Larga vida al rock (para toda la familia)
Pese a atravesar un periodo de sequ¨ªa compositiva, Fito y Fitipaldis se entretienen con una gira por teatros que acaba de terminar
Fito Cabrales reconoce haber sido el tipo m¨¢s indisciplinado del mundo. Pero se ha hecho mayor. Al frente de Fitipaldis acostumbra a arrasar en las listas de ventas y, consciente de su estatus, cada d¨ªa baja al local de ensayo con su libreta y su guitarra para satisfacer a quienes le demandan un nuevo disco tras casi cuatro a?os de silencio. Pero, de momento, no le sale nada. ¡°Soy m¨¢s feliz cuando tengo 10 canciones en el caj¨®n, pero no las tengo¡±, se resigna Fito al otro lado del tel¨¦fono. Mientras espera de nuevo la llegada de la inspiraci¨®n, ha estado ocupado con una gira que le ha llevado por teatros de todo el pa¨ªs y que ha acabado de forma triunfal el domingo tras cinco d¨ªas llenando el Circo Price madrile?o. Es la ant¨ªtesis de esos tours que acostumbra a hacer durante meses cada vez que publica material nuevo.
¡°No s¨¦, ni sabr¨¦ nunca, por qu¨¦ no pudimos tocar en diciembre¡±, se pregunta Fito refiri¨¦ndose a la cancelaci¨®n de los conciertos que ten¨ªan previstos a finales del a?o pasado en el Palacio Municipal de Congresos. Los eventos del Madrid Arena llevaron al cierre preventivo del recinto y a la suspensi¨®n de los espect¨¢culos, para los que no quedaban entradas. ¡°Era un concierto sentado y tranquilo. Y al final, despu¨¦s de la suspensi¨®n acabamos convertidos en un folio esperando en un despacho. Lo dimos por perdido¡±.
Antes cualquier tonter¨ªa la trabajabas m¨¢s y ahora no estoy ni dos horas con ella. Es un s¨ªntoma de hacerse mayor
Problemas burocr¨¢ticos a un lado, hacer una gira por teatros siempre ha estado entre sus planes, si bien fue una opci¨®n que nunca lleg¨® a materializarse. ¡±Siempre acabas aparcando las cosas que creen que son maravillosas¡±, dice. Hay algo de impredecible en la carrera de este bilba¨ªno, circunstancias que hasta a ¨¦l le cogen por sorpresa. ¡°Pensaba en la idea de sentir a la gente en teatros, de forma m¨¢s natural. Fitipaldis naci¨® con esa vocaci¨®n, pero luego la vida te l¨ªa y se te olvida¡±. ?l dice que es un l¨ªo de la vida, pero fue mucho m¨¢s que eso: cansado de Platero y t¨², formaci¨®n que lideraba desde principios de los noventa, fund¨® su propia banda en 1998 como un divertimento de bar, casi familiar. A?os despu¨¦s, despachaban millones de copias por cada lanzamiento.
Reconoce que, por cuesti¨®n del ¨¦xito, se siente algo forzado a tocar en pabellones y plazas de toros. ?l se refiere a estas giras, con decenas de trabajadores involucrados, como giras ¡°de los Stones¡±. ¡°Bueno, Stones pero con crisis¡±, recalca. Ahora buscaba algo distinto: menos decibelios (¡°en un teatro no puedes reventar cabezas¡±), nuevos aires para sus canciones (¡°no me gustan las bandas que tocan igual en un teatro que en un pabell¨®n¡±) y un ambiente mucho m¨¢s familiar de lo que acostumbra (¡°se agradece no tocar a la una de la madrugada sin un gin tonic de la mano¡±).
El cambio de aires, dice, le ha sentado bien y le ha ayudado a ahuyentar los fantasmas surgidos de meses de aridez creativa. ¡°La gira me ha hecho de b¨¢lsamo, como una forma de decir ¡®no te preocupes¡¯. Aunque en el fondo sea una forma de enga?arme a m¨ª mismo¡±, comenta Fito. Es verdad, sus ¨²ltimos conciertos llegan sin material nuevo que promocionar. Aunque, seguro que el cantante tiene material empezado con el que volver al tajo, tras la gira, las pr¨®ximas semanas. ¡°Bueno, he avanzado un poco y ya tengo cinco p¨¢ginas de cosas que me gustan¡±.
?No ser¨¢ que ahora, que tiene 46 a?os, es m¨¢s exigente con su trabajo y ya no vale todo? ¡°Lo ¨²nico que me exijo es que me emocione al componerlo¡±, responde Fito. ¡°Pero puede ser que cada vez te emociones menos. De lo que escribo, la mayor parte se va a la basura. Antes hac¨ªas un riff de guitarra y, no era la hostia, ni el My Sharona de los Knack, pero cualquier tonter¨ªa la trabajabas m¨¢s y ahora no estoy ni dos horas con ella. Es un s¨ªntoma de hacerse mayor¡±.
Lleva sin parar desde principios de los noventa, cuando lideraba Platero y t¨². Durante esos a?os eran habituales las canciones sobre todo tipo de des¨®rdenes nocturnos. A?os de excesos han apaciguado al bilba¨ªno, ahora m¨¢s preocupado porque su p¨²blico m¨¢s joven encuentre acomodo en sus directos. ?Qui¨¦n lo hubiera dicho hace una d¨¦cada? Fito se ha vuelto m¨¢s familiar. ¡°Nunca mejor dicho. Las familias aprovechan esta gira, ahora ves a muchos ni?os, con los que simpatizo mucho¡±, explica Fito. La imaginer¨ªa m¨¢s cl¨¢sica del rock dice que los camerinos no son los espacios m¨¢s aconsejables para los menores. Ahora Fito se emociona si un chaval va a verlo despu¨¦s de un concierto. ¡°Me hace especial ilusi¨®n ver a un ni?o disfrazado de Fito, con su boina y sus patillas falsas¡±. El rock and roll, dice, ha perdido su esencia primitiva, de cuando era esencialmente un arma para los adolescentes. ¡°Tienes que llegar a la gente m¨¢s joven. Me parece genial que en primera fila haya gente que no sabe si eres portada de la Rolling Stone, si molas o no. Eso es lo bonito. ?Viva el rock!¡±.
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