Mi amigo, lo inasumible
En su debut como director, el actor Aitor Merino retrata en ¡®Asier ETA biok¡¯ (¡®Asier y yo¡¯) su vieja amistad con el exmilitante de ETA Asier Aranguren, recientemente detenido por la Guardia Civil
Lejos de la distancia de seguridad que un espectador espa?ol puede mantener con respecto a la realidad registrada en una pel¨ªcula tan provocadora y debatible en sus estrategias como The Act of Killing (2012), de Joshua Oppenheimer ¡ªextraordinaria para algunos; sumamente reprobable para otros¡ª, una propuesta mucho m¨¢s modesta ¡ªy, tambi¨¦n, menos sensacionalista y pirot¨¦cnica¡ª como Asier ETA biok (Asier y yo), de los hermanos Amaia y Aitor Merino, tiene el valor de poner las cosas verdaderamente dif¨ªciles a quien quiera acercarse, sin crispaciones, a sus m¨¦ritos y debilidades. Actor que tuvo su gran trampol¨ªn en Historias del Kronen (1995), Aitor Merino toma la voz cantante del documental para meterse en una camisa de once varas tejida en alambre de espino: contar, desde una posici¨®n m¨¢s cercana al afecto que a la perplejidad o a la inquietud, su larga relaci¨®n con un amigo de infancia, un fiel compa?ero de fatigas que, poco despu¨¦s de que el actor viajase a Madrid para emprender su carrera profesional, desapareci¨® del mapa para regresar como miembro de la banda terrorista ETA.
Como se cuenta en la pel¨ªcula, Asier Aranguren cumpli¨® ocho a?os de condena en una c¨¢rcel francesa: el pasado 8 de enero volvi¨® a ser detenido en el marco de la operaci¨®n policial contra los interlocutores del EPPK, bajo la acusaci¨®n de formar parte del grupo de coordinaci¨®n del frente de c¨¢rceles. En un universo c¨ªnico, este ¨²ltimo giro podr¨ªa parecer el ¨²ltimo grito en campa?as promocionales seg¨²n la tradici¨®n de William Castle. Si algo deja claro Asier ETA biok es que ni en su interior ni en sus estrategias hay ni un ¨¢pice de cinismo: altos porcentajes de candor e ingenuidad, s¨ª; algo de torpeza y confusi¨®n, tambi¨¦n pero, sobre todo, un elemento central ya mencionado: el afecto. Y, por supuesto, sus trampas. Y una mezcla no siempre equilibrada de impudicia, atrevimiento e inconsciencia, que a alg¨²n sector del p¨²blico le resultar¨¢ intolerable, pero que no parece responder a otro fin que el de proponer que se hable del asunto, que se dialogue sobre un conflicto traum¨¢tico y la tensa gesti¨®n de un cambio de estrategia.
ASIER ETA BIOK (ASIER Y YO)
Direcci¨®n: Amaia y Aitor Merino.
Documental
G¨¦nero: Pol¨ªtico
Espa?a, 2013
Duraci¨®n: 90 minutos
En sus mejores momentos, Asier ETA biok cuenta la historia de un individuo que intenta comprender ¡ªy lidiar con¡ª la transformaci¨®n de su amigo ¨ªntimo en un enigma inasumible. En ocasiones, Merino intenta paliar el trasfondo del asunto con un sentido del humor que roza lo chirriante: su relato de una detenci¨®n domiciliaria o de un dilema personal referido a un Mundial de f¨²tbol en forma de one man show hist¨¦rico¡ un tono que las muchas implicaciones del contexto vasco no se merecen. El documental alcanza un poderoso valor testimonial en los momentos en que se centra en la figura del padre de Asier, da?o colateral del cierre del diario Egin ¡ªla clausura por la fuerza de un medio de comunicaci¨®n en una democracia, en definitiva¡ª y v¨ªctima de la t¨®xica ampliaci¨®n del campo sem¨¢ntico de ETA. Son escenas y testimonios que en ning¨²n momento justifican la violencia, pero permiten acercarse y entender la mirada del otro lado.
La labor de los hermanos Merino alcanza tres momentos clave cuando la c¨¢mara registra aquello que no esperaba ver, pero en todos ellos Aitor Merino se descoloca y no logra situarse a la altura de las circunstancias ¡ªcosa que, en su descargo, no era precisamente f¨¢cil¡ª: a) el viaje de regreso a Pamplona de Aranguren tras su condena, que incluye una visita hospitalaria a una t¨ªa abuela que regala ¡ªay¡ª una feroz canci¨®n de guerra; y alcanza su cl¨ªmax en un acto homenaje donde se lanzan vivas a ETA ¡ªaqu¨ª el ay se queda corto¡ª; b) una cena familiar de fin de a?o donde se desvela un secreto a la vista del abuelo gudari y la madre esboza una reprimenda al uso de la violencia, ante el discurso sumamente contradictorio y err¨¢tico de Aranguren; y c) un di¨¢logo en la monta?a entre Merino y Aranguren donde el primero recurre a una argucia dial¨¦ctica para formular una pregunta inc¨®moda ¡ª?hay delitos de sangre en el expediente personal del amigo?¡ª y el segundo se escabulle con otra argucia dial¨¦ctica ¡ªun ?acaso importa? que uno no sabe si abre un espacio de ambig¨¹edad o de arrogante insolencia¡ª. La pel¨ªcula ofrece algo in¨¦dito: compartir un territorio de intimidad con un etarra pero, al final, queda la impresi¨®n de que ha quedado m¨¢s expuesto ¡ªy sobreexplicado¡ª Aitor Merino en su candidez que Asier Aranguren en esa opci¨®n de vida que la pel¨ªcula no justifica, pero tampoco desentra?a.
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