Mark Ronson, responsable de Back to black de Amy Winehouse. Con el t¨¦cnico, subraya Wainwright, mantiene ¡°un bromance [una relaci¨®n plat¨®nica entre dos hombres] interminable¡±. Entraron en el estudio una semana despu¨¦s de la muerte de Winehouse. ¡°?l tuvo que lidiar con su p¨¦rdida de igual manera que yo a¨²n lidiaba con la de mi madre. Por eso ambos nos aferramos a nuestros recuerdos m¨¢s luminosos¡±. Adem¨¢s de los Dap-Kings, banda de acompa?amiento de la malograda cantante soul, por el disco asoman Sean Lennon, Nick Zinner, de los Yeah Yeah Yeahs, y su hermana, Martha Wainwright. Las canciones desprenden un aroma a los setenta porque, dice, es la ¨¦poca en la que ambos crecieron y absorbieron ¡°todos esos sonidos de radiof¨®rmula que de adulto te da pudor reconocer. En este disco tengo un mont¨®n de momentos Whitney Houston Ya s¨¦ que no nos parecemos, y dios quiera que el destino no me guarde un final tan tr¨¢gico, pero he incluido un mont¨®n de gorgoritos que me recuerdan a ella¡±.
El disco lo ha producido Mark Ronson, responsable de 'Back to black' de Amy Winehouse
Su anterior trabajo, All days are nights: Songs for Lulu, una emotiva colecci¨®n de canciones intimistas al piano, vio la luz al tiempo que mor¨ªa su madre. De igual manera que su primera ¨®pera, Prima donna, se estren¨® en Manchester cinco meses despu¨¦s. Rufus no perdi¨® la compostura y se present¨® a la puesta de largo en Manchester disfrazado de Verdi y con su novio, del brazo, de Puccini. La experiencia se revel¨® algo traum¨¢tica. La ortodoxia cl¨¢sica vapule¨® su incursi¨®n en tan alto g¨¦nero. ¡°Hay mucho amargado que hace todo lo que est¨¢ en su mano para frenar el paso a propuestas novedosas y mantener as¨ª su poder e influencia en ese mundillo¡±, se desquita. ¡°Imponen el purismo, el esnobismo y el exceso de instrucci¨®n como consignas irrevocables¡±.
Su amigo Robert Wilson (Rufus colabor¨® con ¨¦l en una escenificaci¨®n de los Sonetos de Shakespeare) se ha tenido que enfrentar a algo similar con su discutida Vida y muerte de Marina Abramovic en el Teatro Real de Madrid. ¡°No puedo opinar con objetividad porque todos los que participan, Antony, Willem Dafoe y la propia Marina, son amigos m¨ªos y conozco esa funci¨®n desde su gestaci¨®n¡±. ?Podr¨ªa decirnos, al menos, si su colosal ego soportar¨ªa un espect¨¢culo de tales dimensiones basado en la figura de Rufus Wainwright? ¡°Ja, ja, ja. Mi peque?o y oscuro secreto es que en el fondo, muy en el fondo, soy un tipo supermodesto y superhumilde. Soy como Pinocho, no puedo enga?ar a nadie: si mis canciones son de lo mejor que se puede escuchar hoy en d¨ªa, ?por qu¨¦ iba a negarlo diciendo que son malas? Pero, respondiendo a tu pregunta, te dir¨¦ que prefiero un show en Broadway con un mont¨®n de chicos guapos haci¨¦ndome los coros¡±.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.