Un c¨®mic para hacer historia
Lamia Ziad¨¦ traza un h¨ªbrido entre novela gr¨¢fica y documental para retratar la guerra de L¨ªbano
En julio de 2006, en medio de los bombardeos israel¨ªes, los hoteles de Beirut todav¨ªa conservaban en las habitaciones el n¨²mero de la revista Time Out que anunciaba un concierto de Liza Minnelli aquel verano. Las guerras en L¨ªbano son as¨ª: todo el mundo sabe que van a venir alg¨²n d¨ªa, pero siempre llegan cuando menos se las espera. En 1975, cuando empez¨® la primera guerra, Lamia Ziad¨¦ era una ni?a de siete a?os a la que le gustaban los chicles Bazooka que compraba en Spinney's, el supermercado m¨¢s moderno de un pa¨ªs conocido como la Suiza de Oriente Pr¨®ximo que, de repente, se vio envuelto en una locura de destrucci¨®n y asesinatos sectarios que se prolong¨® durante quince a?os.
"Lo incre¨ªble de la guerra es que nos esforzamos por mantener la vida cotidiana como si nada ocurriese. A los ni?os nos enviaban al colegio despu¨¦s de toda una noche de bombardeos en la que no hab¨ªamos pegado ojo¡±, explica esta escritora, artista y dise?adora libanesa que acaba de publicar Bye bye Babilonia. Beirut 1975-1979 (Sexto Piso), que la pr¨®xima semana presentar¨¢ en Madrid.
Es un libro muy dif¨ªcil de clasificar: no es un c¨®mic, pero en algunos momentos lo parece porque est¨¢ apoyado en im¨¢genes. No es una obra hist¨®rica, aunque s¨ª ofrece un relato muy documentado del principio de la guerra civil libanesa. Es una autobiograf¨ªa pero a la vez relata muchas cosas que no le ocurrieron a la autora. En cualquier caso, es una lectura m¨¢s que recomendable: por la fuerza pl¨¢stica de su planteamiento pero tambi¨¦n porque logra explicar algo casi imposible de entender: la guerra civil libanesa. ¡°He le¨ªdo, he visto documentales, he rebuscado en mis propios recuerdos y en los recuerdos familiares¡±, se?ala en una conversaci¨®n telef¨®nica desde Par¨ªs, donde vive, aunque viaja con frecuencia al L¨ªbano.
¡°Es una pregunta que me hace todo el mundo desde que entregu¨¦ el libro a mi editor¡±, responde Ziad¨¦ sobre el g¨¦nero al que pertenece su libro. ¡°En las librer¨ªas lo colocan normalmente en la secci¨®n de c¨®mics pero no creo que lo sea¡±, agrega. La autora llev¨® a cabo un gigantesco trabajo de documentaci¨®n, desde las armas utilizadas por las milicias hasta los uniformes, a cada cu¨¢l m¨¢s surrealista, de los guerrilleros. Y explica muy bien las diferentes fases de la guerra civil libanesa, los enfrentamientos entre cristianos y musulmanes, con los palestinos, las matanzas de civiles, la llamada guerra de los hoteles, cuando durante semanas las milicias se disparaban con lanzagranadas de un hotel a otro en el centro de Beirut. Describe a los diferentes l¨ªderes pol¨ªticos y militares, las atrocidades, el saqueo de los bancos de la zona financiera de la ciudad, todo ello trufado por sus recuerdos y los momentos de paz en medio del caos. El estilo gr¨¢fico, aparentemente naif, resulta muy eficaz para describir la guerra.
¡°Era un libro que llevaba mucho tiempo queriendo hacer, pero nunca tuve el valor. Sin embargo, durante los bombardeos de 2006, me decid¨ª¡±, explica Ziad¨¦. Bye bye Babilonia se publica en Espa?a en un momento en que L¨ªbano ha vuelto a los titulares, por el temor a que el contagio del conflicto sirio acabe por estallar de nuevo un pa¨ªs que nunca ha terminado de cerrar su guerra civil. Tras varios episodios de combates, en Tr¨ªpoli y Beirut sobre todo, muchos libaneses teman que la guerra vuelva, como en 2006.
Aquel verano en que las bombas regresaron a Beirut tambi¨¦n influy¨® en otra dibujante libanesa, Zeina Abirached. Pertenece a una generaci¨®n muy diferente a la de Ziad¨¦ (es 13 a?os m¨¢s joven) pero en sus dos tebeos, El juego de las golondrinas y Me acuerdo, Beirut (ambos en Sins Entido), relata la guerra desde un punto de vista a la vez personal y universal. En su caso, habla del final del conflicto. Las dos vivieron en el mismo barrio cristiano, muy cerca de la l¨ªnea verde que separaba el este del oeste, y recib¨ªan los bombazos muy cerca al estar al lado del frente. Las obras de Ziad¨¦ y Abirached est¨¢n profundamente conectadas: relatan el principio y el fin del mismo conflicto. Adem¨¢s, sus familias se conoc¨ªan: el padre de Zeina, un abogado, aparece en una de las planchas de Bye, bye Babilonia. Pero lo que une sobre todo a estos libros, adem¨¢s de la fuerza de una ciudad incluso en sus peores momentos, es la idea de que las guerras solo se pueden contar a trav¨¦s de los seres humanos que las sufren. Por eso da igual el formato, saber si es un c¨®mic, un libro ilustrado o un ensayo: es un relato de c¨®mo la vida se abre camino en medio de la muerte.
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