La brecha por la memoria hist¨®rica revive en un documental
La Seminci estrena una pol¨¦mica pel¨ªcula sobre las colonias franquistas Llanos del Caudillo es la aldea que centra la investigaci¨®n del filme
?Por qu¨¦ en Alemania, Italia o Portugal se borraron por respeto las huellas p¨²blicas del fascismo y en Espa?a no? ?Por qu¨¦ en Espa?a, a diferencia de Argentina o Chile, los cr¨ªmenes de la dictadura siguen impunes? ?Por qu¨¦ la memoria hist¨®rica de Espa?a sigue lastrada por la propaganda de los vencedores? ?Y por qu¨¦, en un lugar de La Mancha, hay un pueblo que se llama Llanos del Caudillo? ?Es que a nadie le escandaliza? Estas son solo algunas las preguntas que plantea el documental Los colonos del caudillo,que ayer se present¨® en la Seminci de Valladolid rodeado de cierta pol¨¦mica ya que sus directores, el alem¨¢n Dietmar Post y la espa?ola Luc¨ªa Palacios, han denunciado el intento de censura previa por parte de uno de los protagonistas del filme, cuyo nombre prefieren no revelar.
Uno de los protagonistas ha amenazado con censurar la pel¨ªcula
En ese lugar de La Mancha, concretamente en ese paisaje llano que conduce a Ciudad Real, comienza el relato visual de una investigaci¨®n que bucea en el nacimiento y destino de una de las 300 colonias que se construyeron al albor del franquismo. Un microcosmos elegido por la pareja de cineastas para contar una historia que va de 1955 a nuestros d¨ªas. La pel¨ªcula, cuya financiaci¨®n se complet¨® gracias a una red de micromecenazgo que cont¨® con la colaboraci¨®n del artista alem¨¢n Daniel Ritcher (quien don¨® una serie de cuatro serigraf¨ªas inspiradas en el rostro de Franco para financiar la posproducci¨®n), busca las ra¨ªces de aquel brote verde fascista que ha sobrevivido al paso del tiempo y que es desconocido para una gran mayor¨ªa. Lugares ut¨®picos creados por el franquismo a la sombra del sistema de la Citt¨¤ nuove, de Mussolini. En ellos, seg¨²n reza una cita de entonces, nacer¨ªa ¡°el nuevo hombre fascista: el hombre antiurbano y antiobrero, apegado a la tierra, temeroso de Dios y devoto al r¨¦gimen, del cual es deudor de todo, casa, tierra y trabajo, bajo el control del partido¡±.
La pel¨ªcula discurre alrededor de los testimonios de vecinos del pueblo, hijos y nietos de colonos; el primer alcalde falangista y el primer maestro; los historiadores Isidro S¨¢nchez y Esther Almarcha; el ingeniero del Instituto Nacional de Colonizaci¨®n Carlos Delgado o el experto en las colonias Crist¨®bal G¨®mez. Pero los dos protagonistas de mayor peso hist¨®rico son el expresidente del Gobierno socialista Felipe Gonz¨¢lez y el exministro franquista Jos¨¦ Utrera Molina, suegro del actual ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, y gobernador civil de las provincias de Ciudad Real entre 1956 y 1962. Tanto Gonz¨¢lez como Utrera Molina hablan sobre su papel e interpretaci¨®n de aquel pasado y sobre la (hoy sepultada) Ley de la Memoria Hist¨®rica.
Una memoria m¨¢s en carne viva que nunca. Seg¨²n los cineastas, una carta remitida desde el bufete de abogados de un hijo de un ¡°importante¡± personaje del filme les amenaza con un secuestro por v¨ªa judicial de la obra al no poder controlar la imagen que vierte de ¨¦l. La carta amenaza con prohibir la exhibici¨®n del filme por da?os y perjuicios a su imagen p¨²blica.
Felipe Gonz¨¢lez y Jos¨¦ Utrera Molina interpretan su visi¨®n del pasado
Los colonos del caudillo se proyect¨® anoche en la secci¨®n de la Seminci Tiempos de historia. ¡°Nosotros vimos la pel¨ªcula y nos gust¨®, por la factura, la tem¨¢tica y su inter¨¦s general¡±, apunta Denis O¡¯Keeffe, programadora del festival. ¡°Es una pel¨ªcula valiente, pero no hay pol¨¦mica¡±, a?ade Javier Angulo, director del certamen. ¡°Nosotros no hemos recibido ninguna comunicaci¨®n. As¨ª que nuestra postura es de absoluta prudencia¡±.
¡°Para nosotros", declara dice el cineasta Dietmar Post, "es m¨¢s que una amenaza, es un ataque a la libertad de expresi¨®n y por eso hemos respondido con contundencia a trav¨¦s de nuestro abogado. Bajo ninguna circunstancia retirar¨ªamos la pel¨ªcula del festival, ser¨ªa ir en contra de lo que significa un Estado de derecho y una democracia. Significar¨ªa una censura previa y pel¨ªculas como la nuestra, que se basan en la libre expresi¨®n y la pluralidad de ideas, as¨ª no se podr¨ªan hacer¡±. ¡°Cualquiera que vea la pel¨ªcula, y la familia de este se?or est¨¢ invitada, ver¨¢ que hay respeto hacia nuestros protagonistas, tambi¨¦n hacia los que se declaran abiertamente franquistas. Somos documentalistas, no hemos manipulado ning¨²n testimonio. Lo entrevistamos en 2008 durante tres horas, pero el resto del material, que quiz¨¢ es lo que ahora tanto les asusta, no vamos a utilizarlo en su contra¡±.
El filme, que se cierra con una espeluznante concentraci¨®n falangista en la plaza de Par¨ªs de Madrid, es un intento de poner luz sobre el agujero negro de la memoria hist¨®rica. Pozo en el que indaga un filme que se topa de bruces con una realidad a la que intenta dar respuesta: en una votaci¨®n entre los ni?os de la escuela de Llanos del Caudillo, hoy un pueblo socialista, la mayor¨ªa de los peque?os vota a favor de mantener el homenaje al caudillo. ¡°?l es, por as¨ª decirlo, el que nos ha dado vida¡±, dice una ni?a.
Babelia
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