Un joven indignado llamado Gald¨®s
El dramaturgo Ernesto Caballero rescata la versi¨®n sin censura de ¡®Do?a Perfecta¡¯
¡°Do?a Perfecta est¨¢ escrita por un joven novelista exasperado ante el fracaso del proyecto liberal que pretend¨ªa modernizar la Espa?a de su ¨¦poca y anticipa el anhelo de regeneraci¨®n de nuestra vida pol¨ªtica y social caracter¨ªstico de toda la literatura noventayochista¡±. As¨ª expresa el dramaturgo Ernesto Caballero la esencia de lo que le pasaba a Benito P¨¦rez Gald¨®s, ¡°un joven indignado¡± cuando escribi¨® su novela en 1876, que posteriormente reconvirti¨® en una obra de teatro en 1896, pero autocensurada, sujeta a las convenciones del teatro de la ¨¦poca y en la que elimin¨® pasajes fundamentales. De ah¨ª que el montaje que se estrena ma?ana (y permanecer¨¢ hasta el 30 de diciembre) en el Teatro Mar¨ªa Guerrero est¨¦ basado en la versi¨®n que Caballero ha hecho partiendo del texto narrativo. ¡°La novela es m¨¢s libre, es m¨¢s elocuente, m¨¢s expresiva, est¨¢ m¨¢s despojada de la hojarasca ret¨®rica del XIX, y adem¨¢s tambi¨¦n tiene un componente ¨¦tico que hoy en d¨ªa el teatro lo puede plasmar, cosa que en la ¨¦poca de Gald¨®s era imposible, el caso es que hizo casi un drama de mesa camilla donde los parlamentos m¨¢s mollares, que caracterizan a los personajes, desaparecieron, mientras que leyendo la novela piden a gritos salir a escena¡±.
Este es la primera puesta en escena que Caballero hace siendo director del Centro Dram¨¢tico Nacional y para ella ha elegido a Gald¨®s, porque quiere llevar a este organismo a los que se considera patriarcas del teatro espa?ol contempor¨¢neo, entre los que encontramos a un Gald¨®s, a¨²n por redescubrir como dramaturgo. Su intenci¨®n es llevar al CDN un repertorio de dramaturgia espa?ola contempor¨¢nea que parte de Gald¨®s y termina en los j¨®venes, jovenc¨ªsimos nuevos autores. De ah¨ª que luego estar¨¢n los valle, los lorca, la generaci¨®n del 27, los mihura, los jardieles y los que tengan que venir. ¡°Se trata de un patrimonio cultural que hay que cuidar porque nos enriquece como individuos y nos permite reconocernos como sociedad¡±.
Durante su etapa quiere que haya un discurso que est¨¦ en coherencia con su proyecto y Gald¨®s es una voz fundamental. Considera al autor canario un novelista dramaturgo: ¡°Sus novelas son dialogadas, he descubierto un gran dialogador al margen de sus obras de teatro, porque hay un autor encriptado en la novela, incluso en los Episodios Nacionales, con una gran potencialidad teatral, como en Do?a Perfecta, donde vemos como se transforman los personajes y como avanzan a partir del dialogo; esto de toda la vida se ha llamado teatro, en La Celestina, en Gald¨®s y en Valle-Incl¨¢n y ha sido una grat¨ªsima sorpresa¡±, dice entusiasmado este hombre que lleg¨® al CDN despu¨¦s de desfilar desde el teatro m¨¢s marginal hasta los grandes escenarios, tanto con sus propias obras como en sus muchas puestas en escena.
Do?a Perfecta se convirti¨® en pel¨ªcula en dos ocasiones, pero quien estaba previsto que la llevara a la gran pantalla por primera vez era Luis Bu?uel, uno de los m¨¢s fervientes admiradores de Gald¨®s, al que recurri¨® en Nazar¨ªn, Viridiana y Tristana. Pero el productor mexicano le hizo una larga cambiada y finalmente la rod¨® Alejandro Galindo. ¡°Me he acordado mucho de Bu?uel montando la obra y le he tenido muy en cuenta, Bu?uel trasladaba a Gald¨®s a los a?os cuarenta, que es el siglo XIX del siglo XX, pero no s¨¦ c¨®mo hubiera sido su Do?a Perfecta, aunque hubiera potenciado aspectos que eran los propios de su po¨¦tica; mi Do?a Perfecta parte, por lo menos esc¨¦nicamente, del aqu¨ª y ahora, pero en un abrir y cerrar de ojos est¨¢s en el XIX, algo que es muy deliberado porque en muchos aspectos de nuestra vida social contempor¨¢nea el retorno al XIX est¨¢ claro, y te pilla lo decimon¨®nico en lo que menos te esperas¡±, dice Caballero quien sostiene que los espa?oles no nos hemos desprendido del fracaso del liberalismo que fue el siglo XIX: ¡°Creo que lo arrastramos desde entonces, de hecho es algo que ha contaminado todo el siglo XX y parte del XXI¡±.
Este eterno joven dramaturgo, de mirada infantil, considera que es un poco triste al tiempo que irrisorio que150 a?os despu¨¦s de esta obra aun se debata en nuestra sociedad la no intromisi¨®n de la iglesia en la vida pol¨ªtica. ¡°Gald¨®s denuncia el clientelismo pol¨ªtico y la exacerbaci¨®n de la reivindicaci¨®n localista, los de Orbajosa piensan que todos los males vienen de Madrid, incluso hay un grito de ¡®?Viva Orbajosa, muera Madrid!¡¯. Curiosamente esa Orbajosa esta ensimismada, se mira el ombligo, se ve a s¨ª misma como una sociedad victimista, donde cualquier sonido de progreso es percibido como una agresi¨®n, donde se recela del que viene de fuera¡±, apunta al hablar de una ciudad que es el Macondo galdosiano. Se le pregunta a Caballero si le suena a algo esto que dice y s¨®lo susurra: ¡°Cae por su peso: la incapacidad de ponerse en lugar del otro al convertir la cr¨ªtica en invectiva, la discrepancia ideol¨®gica reducida a una confrontaci¨®n de bandos irreconciliables, la dificultad para emprender un proyecto de pa¨ªs integrador y cohesionado; es lo que hace que esta obra sea de tan rabiosa actualidad¡±.
Lo que est¨¢ claro es que Caballero ha tratado en todo momento de potenciar y situarse en la mirada de Gald¨®s: ¡°Es una obra escrita con rabia, un texto de denuncia de un joven indignado, sin embargo tiene una mirada muy indulgente, algo muy cervantino, incluso con los personajes que m¨¢s fustiga, habla de c¨®mo hemos fracasado por la incapacidad de dialogar¡±. Desde que Caballero se sumergi¨® en Do?a Perfecta ha estado pregunt¨¢ndose de d¨®nde viene la incapacidad de los espa?oles para el di¨¢logo, cu¨¢les son las fuentes de nuestra permanente confrontaci¨®n: ¡°?l lo plasma de manera sobrecogedora en alguien de hace 150 a?os. Gald¨®s hace un drama, una tragedia de familias, no es casual que los personajes que chocan sean familia, algo muy nuestro, y traza un relato, partiendo del simbolismo de pretensi¨®n realista, que en muchos momentos es tragic¨®mico y prefigura los esperpentos¡±. Mientras habla de la obra transmite pasi¨®n por este autor que tiene claro que est¨¢ por descubrir. ¡°Como Ibsen tiene algo de finisecular, ambos beben de muchas corrientes, del simbolismo, del posrromaticismo, las ¨²ltimas obras son surrealistas y enlazan directamente con el mundo de Bu?uel¡±. En esta ha contado en el reparto con un grupo de buenos actores, algunos excepcionales, como Lola Casamayor, Alberto Jim¨¦nez, Israel Elejalde, Jos¨¦ Luis Alcobendas, Diana Bernedo, Karina Garantiv¨¢, Miranda Gas, Jorge Mach¨ªn, Toni M¨¢rquez, Paco Ochoa, Bel¨¦n Ponce de Le¨®n y Vanessa Vega y un equipo encabezado por el escen¨®grafo Jos¨¦ Luis Raymond.
Coincidiendo con las representaciones de Do?a Perfecta la sala Margarita Xirgu del Teatro Mar¨ªa Guerrero acoger¨¢ la exposici¨®n Gald¨®s y la realidad, comisariada por Andr¨¦s Pel¨¢ez, director del Museo Nacional del Teatro.
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