El disco de la chica que cay¨® al metro

Quiero que el disco sirva b¨¢sicamente para dar las gracias¡±.

Esta declaraci¨®n, viniendo de cualquier artista conocido, sonar¨ªa a una frase manida m¨¢s dentro de los esquemas de una promoci¨®n al uso, pero dicha por Danays Bautista adquiere un significado completamente distinto.

Madrid, mayo de 2010. Un titular en prensa conmovi¨® a mucha gente: ¡°Una carrera silenciada por el metro. Un tren amputa el brazo izquierdo a una guitarrista ciega que cay¨® a la v¨ªa¡±. En el cuerpo de la noticia pod¨ªa leerse: ¡°Danays Bautista, que se qued¨® ciega de ni?a, es guitarrista, cantante y compositora de jazz latino. La mujer, cubana, de 37 a?os, baj¨® al and¨¦n de Nueva Numancia (l¨ªnea 1) para coger el metro y llegar a tiempo a su cita. Pero no lleg¨® nunca. Un tren le seg¨® el brazo izquierdo cuando se cay¨® entre dos vagones. Los m¨¦dicos del hospital Gregorio Mara?¨®n iniciaron ayer por la tarde una intervenci¨®n en el quir¨®fano para intentar recuperar ese brazo, el mismo con el que aparece en decenas de v¨ªdeos en Internet tocando la guitarra en distintos escenarios, como la sala Clamores de Madrid¡±.

Tres intervenciones quir¨²rgicas, pero Danays no pudo recuperar su brazo.

Hubo un momento en que me pregunt¨¦: '?Me mor¨ª o no me mor¨ª?'. Luego sent¨ª, por el dolor tan tremendo, que no, que la muerte no pod¨ªa doler tanto"

Madrid, 30 de noviembre de 2012. Esa mujer recibe al periodista con voz dulce y juvenil. No tiene superado el accidente, pero s¨ª lo suficientemente asumido como para recordarlo, por mucho dolor que le produzca: ¡°Hubo un momento en que me pregunt¨¦: ¡®?Me mor¨ª o no me mor¨ª?, ?me van a seguir pasando ruedas por encima?¡¯. Yo me sent¨ªa empapada en sangre, como si me hubieran arrojado un cubo encima, y me dec¨ªa: ¡®Uf, esto tela, aqu¨ª no queda mucho¡­¡¯. Luego sent¨ª que no me hab¨ªa muerto, por el dolor tan tremendo. Pensaba: ¡®No, as¨ª no puede ser estar muerto, no puede doler tanto¡¯. Hasta que un hombre, Manuel, al que casi le debo la vida, baj¨® a recogerme a las v¨ªas, me agarr¨® como pudo, me sac¨®, llam¨® al Samur¡­ Al principio, no ten¨ªa mucha conciencia de lo que me hab¨ªa pasado, de las secuelas, si podr¨ªa volver a caminar, si me habr¨ªa quedado tetrapl¨¦jica¡­ Me dol¨ªa todo tanto¡­ Pero no solo f¨ªsicamente, tambi¨¦n sent¨ªa el dolor que iba a volver a causar a mi familia, a mi madre y mi hermana, que viven en Cuba¡­ Durante ese tiempo, cuando ven¨ªan a visitarme los amigos, les ped¨ªa que no habl¨¢ramos del accidente, no pod¨ªa revivirlo; pero lleg¨® un punto en que me di cuenta de que ya s¨ª. Fue como un mes despu¨¦s. Y eso me liber¨® mucho. Hubo un mecanismo, algo en mi interior, que se solt¨®. Me dec¨ªa: ¡®Tienes dos opciones, Danays, o te quedas pensando en qu¨¦ desgracia todo, o sigues para adelante¡¯. Esto es lo que hay, hay que seguir adelante. No es que digas: ¡®Ya lo tienes superado¡¯, no es eso; pero s¨ª asumido. Mis amigos dicen que me ven muy bien, pero es un acto vital, de buscar una manera de no venirme abajo; pero lo paso mal, aunque trato de ir arriba, de pensar que tocar fondo solo ha de servir para salir¡±.

Madrid, mayo de 2012. Concierto en el colegio mayor San Juan Evangelista de Madrid. T¨ªtulo: Cubismo. Danays volv¨ªa a desplegar su anch¨ªsima sonrisa en compa?¨ªa de estupendos m¨²sicos cubanos: Luis Guerra, Reinier Elizarde, Rafael ?guila, Michael Olivera y Yuvisney Aguilar. Danays se levantaba del suelo por segunda vez. ¡°Adem¨¢s de lo que duele el cuerpo, lo m¨¢s complicado es reaprender a vivir; todos los detalles de la vida diaria est¨¢n pensados para ver y tener dos manos; cuando eso te falta, tienes que estar pensando cada momento c¨®mo hacer cada cosa. Y agota mucho. El destino ha decidido ponerme a prueba. No soy religiosa, pero s¨ª creo que hay una inteligencia en la vida que act¨²a, con un objetivo de aprendizaje; que la vida no puede consistir solo en venir e irte. Nos fijamos demasiado en la muerte y poco en el acto del nacimiento. Yo creo que hay un proceso¡±. Para el compositor y percusionista Michael Olivera, que conoci¨® a Danays en La Habana hace 12 a?os y desde hace uno vive en Madrid, ¡°ella es una clave de inspiraci¨®n, una gu¨ªa para saber c¨®mo superar situaciones dif¨ªciles; el disco suena fresco, con unos colores muy lindos¡±. Para Luis Guerra, pianista y compositor, que lleg¨® a Madrid hace dos a?os procedente de Canad¨¢, ¡°Danays es la persona m¨¢s optimista que conozco; siempre est¨¢ arriba, arriba, arriba, y esa energ¨ªa se nota en el disco; me encanta, compadre¡±.

La Habana, mayo (de nuevo mayo) de 1978. ¡°Perd¨ª la visi¨®n con cinco a?os. Tengo como un bache en la memoria. Pero s¨¦ que estaba en La Habana, en mi casa, que fuera hab¨ªa un chico corriendo, un ladr¨®n o alguien as¨ª, huyendo de un poli, y que yo sal¨ª a la puerta de casa a buscar a mi pap¨¢. En ese momento, al poli se le dispar¨® el arma, y la bala me entr¨® en la cabeza. No mor¨ª porque no toc¨®¡±.

Para m¨ª las prioridades son la tranquilidad y la sensaci¨®n de libertad; aprender a vivir aqu¨ª y ahora, porque a veces nos agobiamos por tonter¨ªas"

Madrid, junio de 2008. Danays Bautista llega a Madrid, con el contacto de Gladston Galliza, un m¨²sico brasile?o tambi¨¦n ciego, que recientemente se ha vuelto a Belo Horizonte: ¡°Soy muy apegada a los afectos y el primer a?o en Madrid fue superduro. Cada noche so?aba que estaba en Cuba. Pero era un reto personal, y sent¨ªa que crec¨ªa, que todos los d¨ªas descubr¨ªa cosas, que era una persona aut¨®noma. Vine para obligarme, para salir del nido. En Cuba siempre tuve trabajo, desde que acab¨¦ la carrera de m¨²sica, pas¨¦ cinco a?os tocando en un local importante de jazz. Pero siempre estuve sobreprotegida y sent¨ªa las ganas de crecer, personal y profesionalmente, en la m¨²sica, que desde ni?a ha sido mi gran vocaci¨®n y es lo que me da la vida¡±. ¡°De Madrid me gusta sobre todo que es un sitio muy cosmopolita. Adem¨¢s, aqu¨ª hay muchos m¨²sicos muy buenos. Y he notado que la gente nos tiene mucha estima a los cubanos. Pero lo que me agobia es el ritmo de una capital; todo se mueve muy r¨¢pido, la gente va como si el universo se acabara en s¨ª mismo, sin pensar que hay m¨¢s gente alrededor. Justo por la ¨¦poca del accidente, me acuerdo que le dec¨ªa a mis amigos: ¡®Ahora ya me siento m¨¢s hecha, m¨¢s en casa¡¯. Pero despu¨¦s, otra vez a empezar casi de cero. Quiz¨¢ eso fue lo que pas¨® el d¨ªa del accidente, porque la gente me dice: ¡®Qu¨¦ insensibles, ?por qu¨¦ no te ayudaron?¡¯, pero yo creo que hab¨ªa poca gente, que todo fue muy r¨¢pido, y seguro que cada uno iba a lo suyo, pensando en sus cosas, mirando el m¨®vil, y ni se percataron de que yo me dirig¨ªa al vac¨ªo entre los dos vagones¡±.

No es mayo, sino oto?o. Fr¨ªo y luminoso en Madrid. Danays Bautista nos recibe en la galer¨ªa del palacete madrile?o que ocupa la Sociedad General de Autores de Espa?a (SGAE). Esta organizaci¨®n y la Fundaci¨®n Orange han hecho posible que el sue?o musical de Danays, a pesar de la crisis, a pesar de todos los duros mayos en su vida, siga avanzando. Nos ha citado para hablarnos del disco Live, que recoge aquel concierto, Cubismo, de aquel otro mayo, ese s¨ª, plenamente primaveral. ¡°Del disco, para m¨ª el gran saldo, lo especial que tiene, es toda la parte emotiva, inmensa, toda la implicaci¨®n de sentimientos de tantas personas involucradas, de c¨®mo han ido encajando todas las piezas humanas. Y eso yo creo que se nota en lo que se escucha, toda esa parte sensitiva, de emoci¨®n¡±. ¡°Musicalmente es una mezcla de g¨¦neros, ¨¦pocas, compositores. Quer¨ªa mostrar la variedad de mi tierra, desde habaneras hasta temas de la nueva hornada de compositores¡±. ¡°En los ¨²ltimos meses, todo ha sido muy sorprendente, han estado llegando las sorpresas a oleadas. La m¨²sica y los amigos me dan la vida. Ahora, adem¨¢s, tengo que estudiar mucho el piano, porque yo era guitarrista. Y ahora el piano es la manera que tengo de componer. Tengo las palabras en la boca, pero necesito una lengua. Y esto es nuevo para m¨ª¡±. ¡°Mi principal apoyo e ilusi¨®n es la m¨²sica. Desde ni?a tuve claro que era mi vocaci¨®n. En casa escucho mucho jazz, y a Mahler, Stravinski, Shostak¨®vich, m¨²sica cubana y brasile?a, pero con el jazz como leitmotiv. La m¨²sica y la gente, la comunicaci¨®n con mis amigos y mi familia, me mantienen activa. Mi madre y mi hermana est¨¢n en Cuba, pero en Espa?a tengo una especie de mami de adopci¨®n, y es como otra pata de mi familia¡±.

Madrid, 30 de noviembre de 2012. Danays se marcha al d¨ªa siguiente a Zamora a continuar el entrenamiento con Alma, la perra labrador que le ayudar¨¢ a ganar confianza en sus movimientos por la gran ciudad acelerada: ¡°He vuelto a coger el metro [con la compa?¨ªa mantiene un pleito por lo que ella y sus abogadas consideran un fallo de seguridad en la red de transporte], pero siempre acompa?ada. Yo sola soy incapaz. Con Alma estamos buscando recuperar autonom¨ªa. Pero sigo bloqueada. Hay un mecanismo interno que me frena. Para m¨ª ahora cualquier posici¨®n de no saber qu¨¦ hay delante me genera mucha angustia; vuelvo a sentir que el pie se me queda en el aire y caigo al vac¨ªo; es un bloqueo en el subconsciente, de quedarte suspendida en ninguna parte¡±. Suspendida en aquella estaci¨®n de Nueva Numancia que le pareci¨® el fin de su l¨ªnea vital.

19 de diciembre de 2012. Ser¨¢ v¨ªspera de la entrada del invierno. Danays Bautista se pondr¨¢ guapa y presentar¨¢ ante los periodistas su Live, nueve temas con su voz en¨¦rgica, limpia y bien afinada, jazz¨ªstico unas veces, c¨¢lidamente caribe?o otras, recogido tambi¨¦n en boleros como Veinte a?os. Con mucho filin. Con temas compuestos por ella misma y por Luis Barber¨ªa y Vanito Brown (miembros de Habana Abierta), y grandes de la m¨²sica cubana como Margarita Lecuona, Mar¨ªa Teresa Vera, Marta Vald¨¦s y Jos¨¦ Antonio M¨¦ndez. ¡°En mi cabeza se me ha quedado algo grabado, es como un gran signo de interrogaci¨®n; tengo que comprender qu¨¦ me quiere ense?ar la vida a partir de dos golpes tan duros, alg¨²n significado han de tener. El mandato natural es vivir; me gustar¨ªa ser una persona feliz haciendo m¨²sica. Y estar tranquila. Para m¨ª las prioridades son la tranquilidad y la sensaci¨®n de libertad interna; aprender a vivir aqu¨ª y ahora, porque a menudo nos agobiamos mucho por tonter¨ªas; y tener la oportunidad de devolver tanto que he recibido¡±. Y superar ese miedo a (literal) caer.