El ingeniero que dom¨® el Sol
Federico Molero, baluarte de la defensa de Madrid, dise?¨® en la URSS en 1945 una central pionera de energ¨ªa solar
Una nueva m¨¢quina utilizar¨¢ la energ¨ªa del Sol. El titular de la noticia del Morning Bulletin de Rockhampton (Australia) el 5 de febrero de 1945 es preciso. El texto cuenta a ra¨ªz de una noticia del Chicago Daily News que el espa?ol Federico Molero ha desarrollado en Tashkent, capital de la Rep¨²blica sovi¨¦tica de Uzbekist¨¢n, una planta que utiliza la energ¨ªa solar para producir vapor. Noticias similares de la ¨¦poca se pueden encontrar ¡ªgracias, Google¡ª en la prensa de Estados Unidos y en notas de agencia como Associated Press. Poco o nada apareci¨® en Espa?a. Porque aqu¨ª, Federico Molero (Almer¨ªa, 1908-Madrid, 1969) estaba destinado a ser uno de esos personajes perdidos en una vieja enciclopedia, una nota borrada en alguna reedici¨®n.
Hasta que su yerno, Jos¨¦ Manuel Naredo, economista y premio Nacional de Econom¨ªa y Medio Ambiente, coincidi¨® hace unos a?os con Valeriano Ruiz, Catedr¨¢tico de Termodin¨¢mica de la Universidad de Sevilla, en un tribunal de una tesis doctoral. Este recuerda el encuentro: ¡°A la vuelta en AVE desde Zaragoza, Jos¨¦ Manuel, que no es muy de hablar, me coment¨® que su suegro se hab¨ªa dedicado a la energ¨ªa solar en los a?os cuarenta en la URSS¡±.
Al poco, Ruiz fue a ver la documentaci¨®n que Naredo guardaba de su suegro. ¡°Era impresionante. Molero hab¨ªa desarrollado plantas de energ¨ªa termosolar en el C¨¢ucaso en los cuarenta y no ten¨ªamos ni idea¡±, cuenta Ruiz, hasta hace un a?o presidente de la patronal termosolar. ¡°Es ir¨®nico que un hombre nacido en Almer¨ªa, donde ahora est¨¢ la central de experimentaci¨®n solar puntera, desarrollara esta tecnolog¨ªa hace 70 a?os en la URSS¡±.
Naredo rebusca en su chal¨¦ en Madrid entre los papeles de Molero y reconstruye la apasionante biograf¨ªa, hija del agitado siglo XX. Molero, cuyo padre era un ingeniero militar de Almer¨ªa, queda hu¨¦rfano de padre muy ni?o. Su madre lo lleva a Madrid, donde estudia en el colegio del Pilar, aprende idiomas y finalmente se matricula en Ingenier¨ªa de Caminos. A principios de 1930 se afilia al Partido Comunista y ese a?o termina la carrera. En 1931 ingresa en el escalaf¨®n de la direcci¨®n general de Obras Hidr¨¢ulicas del Ministerio de Obras P¨²blicas. Trabaja en Almer¨ªa y en la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Guadarrama. En 1934, la Junta de Ampliaci¨®n de Estudios le env¨ªa seis meses a Denver (Estados Unidos) a visitar obras hidr¨¢ulicas.
Sus centrales produc¨ªan hielo con energ¨ªa solar en el C¨¢ucaso en la d¨¦cada de los a?os cuarenta
La Guerra Civil le sorprende en un balneario en Sobr¨®n (Burgos), donde realizaba una cura. Alquila un coche y, acompa?ado por su esposa, Mar¨ªa Luisa Bravo, emprende regreso a Madrid. Simula ser un rico industrial cuya mujer tiene un embarazo de riesgo que va a Madrid a un tratamiento. Mar¨ªa Luisa esconde los carn¨¦s comunistas en una media y as¨ª sortea los controles de los sublevados. El diario Ahora narr¨® a toda p¨¢gina su peripecia y describi¨® a Molero como ¡°alto, de rostro bronc¨ªneo y porte aristocr¨¢tico¡±.
La Rep¨²blica pronto utiliza sus conocimientos. ¡°Como ingeniero, duplic¨® la tra¨ªda de agua del Canal de Isabel II [entonces llamado Canales del Lozoya], lo que permiti¨® a Madrid soportar tres a?os de asedio¡±, cuenta Naredo, un destacado economista y estad¨ªstico que narra fascinado los logros de su suegro: ¡°?l cre¨® el primer arrastre en Navacerrada. Se trata de un teletrineo que sub¨ªa a la Bola del Mundo¡±, el pico de 2.265 metros que marca el l¨ªmite entre Segovia y Madrid. Ese arrastre fue usado despu¨¦s, durante la Guerra Civil, para subir obuses a la bater¨ªa de la cumbre.
Molero tuvo un papel destacado en la defensa de Madrid. ¡°Como jefe de Fortificaciones de la capital lleg¨® a tener 30.000 personas trabajando para ¨¦l¡±, seg¨²n cont¨® el propio Molero en un escrito posterior en el que critic¨® que el PCE no le mencionara en un libro sobre esos trabajos. Pese a las dudas, ¡°hay memorias y estudios del asedio de Madrid que atribuyen a Molero un papel fundamental en la improvisaci¨®n de la defensa de Madrid en noviembre de 1936¡±, seg¨²n Santiago Gorostiza, licenciado en Historia y Ciencias Ambientales y doctorando Marie Curie en la Universidad de Coimbra, que estudi¨® a Molero para un trabajo en 2012 sobre la importancia del agua en la defensa de Madrid. ¡°Durante las primeras semanas de la guerra, Molero se?al¨® la importancia estrat¨¦gica de los embalses del norte de Madrid, particip¨® activamente en la defensa de los dep¨®sitos de agua de la ciudad y us¨® su conocimiento de la red de distribuci¨®n y alcantarillado para contraatacar en la Ciudad Universitaria¡±. ¡°Los militares franquistas eran superiores a campo abierto, pero en un entorno urbano los ataques promovidos por Molero a trav¨¦s de las infraestructuras subterr¨¢neas, les cogieron por sorpresa¡±, a?ade.
Tras la guerra, Molero, que adem¨¢s de ingeniero es doctor en F¨ªsicas, emigra a la URSS. Su hija, Mar¨ªa, acudi¨® a?os despu¨¦s, en 1946. En la URSS salta a la pasi¨®n que ya apuntaba en Espa?a: buscar una forma de aprovechar la energ¨ªa del sol. Es nombrado director del Instituto de Energ¨ªa Solar de la Academia de Ciencias. Dise?a unos discos parab¨®licos ¡ªcomo los actuales¡ª que concentraban la radiaci¨®n solar en un punto. No fue algo experimental. ¡°En el C¨¢ucaso lleg¨® a tener plantas de escala industrial¡±.
El C¨¢ucaso, con muchos d¨ªas de sol, pocas lluvias y lejos del frente de la II Guerra Mundial, es el lugar ideal para que Molero comience sus desarrollos. Mar¨ªa, su hija, ya fallecida, contaba hace unos a?os en Madrid que, para ella, su padre era como un mago, porque ¡°fabricaba hielo a partir del sol¡±, ya que una de las centrales se usaba para producir hielo.
En la Guerra Fr¨ªa, los avances tecnol¨®gicos de la URSS se siguen con inter¨¦s en Occidente. Las noticias sobre los desarrollos de Molero hablan de poner en regad¨ªo vastas zonas de la URSS con energ¨ªa solar. ?l puso en marcha un laboratorio avanzado de energ¨ªa solar en la URSS y fue el responsable del ¡°dise?o de una caldera solar para la producci¨®n de vapor recalentado a partir de la energ¨ªa concentrada por paraboloides de revoluci¨®n sobre rodillos¡±, seg¨²n el libro La electricidad termosolar. Historia de un ¨¦xito de la investigaci¨®n, coordinado por Ruiz y que reserva a Molero el papel de pionero.
Pero el inter¨¦s por la energ¨ªa solar pronto se marchita. ¡°En Tashkent, en los a?os sesenta, dijeron que con el petr¨®leo no hac¨ªa falta la energ¨ªa solar¡±, cuenta Naredo. La URSS tiene petr¨®leo y apuesta por el carb¨®n, las grandes presas y luego la nuclear. Cuando decae el inter¨¦s, Molero abandona la energ¨ªa solar y pasa a la direcci¨®n de obras hidr¨¢ulicas, defensa de costas y t¨¦cnicas para mejorar el hormig¨®n.
Naredo cuenta que Molero no reneg¨® del comunismo. ¡°Se mantuvo fiel a sus principios y no fue especialmente cr¨ªtico, pero era un tipo raro en ese ambiente. Era como un objeto ex¨®tico dentro del PCE. ?l era m¨¢s un cient¨ªfico que un hombre del aparato¡±. Su yerno recuerda de ¨¦l su amplia cultura y su simpat¨ªa. ¡°Te pod¨ªa recitar una obra de teatro completa o una ¨®pera¡±.
Destacado militante comunista, duplic¨® la tra¨ªda de agua a Madrid durante la Guerra Civil
En 1966 vuelve a Espa?a tres meses con un pasaporte limitado. Un par de a?os despu¨¦s se instala definitivamente en Madrid, donde se embarca en el proyecto del trasvase Tajo-Segura. Tras una operaci¨®n de ¨²lcera de est¨®mago, fallece de peritonitis. Era el a?o 1968 y estaba en plena faena. Hab¨ªa montado un taller enorme en Vallecas (Madrid) para desarrollar una de sus patentes, la que ¡°permit¨ªa hacer canales de gran secci¨®n con una base prefabricada. Levant¨® una base a escala en Vallecas¡±.
La venganza de Molero lleg¨® d¨¦cadas despu¨¦s. La energ¨ªa termosolar pareci¨® renacer en los a?os setenta y ochenta. Es entonces cuando se crea la planta de experimentaci¨®n en Almer¨ªa. Se basa en el mismo principio que utiliz¨® Molero, aunque sin mencionarlo: mediante espejos (bien discos parab¨®licos, o bien canales), concentrar la energ¨ªa solar en un punto o en una l¨ªnea, y ah¨ª, a calentar un fluido.
En los a?os noventa, la tecnolog¨ªa parec¨ªa que no avanzaba lo suficiente, y la energ¨ªa solar fotovoltaica asom¨® como la gran esperanza. Estos paneles no usan espejos para concentrar la radiaci¨®n solar, sino que es la propia radiaci¨®n de onda corta procedente del Sol la que da lugar a una corriente que puede generar electricidad.
Sin embargo, hace una d¨¦cada volvieron los espejos y ahora conviven ambas. En Espa?a, EE UU, el norte de ?frica, China, Sud¨¢frica y el Golfo P¨¦rsico hay enormes centrales con tecnolog¨ªa de espejos para producir electricidad. Sobre el coste de ellas y las primas que reciben hay un complejo e interesante debate, pero esa es otra historia.
Gorostiza explica que el hecho de que Molero no sea tan conocido se debe a que falleci¨® antes de la llegada de la democracia y sin escribir sus memorias. ¡°Es un personaje sobresaliente: por la mezcla de persona de acci¨®n (como prueba su participaci¨®n en el batall¨®n del subsuelo y la organizaci¨®n de la defensa y fortificaci¨®n de Madrid) con su vertiente de ingeniero y obra p¨²blica (Canales del Lozoya) m¨¢s la vertiente cient¨ªfica (investigaci¨®n sobre energ¨ªa solar). Cualquiera de las tres lo har¨ªa digno de menci¨®n: las tres juntas lo hacen fascinante¡±.
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