El explorador del lenguaje
Daniel Sada es uno de los escritores mexicanos menos conocidos por el gran p¨²blico pero m¨¢s prestigiosos de los ¨²ltimos a?os Poco antes de morir termin¨® la novela 'El lenguaje del juego', que ahora se edita
A Daniel Sada le dec¨ªan que era ¡°un escritor barroco¡± porque utilizaba palabras y fases ¡°dif¨ªciles de entender.¡± Pero ¨¦l aseguraba que s¨®lo ten¨ªa un o¨ªdo muy atento a las conversaciones de la gente. Un d¨ªa le escuch¨® decir a una viejecita: ¡°porque parce mentira, la verdad nunca se sabe.¡± Y dedic¨® seis a?os de su vida a escribir una novela de m¨¢s de 600 p¨¢ginas y 90 personajes bajo ese t¨ªtulo. El colombiano ?lvaro Mutis consider¨® que en ese libro hab¨ªa ¡°un narrador profundamente cercano a la esencia del hombre¡± y la mexicana Elena Poniatowska compar¨® su estilo con G¨®ngora y Quevedo.
¡°Yo no invento palabras. Las oigo o, en todo caso, las deformo. Soy un explorador del lenguaje¡±, dec¨ªa Sada, siempre al acecho del hallazgo verbal. Poco antes de morir (el 18 de noviembre de 2011) logr¨® terminar El lenguaje del juego, que ahora publica la editorial Anagrama. Se trata de la historia de la familia Monta?o, habitantes de un pueblo llamado San Gregorio, sumido en la violencia del narcotr¨¢fico. Despu¨¦s de varios intentos fallidos para entrar a Estados Unidos como un inmigrante irregular, Valente y sus hijos montan una pizzer¨ªa ¡°en un mundo de tortillas de ma¨ªz.¡± Entorno al negocio, los capos de la droga, los caciques y la violencia nos revelar¨¢n la vida en el M¨¦xico norte?o actual.
En esa zona del pa¨ªs, en Mexicali (Baja California), naci¨® Daniel Sada en 1953. Pas¨® la mayor parte de su infancia en Coahuila, tambi¨¦n en el norte, y cuando no ve¨ªa pel¨ªculas de rancheros le¨ªa los libros de autores cl¨¢sicos que su profesora del colegio le prestaba. Asimil¨® el ritmo y la m¨¦trica de la Il¨ªada y la Odisea y de varios cuentos de la India y a?os despu¨¦s comenzar¨ªa con poemas sus andanzas en la escritura. En 1971 se fue a la ciudad de M¨¦xico y escrib¨ªa en el tiempo libre que le dejaba su trabajo en el mercado donde se encargaba de recibir camiones de fruta.
Fue a algunas clases en la Facultad de Filosof¨ªa y Letras de la UNAM pero sinti¨® que no encajaba en esa ¡°literatura de cub¨ªculo.¡± Necesitaba la calle y su oralidad. As¨ª que estudi¨® periodismo y, cuando termin¨® la carrera, se fue a Culiac¨¢n (Sinaloa) para ser reportero en el peri¨®dico Noreste. Los cinco a?os que permaneci¨® ah¨ª le dieron ¡°oficio¡± para ser escritor. Obtuvo una beca en el m¨ªtico Centro Mexicano de Escritores y Juan Rulfo y Salvador Elizondo lo guiaron en la realizaci¨®n de su novela Lampa vida.
Luego hizo libros de cuentos, tres poemarios, otras novelas e imparti¨° talleres literarios. Pese a su ¡°vanguardista estilo¡±, no pasaba de ser ¡°un escritor local¡±. El chileno Roberto Bola?o dijo que Sada ten¨ªa ¡°una de las obras m¨¢s ambiciosas de nuestro espa?ol, comparable ¨²nicamente con la de Lezama Lima. Aunque, como sabemos, el barroco de Lezama es del tr¨®pico y el de Sada sucede en el desierto¡±. En 2008 obtuvo el Premio Herralde de Novela por Casi nunca y entonces la cr¨ªtica y los lectores comenzaron a volcarse sobre ¨¦l.
Dice el cr¨ªtico mexicano Armando Alan¨ªs que ¡°tal vez resulte un poco dif¨ªcil para el lector espa?ol adentrarse en el lenguaje colorido y tumultuoso de Sada, en su peculiar sintaxis, en sus desiertos plet¨®ricos de palabras. Pero vale la pena el esfuerzo. El lector espa?ol tendr¨¢ as¨ª acceso a un mundo tragic¨®mico, a unos personajes que sufren y gozan, y a una imaginaci¨®n sin l¨ªmites.¡±
Daniel Sada muri¨® en el hospital a causa de una insuficiencia renal el mismo d¨ªa en que el gobierno mexicano le otorg¨® el Premio Nacional de Ciencias y Artes en la categor¨ªa de Ling¨¹¨ªstica y Literatura, los dos ejes de su vicio y vocaci¨®n.
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