La ministra de Cultura de Francia avisa: ¡°Estamos hartos de Amazon¡±
Aur¨¦lie Filipetti arremete contra la pol¨ªtica de venta de libros de la tienda ¡®online¡¯
A Francia se le ha acusado a lo largo de la Historia de chovinismo, de mantener una actitud inmovilista y de falta de dinamismo. Pero hay algo de lo que sus ciudadanos pueden estar orgullosos: la sinceridad y el lenguaje claro con el que su Ministerio de Cultura defiende la industria cultural del pa¨ªs en todas las instancias. Y eso incluye la ausencia de miedos y complejos a la hora de criticar ciertas pr¨¢cticas de las grandes multinacionales. El gabinete que dirige Aur¨¦lie Filipetti no se resigna a que el sector cultural, clave para la identidad y la econom¨ªa del pa¨ªs, acabe arrastrado por la crisis. Y ha vuelto a hacerlo saber.
Si hace unos meses el Gobierno atacaba a Google por la indexaci¨®n de informaciones de la prensa y, posteriormente, a Apple y otras multinacionales por su ¡°pirater¨ªa fiscal¡± (en palabras de la ministra de las Pymes, Fleur P¨¦llerin), esta vez ha sido la titular de Cultura la que ha criticado a Amazon, el mayor vendedor de libros en todo el mundo, por sus pr¨¢cticas comerciales, que considera restrictivas de la competencia. ¡°Hoy todo el mundo est¨¢ harto de Amazon, una compa?¨ªa que, por su pr¨¢ctica de dumping, tira abajo los precios con el fin de penetrar en los mercados para despu¨¦s, una vez en una posici¨®n de cuasimonopolio, hacer que los precios vuelvan a subir¡±, declar¨® la ministra el lunes durante su encendida intervenci¨®n en el II Encuentro Nacional de Libreros celebrado en Burdeos. ¡°El sector del libro y de la lectura¡±, a?adi¨® la ministra, ¡°debe competir con determinados operadores que emplean todos los medios para introducirse en el mercado del libro franc¨¦s y europeo, lo que resulta destructivo para las librer¨ªas¡±.
Adem¨¢s de anunciar que tomar¨¢ medidas al respecto, la ministra, seg¨²n informaba ayer el diario Le Monde, reflexionar¨¢ sobre la posibilidad de prohibir la acumulaci¨®n de la gratuidad de los precios de transporte (en un pedido de libros) y la reducci¨®n del 5% sobre el precio de los libros. Filipetti tambi¨¦n dijo, en una entrevista a la prensa regional, que ¡°no es normal que Amazon vulnere la ley del precio ¨²nico al instalarse en Luxemburgo y no pagar una fiscalidad justa en Francia¡±. Amazon no marca descuentos inferiores a lo establecido por la ley, pero los editores consideran que vulnera el esp¨ªritu de la misma al a?adir a los descuentos previstos la gratuidad de los precios de transporte.
Filipetti ya critic¨® impl¨ªcitamente en 2012 a Amazon, en un discurso dirigido a los editores. En esta ocasi¨®n ha remarcado su apuesta por David frente a Goliat al anunciar un nuevo plan de ayudas dirigido a los libreros independientes por valor de nueve millones de euros, de los que el Gobierno pondr¨¢ hasta dos millones y el resto ser¨ªa aportado por los editores. Su finalidad: impulsar la modernizaci¨®n de las librer¨ªas y la venta en Internet de los libreros independientes franceses.
Ese plan ha sido corroborado por el Sindicato Nacional de la Edici¨®n, que ha anunciado otro plan de ayuda, de 7 millones de euros, financiado por la bajada del IVA (del 5,5 al 5%) aplicable al libro en 2014. En declaraciones recogidas por Le Monde, el presidente del Sindicato, Matthieu de Montchalin, se mostr¨® alborozado por el apoyo de la ministra: ¡°Jam¨¢s hemos tenido conocimiento de un plan en favor de las librer¨ªas de tales dimensiones¡±.
Esta toma de postura tiene lugar en pleno debate, entre las autoridades culturales francesas y la sociedad, del llamado Informe Lescure sobre la excepci¨®n cultural en la era digital. Dicho informe propone ¡°defender con fuerza, en las negociaciones comerciales bilaterales y multilaterales, la especificidad del tratamiento de los servicios culturales¡±.
Este texto no est¨¢ centrado en el sector editorial sino, particularmente, en los servicios audiovisuales y en la oferta de contenidos en Internet. Sin embargo, est¨¢ imbuido del mismo principio rector al que Francia se aferra para garantizar la supervivencia de su industria cultural: que una concepci¨®n maximalista y ultraliberal de la libertad de comercio pone en riesgo la existencia de una oferta cultural diversa como alternativa a la oferta de las multinacionales.
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