Dos joyas de la zarzuela en una
El teatro madrile?o estrena un programa doble que junta ¡®La reina mora¡¯ y ¡®Alma de Dios¡¯ Las m¨²sicas son del compositor de principios del siglo XX Jos¨¦ Serrano Jes¨²s Castej¨®n es el director de escena
Tres palabras claves, como en la Revoluci¨®n francesa. Aunque, por compleja que sea, la tarea a la que se enfrenta Paolo Pinamonti no es ni tit¨¢nica ni sangrienta como la toma de la Bastilla. El italiano, director del teatro de la Zarzuela desde octubre de 2011, est¨¢ empe?ado en darle vigor y sacar a relucir un g¨¦nero l¨ªrico muchas veces olvidado. Y para ello, tal y como explic¨® el d¨ªa de su nombramiento, ha encontrado tres v¨ªas: recuperaci¨®n, difusi¨®n y formaci¨®n. De la primera, en concreto, ha tirado Pinamonti para elegir el programa doble que su teatro estrenar¨¢ a partir de ma?ana: La reina mora y Alma de Dios, de los hermanos ?lvarez Quintero y de Carlos Arniches y Enrique Garc¨ªa ?lvarez, respectivamente, ambas con m¨²sica del compositor Jos¨¦ Serrano.
¡°Es un homenaje, a la vez, a un gran m¨²sico del siglo pasado y al g¨¦nero chico¡±, explica Pinamonti en una conversaci¨®n que pide sea en espa?ol, ¡°para practicar¡±. Tambi¨¦n es su estreno de facto al frente del teatro de La Zarzuela, ya que todas las anteriores representaciones llegaban de otros teatros europeos.
Para su primera ruta en el oc¨¦ano de la zarzuela, el italiano ha recurrido a un lobo de mar del mundillo: el director catal¨¢n Jes¨²s Castej¨®n. ¡°Hay muy poca gente que conoce, domina y ama el g¨¦nero como ¨¦l¡±, aseguraba Juan Manuel Cifuentes, uno de los actores del reparto, en la rueda de prensa de presentaci¨®n de la obra. De hecho, fue Castej¨®n quien escogi¨®, de todo el repertorio de Serrano, representar y juntar precisamente La reina mora y Alma de Dios, que considera ¡°dos joyitas del g¨¦nero chico¡±.
De la uni¨®n de un sainete costumbrista andaluz (La reina mora) y una comedia l¨ªrica (Alma de Dios) de comienzos del siglo XX Castej¨®n ha sacado un solo espect¨¢culo, ambientado entre los m¨¢s recientes cincuenta y sesenta. ¡°Quiero que la Zarzuela mezcle convenci¨®n y modernidad y que no se convierta en un museo¡±, defiende Pinamonti. Aunque la aportaci¨®n de Castej¨®n va bastante m¨¢s all¨¢ del cambio de ¨¦poca. ¡°Ambas obras est¨¢n versionadas. Hemos quitado casticismos y arnichismos y las escenas que no aportaban nada. Pero he dejado algunos t¨¦rminos desconocidos, porque el p¨²blico tambi¨¦n tiene que hacer sus deberes. Al final el oficio te acaba guiando, aunque antes ten¨ªa terror¡±, reconoce el director catal¨¢n.
Tambi¨¦n ten¨ªa, y a prop¨®sito, algo de desconocimiento previo. ¡°La reina mora no lo he visto representado en mi vida. Y Alma de Dios solo lo vi en 1977¡±, cuenta Castej¨®n. Y como ¨¦l muchos, que seguramente desconozcan por completo dos obras que Pinamonti considera ¡°injustamente olvidadas¡±. Tanto que, adem¨¢s de la representaci¨®n en escena, La Zarzuela proyectar¨¢ durante tres lunes y con entrada libre, a partir del 21 de enero, dos adaptaciones cinematogr¨¢ficas de La reina mora y una de Alma de Dios.
El cine es una de las flechas en el arco de Pinamonti para alcanzar a nuevos p¨²blicos. ¡°Los j¨®venes ven la zarzuela como un espect¨¢culo de abuelos. Necesitamos ense?ar una imagen simple y contempor¨¢nea; no hay que adaptar el g¨¦nero a esa audiencia, sino simplemente hacer que se acerque a ello. Si la juventud viene, se queda¡±, sostiene el director italiano.
A poco m¨¢s de un a?o del comienzo de su gesti¨®n, Pinamonti saca un balance ¡°muy positivo¡± de su experiencia. Acogido con cierto escepticismo y la desconfianza que conlleva ver a un italiano al mando de un g¨¦nero exquisitamente espa?ol, el director cree que su nacionalidad est¨¢ siendo una ventaja: ¡°A veces el casticismo te pone unas gafas que te impiden ver algo m¨¢s que hay en la obra¡±.
Sea como fuere, Pinamonti est¨¢ familiarizado con la l¨ªrica espa?ola desde hace d¨¦cadas. Tanto que, en 1987, en el Teatro La Fenice de Venecia, se encarg¨® de rescatar y restrenar El amor brujo, del compositor Manuel de Falla, que no se representaba desde 1915: ¡°Una de las cosas que m¨¢s ilusi¨®n me hace de mi trabajo es reproponer algo que hab¨ªa desaparecido¡±. Es decir, en una palabra clave, recuperaci¨®n.
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