Esa cosa llamada amor

¡°En proporci¨®n muy pocas historias te cuentan qu¨¦ pasa cuando llevas m¨¢s de diez a?os comiendo perdices¡±, escribe ?lex Rigola en el programa de mano de su precisa s¨ªntesis dramat¨²rgica de Maridos y mujeres, la pel¨ªcula de Woody Allen que ahondaba en los autoenga?os y la desintegraci¨®n del amor poco antes de que la vida privada del cineasta diera un giro inesperado. Al cine siempre le ha resultado m¨¢s rentable narrar la construcci¨®n del amor que su disoluci¨®n. Blue Valentine, de Derek Cianfrance, que llega acaso demasiado tarde a las pantallas espa?olas ¡ªaunque nunca es tarde si hablamos de pel¨ªculas tan an¨®malas y arriesgadas como esta¡ª, pertenece, pues, a esta extra?a familia: su relato transcurre en dos tiempos que el montaje paralelo convierte en haz y env¨¦s de la misma moneda rom¨¢ntica. El enamoramiento de una joven pareja puntuando la cr¨®nica de la larga noche en un grimoso motel de citas que extender¨¢ el acta de defunci¨®n a la relaci¨®n.

Alumno del cineasta experimental Stan Brakhage en Colorado, Cianfrance ha tenido una carrera extra?a: debut¨® a finales de los a?os noventa con un largo muy bien recibido por la cr¨ªtica, in¨¦dito en nuestro pa¨ªs ¡ªBrother tied (1998)¡ª, pero pronto consagr¨® su carrera a los documentales de tema musical hasta que Blue Valentine le reconcili¨® con la ficci¨®n. Su ¨²ltimo trabajo, The place beyond the pines, de nuevo con Ryan Gosling en cabeza de reparto, tiene previsto su ¡ªesta vez puntual¡ª estreno espa?ol a finales de marzo. Por su juego con el tiempo y la erosi¨®n del sentimiento, Blue Valentine, con un Gosling y una Michelle Williams portentosos, podr¨ªa ser pariente de Dos en la carretera (1967), de Stanley Donen, y de 5 x 2 (2004), de Fran?ois Ozon.