Un ¡°experimento¡± reabre Altamira
La cueva recibir¨¢ durante ocho meses la visita de seis personas por semana La reapertura definitiva del monumento se decidir¨¢ seg¨²n el impacto en las pinturas
Las cuevas de Altamira, cumbre del arte rupestre y del patrimonio arqueol¨®gico mundial, reabrir¨¢n t¨ªmidamente sus puertas los pr¨®ximos meses. Concretamente, hasta agosto y con los visitantes (elegidos al azar) disfrazados de investigadores. De este ¡°experimento¡±, aprobado ayer en Santillana del Mar (Cantabria) por el patronato del museo, saldr¨¢ el titular definitivo sobre la reapertura ¡ªo no¡ª de un conjunto que desde la oscuridad de una gruta milenaria a¨²n ilumina, tanto tiempo despu¨¦s, el milagro del hombre y del paso del tiempo.
El desaf¨ªo final es la conservaci¨®n del tesoro en las mejores condiciones, pero sin limitar del todo el acceso del p¨²blico. Esta suerte de pacto entre ciencia y gesti¨®n del Patrimonio es el objetivo prioritario de los investigadores encargados de mimar un tesoro ¨²nico del paleol¨ªtico. ¡°Lo que se ha aprobado es una prueba que es parte del programa de conservaci¨®n¡±, subrayaba ayer por tel¨¦fono Jos¨¦ Antonio Lasheras, director desde hace 20 a?os del Museo Nacional y Centro de Investigaci¨®n de Altamira, que alberga una copia del conjunto. ¡°Llevamos un tiempo evaluando la presencia de los propios investigadores y nos pareci¨® que lo que pod¨ªamos hacer con personal del museo se pod¨ªa llevar a acabo con la colaboraci¨®n de individuos externos¡±.
Descubrimiento y preservaci¨®n de un tesoro ¨²nico
- La cueva de Altamira, en Santillana del mar (Cantabria), fue el primer lugar en el mundo en el que se identific¨® la existencia del arte rupestre del Paleol¨ªtico superior.
- Bisontes, caballos, ciervos, manos y misteriosos signos fueron pintados o grabados durante los milenios en los que la cueva estuvo habitada, en un periodo que va desde hace 35.000 a 13.000 a?os.
- El hallazgo de la cueva de Altamira se debi¨® a Modesto Cubillas, hacia 1868, que avis¨® al experto Marcelino Sanz de Sautuola. Visit¨® la cueva por primera vez en 1875.
- En 1902, el prehistoriador franc¨¦s E. de Cartailhac public¨® Les cavernes orn¨¦es de dessins. La grotte d'Altamira, Espagne. Mea Culpa d'un sceptique, reconociendo su valor original. A partir de este momento, la cueva de Altamira adquiri¨® reconocimiento universal.
- Se abri¨® al p¨²blico por primera vez en 1917 y recibi¨® visitas durante siete d¨¦cadas. Hasta 170.000 al a?o en los setenta. A petici¨®n del Gobierno de Espa?a, la cueva de Altamira fue incluida en la Lista del Patrimonio Mundial en 1985. Desde 2002 est¨¢ vetado el acceso del p¨²blico para su protecci¨®n.
- Para recoger el flujo de visitantes se cre¨® una colosal r¨¦plica del original, inaugurada en 2001 y que ha recibido m¨¢s de 2,5 millones de visitas.
- En 2010 se reconsider¨® la reapertura, por la que apostaba el Gobierno c¨¢ntabro, con su presidente, Miguel ?ngel Revilla, a la cabeza y tambi¨¦n la entonces la ministra de Cultura, ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde. Un informe del CSIC lo desaconsej¨® finalmente.
Esa ¡°colaboraci¨®n¡± tiene como objetivo analizar el impacto en las pinturas de la presencia humana: la temperatura del aire y de la roca, la humedad, la contaminaci¨®n microbiol¨®gica, las filtraciones, los niveles de CO2... De esta manera, se crear¨¢ (en principio, a partir de febrero) un sistema de entrada ¡°aleatorio¡± entre los visitantes del museo programados durante esos d¨ªas. A ellos ¡ªcinco personas por semana¡ª se unir¨¢ un gu¨ªa. De ese modo, el acceso a la gruta ser¨¢ de seis en seis. ¡°Siempre siguiendo unas condiciones determinadas de tiempo y de vestuario¡±, apunta Lasheras. Es decir, atendiendo al protocolo de indumentaria, tiempo y espacio al que est¨¢n obligados los propios investigadores. ¡°Y as¨ª acceder¨¢n¡±, a?ade, ¡°a este experimento f¨ªsico. Despu¨¦s, al rellenar un cuestionario, participaran en otro, esta vez, de naturaleza antropol¨®gica¡±.
Se calcula que en total participar¨¢n 192 personas en los ocho meses que dure la fase de estudio. Los elegidos ayudar¨¢n a definir la futura gesti¨®n del monumento.
Desde la decisi¨®n de cerrarla por ¨²ltima vez, en 2002, a la cueva de Altamira solo entra un contad¨ªsimo n¨²mero personas. Todas ellas, vinculadas a su conservaci¨®n e investigaci¨®n. En 2010, el Patronato del Museo Nacional y Centro de Investigaci¨®n de Altamira acord¨® mantener este r¨¦gimen de acceso y no establecer ning¨²n tipo de visita pese a que se hab¨ªa anunciado la reapertura de la cueva. El entonces presidente de Cantabria, Miguel ?ngel Revilla, manifest¨® su oposici¨®n a que se mantuviese un patrimonio de semejante valor cerrado por m¨¢s tiempo. ¡°Altamira es un activo del que no podemos desprendernos. Cada personalidad que viene a Cantabria quiere visitarla. Tuve que decirle que no pod¨ªa en su d¨ªa a Jacques Chirac y hace poco a Calder¨®n, el de M¨¦xico. Que no, que no hab¨ªa manera, as¨ª por lo menos podemos hacerlo. Yo suger¨ª el otro d¨ªa que hasta pod¨ªamos invitar a Obama. Lo importante es que el s¨ªmbolo lo pueda ver alguien¡±.
Pero ese mismo a?o, un informe del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) desaconsej¨® la reapertura. ¡°Evidentemente, el aislamiento es lo mejor. Pero el Patrimonio tambi¨¦n tiene una ley que cumplir y, como ha se?alado hoy el secretario de Estado de Cultura [Jos¨¦ Mar¨ªa Lassalle, presente en Santillana del Mar], esa ley es el acceso del p¨²blico¡±, apunta el director del museo. ¡°Con Altamira hay mucha responsabilidad, incluso un exceso de prudencia¡±
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