Fontella Bass, gloriosa voz negra
La creadora de ¡®Rescue me¡¯ comenz¨® y termin¨® cantando m¨²sica religiosa
Fontella Bass muri¨® el mi¨¦rcoles 26 de diciembre en su St. Louis natal; ten¨ªa 72 a?os y hab¨ªa sufrido un ataque al coraz¨®n a principios de mes. Cantante de poderosa garganta, rica en recursos expresivos, Fontella est¨¢ identificada por Rescue me, arrollador tema de soul que ella ayud¨® a componer. ?xito global a mediados de los sesenta, se trata de una de esas piezas que han terminado retratando aquella d¨¦cada, por su impetuosa l¨ªnea de bajo y su urgente mensaje.
Para muchos, por tanto, podr¨ªa encarnar el prototipo del one hit wonder, el artista de un solo ¨¦xito. En realidad, Fontella disfrut¨® de una vida musicalmente rica, que parti¨® del g¨®spel y lleg¨® hasta el jazz de vanguardia. Casada con el trompetista Lester Bowie, participar¨ªa en discos del Art Ensemble of Chicago como la banda sonora de Les estances a Shophie.
Sin embargo, Fontella representaba mejor el arquetipo de la cantante de soul: familia musical, ya que su madre hab¨ªa actuado con Clara Ward; formaci¨®n en la iglesia, donde aprendi¨® piano y ¨®rgano; el salto a la m¨²sica profana, como opci¨®n profesional con muchos reparos morales; el maltrato en una industria que se aprovechaba de la abundancia de talento. En St. Louis, Bass trabaj¨® como instrumentista y vocalista dentro de la banda de Oliver Sain, que acompa?aba a Little Milton. Tambi¨¦n conect¨® con Ike Turner, uno de los m¨¢s astutos (y peligrosos) cazatalentos del momento. Finalmente, fich¨® para Chess, el luminoso sello de Chicago.
El sello Chess est¨¢ mitificado por sus grabaciones de blues y rock and roll, pero se tiende a olvidar que tambi¨¦n vivi¨® una tercera edad de oro con el soul a mediados de los sesenta, gracias a Billy Stewart, The Dells, Sugar Pie de Santo, Gene Chandler, Etta James o el mismo Little Milton. Fontella triunf¨® haciendo duetos como Don't mess a good thing, con Bobby McClure; como solista, su Rescue me fue uno de los discos m¨¢s vendidos en la historia de la compa?¨ªa.
Desdichadamente, como era demasiado habitual, apenas fue recompensada. Tuvo luego un ¨¦xito menor con Recovery pero se sinti¨® estafada. Abandon¨® Chess y se instal¨® en Par¨ªs, que a finales de los sesenta acogi¨® con los brazos abiertos a su marido y a otros exiliados del rebelde free jazz. De vuelta en Estados Unidos, a veces con la ayuda de Lester, grab¨® discos excelentes que demostraban su talento compositivo; editados por peque?as compa?¨ªas, como Paula, pasaron desapercibidos.
Regres¨® al g¨®spel, una m¨²sica que suele perdonar a sus fugitivos. Era madre de cuatro hijos y eso tambi¨¦n requer¨ªa su dedicaci¨®n. Ocurri¨® que sus joyas siguieron sonando en circuitos especializados, en el northern soul brit¨¢nico y en su equivalente estadounidense de la beach music; aunque no recib¨ªa royalties, su nombre se dec¨ªa entre susurros.
Para su asombro, dos d¨¦cadas despu¨¦s de su impacto, Rescue me volvi¨® a ambientar anuncios y bandas sonoras. Fontella pleite¨® para que se reconociera que era coautora de la pieza. Su nueva fama permiti¨® que sacara No way tired (1995) en el sello Nonesuch, con distribuci¨®n internacional.
Tambi¨¦n gir¨® por Europa, con el proyecto From the root to the source y, m¨¢s tarde, con su hermano David Peaston y el grupo Voices from St. Louis. Sab¨ªa exactamente lo que se esperaba de ella pero ¡ªcomo se pudo ver en su concierto en Galapagar, en diciembre de 2000¡ª insisti¨® en interpretar su cancionero religioso antes de deleitar a los espectadores con vibrantes recreaciones de Rescue me y dem¨¢s maravillas de la era Chess.
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