El teatro europeo busca la supervivencia
Jean-Louis Colinet, Ulrika Josephsson, Sofia Jupither y Jos¨¦ Luis G¨®mez denuncian, al tiempo que buscan salidas, la precariedad del teatro en el viejo continente El proyecto 'Ciudades en Escena' desembarca en Madrid con 'Fragmente', de Lars Nor¨¦n, y el mes que viene con 'Exils', de Fabrice Murgia
Hace unos a?os tan solo era un sue?o de Jean-Louis Colinet, s¨®lido y brillante hombre del teatro europeo y director del Th¨¦?tre National de la Communaut¨¦ Fran?aise (Bruselas, B¨¦lgica). Lo compart¨ªa con otros c¨®mplices y lograron unirse para poner en pie Cities on Stage/Ciudades en Escena. Junto al teatro de Colinet se seleccionaron otros cinco teatros de diferentes pa¨ªses: el Folkteatern, de Suecia, el franc¨¦s Th¨¦?tre de l?Od¨¦on, el Teatrul National Radu Stanca de Ruman¨ªa, el italiano Teatro Stabile di Napoli y el Teatro de la Abad¨ªa de Madrid.
Bajo el paraguas de la Uni¨®n Europa (UE), Ciudades en Escena aborda la producci¨®n de espect¨¢culos de la mano de creadores prestigiosos y emergentes en Europa. El proyecto tiene un recorrido de cinco a?os (2011-16), en los que se produce conjuntamente siete montajes, adem¨¢s de encuentros y talleres, con grandes creadores.
En ese contexto llega al Teatro de la Abad¨ªa de Madrid, Fragmente, dirigida por Sofia Jupither y con autor¨ªa de Lars Nor¨¦n, el m¨¢s importante dramaturgo sueco vivo.
Con motivo del desembarco de Ciudades en Escena en Espa?a, han coincidido en Madrid, Colinet, alma de este proyecto, Ulrika Josephsson, mano derecha de Lars Nor¨¦n durante a?os y directora art¨ªstica del Folkteatern y Sofia Jupither, destacada directora del teatro escandinavo. Como anfitri¨®n el director, actor y acad¨¦mico Jos¨¦ Luis G¨®mez. Han hablado del presente y futuro del teatro en Europa y no ocultan el miedo que tienen a la repercusi¨®n de la actual crisis en la escena.
G¨®mez coincide con Colinet cuando este defiende que Ciudades en Escena es un proyecto pol¨ªtico, no s¨®lo art¨ªstico: ¡°Cuando diferentes estructuras del teatro se unen, este acto colectivo, como el nuestro, se convierte indefectiblemente en un hecho pol¨ªtico¡±. El director belga dice que propugnan el encuentro de la pol¨ªtica y la po¨¦tica, de lo ¨ªntimo y lo colectivo: ¡°Es la dial¨¦ctica fundamental; queremos acercar el proceso de creaci¨®n teatral a la gente desde la multiculturalidad de las ciudades, crear lazos de solidaridad entre teatros m¨¢s y menos ricos; vivimos la masacre del capital empobreciendo los bienes comunes con esta pol¨ªtica neoliberal y quiero se?alar, sin amargura, que el mundo de la cultura, que dicen es tan progresista, considera raramente este concepto de solidaridad; vive el mundo en que cada uno va a lo suyo¡±, sostiene Colinet.
Jupither asegura estar sumergida en un tiempo muy confuso y contradictorio: ¡°El teatro se produce en Europa en unas condiciones cada vez m¨¢s dif¨ªciles, las administraciones dedican menos fondos, no s¨®lo por la crisis econ¨®mica, tambi¨¦n por esa postura que cree que la cultura es para una peque?a ¨¦lite y no necesita apoyo¡±.
Lo que est¨¢ claro para los cuatro es que el futuro del teatro est¨¢ ligado al futuro de Europa: ¡°No sabemos en qu¨¦ se va a convertir este continente, pero lo cierto es que todos los Estados que transitan la crisis lo primero que hacen es cortar presupuestos relacionados con el bien com¨²n y social, las pensiones, la protecci¨®n social, la sanidad, y la cultura, as¨ª que simult¨¢neamente se destruyen los fundamentos sobre los que se ha construido la sociedad¡±, dice Colinet que califica esta estrategia de muy peligrosa. ¡°Pero al neoliberalismo le gusta el riesgo, me asombra comprobar que los que est¨¢n en el origen de la crisis, son los mismos que hoy atacan a la sociedad y dan opiniones sobre la buena gesti¨®n del Estado, cuando son los peores gestores que hay¡±.
Los tres que escuchan a Colinet asienten con la cabeza cuando ¨¦l afirma: ¡°La crisis actual no es algo coyuntural, sino estructural, y por tanto tenemos miedo por lo que vaya a suceder con el teatro, con todo; una de las maneras de reaccionar es a trav¨¦s de la uni¨®n en la cultura, en el teatro, como hacemos modestamente con este proyecto¡±.
¡°Necesitamos urgentemente cultura y teatro para reflexionar sobre lo que sucede, pero este feroz capitalismo se lleva la cultura por delante¡±, dice la directora sueca, mientras su compatriota, Josephsson, muestra su preocupaci¨®n porque el lenguaje que utiliza el ¡®feroz capitalismo¡¯ penetra en las gentes del teatro: ¡°Empezamos a utilizar la terminolog¨ªa monetaria, es horrible¡±.
G¨®mez cree que el teatro ha sobrevivido de manera inexplicable durante muchos siglos y es el juego m¨¢s exquisito y simb¨®lico que ha inventado el hombre: ¡°Aporta el placer especifico que nace del juego, pertenece a las necesidades de la gente en su b¨²squeda del placer; un placer inteligente que ofrece un poderoso espejo que no da respuestas, pero ayuda a lanzar preguntas¡±, apunta el acad¨¦mico de la Real, que cree que desde los cl¨¢sicos grecolatinos el teatro es la historia del poder: ¡°De eso no se puede prescindir, me sonrojo cuando veo que representantes p¨²blicos ignoran que es el instrumento m¨¢s poderoso que tiene el ser humano, con el que se vertebra y se socializa¡±.
Tras la presentaci¨®n en Madrid de Fragmente, el mes que viene se presentar¨¢ dentro del Festival de Oto?o a Primavera, en Madrid, la primera producci¨®n de Ciudades en Escena en la que bajo el nombre Exils, escrita y dirigida por Fabrice Murgia.
Babelia
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