?ltimos d¨ªas de la v¨ªctima

¡°Yo creo que usted sabe perfectamente por qu¨¦ la quieren matar, pero tambi¨¦n creo que a usted no le importa qui¨¦n decide el fin, usted o el asesino¡±, dice Esteban Fuster, el comisario encarnado por Leonardo Sbaraglia, en una de las escenas de?Sola contigo, un thriller del argentino Alberto Lecchi que no siempre parece controlar su tono y que, en ocasiones, cae en el di¨¢logo o la situaci¨®n rutinaria, pero acaba revel¨¢ndose mucho m¨¢s an¨®malo y enigm¨¢tico de lo que parece. La frase del personaje de Sbaraglia y la cita de uno de los grandes nombres can¨®nicos de la novela negra, que se desliza h¨¢bilmente en la trama, abre una fisura desde la que desentra?ar el ambiguo misterio que sostiene el conjunto.

En Sola contigo, Ariadna Gil encarna a un personaje en zona de turbulencia: una mujer que intenta recuperar la custodia de sus hijas, perdida tras un suceso traum¨¢tico que se desvelar¨¢ en el punto estrat¨¦gico previo al desenlace. No resulta f¨¢cil escribir sobre una pel¨ªcula como la de Lecchi: analizar su singularidad implicar¨ªa destriparla. Baste decir que, de una manera radicalmente distinta a la de ¡°El callej¨®n¡±, el reciente deb¨² del cr¨ªtico Antonio Trashorras, invoca a la m¨¦dula del psycho-thriller como ritual, como danza macabra entre una v¨ªctima y su acosador. La pel¨ªcula de Trashorras apostaba por la estilizaci¨®n declaradamente pop y los ecos del giallo, referencias que Lecchi desde?a a favor de la mirada subjetiva, el aislamiento y el desamparo de su personaje central dibujando un Buenos Aires de tonos fantasmales. Sola contigo no revoluciona el g¨¦nero, pero tras su aspecto de ejercicio meramente correcto se ocultan interesantes turbulencias y una atrevida meditaci¨®n sobre las corrientes ocultas de los ¨²ltimos d¨ªas de la v¨ªctima.