Ejercicios de conquista global
Jason Wu se estrena en Hugo Boss con una colecci¨®n que a?ade c¨®digos masculinos al universo de la ropa femenina
Hay algo de conquista global en el estreno de Jason Wu como director creativo de Hugo Boss. Estamos ante una marca de origen alem¨¢n perteneciente a un grupo italiano (Marzotto) que desfila en Nueva York y que acaba de fichar a la gran realidad de la moda americana de origen taiwan¨¦s-canadiense. Mientras ustedes a¨²n deciden d¨®nde ubicarlo, Anna Wintour dio su dictamen hace 4 a?os, cuando el Council of Fashion Designers of America (la asociaci¨®n oficial de dise?adores estadounidenses, que ella respalda desde Vogue) le concedi¨® el premio a talento emergente. El mismo que promocion¨® tambi¨¦n a Alexander Wang y meci¨® su cuna para que dominara el mundo desde Balenciaga, en esa inteligente jugada de Wintour por tender hilos con el amigo (y el dinero) asi¨¢tico.
Ayer, la directora de Vogue se sentaba en la primera fila de su presentaci¨®n en Nueva York para contemplar los ¨¦xitos de su criatura. Tambi¨¦n estaba Gwyneth Paltrow, que esa misma jornada hab¨ªa revelado su tercera colaboraci¨®n con Hugo Boss, como imagen del nuevo perfume de la firma. En un gui?o deliberado a la divisi¨®n cosm¨¦tica de la firma, Wu cerraba el desfile con Stella Tennant luciendo un esmoquin del mismo corte que el que porta la actriz en el anuncio.
Hubo mucho de ese juego de trasladar los c¨®digos masculinos al femenino sobre la pasarela de Boss en esta primera colecci¨®n para mujer del modisto de 31 a?os (pocos d¨ªas despu¨¦s de mostrar la que firma con su propio nombre). No en vano, la marca ha asentado buena parte de su mercado en el hombre (ah¨ª estaban sentados en primera fila Gerard Butler y Benedict Bumberbatchpara atestiguarlo), pero es consciente de que a¨²n le queda mucho por recorrer en la boyante primera divisi¨®n de las compradoras fashionistas. Como dec¨ªa en privado la propia Paltrow: "Le faltaba algo para convertirse en algo preciado, especial".
Wu parece haber llevado la tarea -o, al menos, el primer paso- a buen puerto. Aunque falte por pulir, su revisi¨®n del uniforme para el trabajo (tirando a sobrio), los abrigos de corte casi militar (con ecos a la Bauhaus) y los vestidos de noche marca de la casa (todos con el largo tirando mucho m¨¢s abajo de la rodilla) logran dotar de consistencia a esta dif¨ªcil tarea de reencaminar el universo Boss. Con una paleta neutra (carb¨®n, azabache, camel, alg¨²n nude), y apuntes op art, el joven que visti¨® a Michelle en las dos investiduras de Obama se declaraba apto para cimentar su nueva senda por la v¨ªa del pragmatismo. Solo falta por ver que la jugada (y la inversi¨®n) se traduce en resultados evidentes para Boss; que sirva para algo m¨¢s que para redoblar sus ventas de perfumes. Con eso ya tendr¨ªan bastante. Pero la ambici¨®n del joven Wu apunta a mucho m¨¢s que eso. La respuesta, tras la excitaci¨®n del estreno, la tendremos en c¨®mo evolucione en las pr¨®ximas temporadas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.