El ¡®mardi gras¡¯ de Nueva Orleans, el carnaval por excelencia de EE UU

Pese a ser uno de los a?os en que m¨¢s tarde ha ca¨ªdo el carnaval en el calendario, el mal tiempo fue el gran protagonista de los desfiles del llamado mardi gras (martes graso en franc¨¦s) en Nueva Orleans, la ciudad de Estados Unidos que m¨¢s celebra el ritual medieval del ¨²ltimo d¨ªa antes del inicio de la cuaresma. La procesi¨®n habitual de carrozas y de bandas de m¨²sica qued¨® en parte deslucida este a?o por la lluvia y el fr¨ªo intenso. De hecho, el desfile arranc¨® al mediod¨ªa a tres grados de temperatura, qued¨¢ndose a solo uno del r¨¦cord del mardi gras m¨¢s fr¨ªo de la historia, el del 14 de febrero de 1899.

Pero ni la inclemencia meteorol¨®gica impidi¨® que miles de personas acudieran como cada a?o a esta procesi¨®n y se repitieran las coloridas y festivas im¨¢genes habituales en esta cl¨¢sica tradici¨®n de Nueva Orleans, que tiene sus or¨ªgenes en el legado colonial franc¨¦s del siglo XVIII. El primer desfile se celebr¨® en 1857 y el martes graso fue declarado festivo por el estado de Louisiana en 1875.

Otras ciudades vecinas en la orilla del Golfo de M¨¦xico celebran carnavales parecidos pero ninguno se acerca a la envergadura del de Nueva Orleans, donde la tradici¨®n medieval no solo ha persistido sino que se ha adaptado a la propia idiosincrasia y huella hist¨®rica. Nueva Orleans fue una localidad de esclavos, por lo que la raza y la identidad cultural siempre han jugado un papel esencial en su historia. No sorprender¨¢, por tanto, que del centenar de carrozas del mardi gras, que desfilan a lo largo de ocho kil¨®metros por la c¨¦ntrica avenida St. Charles, las m¨¢s populares sean las de los reyes negro y blanco que lanzan, respectivamente, al p¨²blico cocos pintados y una suerte de monedas. Este a?o, adem¨¢s, la caravana negra ha tenido un toque reivindicativo, con una fotograf¨ªa colgada en la parte frontal en homenaje al fallecido expresidente sudafricano Nelson Mandela.

Pero el martes de carnaval va m¨¢s all¨¢ de estos dos reyes m¨¢s famosos. La variedad es absoluta: desfilan todo tipo de carrozas, caballos, bandas de m¨²sica y actuaciones de baile. Y como hilo conductor compartido la actitud alegre, el jolgorio, y el colorido de vestidos y m¨¢scaras. Como suele suceder, a la celebraci¨®n acudieron este a?o algunas caras famosas, como la hermana de la cantante Beyonc¨¦ o el cineasta Quentin Tarantino.

Entre el p¨²blico el ambiente fue el habitualmente familiar y festivo, pero este a?o m¨¢s resguardado debajo de paraguas y chubasqueros. Sin embargo, el mal tiempo no ahuyent¨® a muchos asistentes ni tampoco a los m¨¢s precavidos. ¡°Todo es una cuesti¨®n de localizaci¨®n¡±, dijo a la agencia AP April Womack, que junto a su familia durmi¨®, como llevan haciendo dos d¨¦cadas, la noche del lunes en una tienda de campa?a en la avenida St. Charles para garantizarse un sitio privilegiado en la primera fila de las vallas que delimitan el desfile.

Pero no todos prestan tanta atenci¨®n al desfile. Para muchos el mardi gras -como tantos otros carnavales a lo largo del mundo- es en realidad la excusa perfecta para tratar de pasarlo en grande de la mano de numerosos litros del alcohol en el cuerpo, lo que atrae a muchos fiesteros a Nueva Orleans. ¡°Vamos a beber, beber y beber¡±, sentenci¨® un hombre vestido de pirata. ¡°Somos la fiesta que nunca se acaba¡±, terci¨®, por su parte, una chica que acudi¨® con quince amigos a la ciudad. La fiesta por las calles antiguas del barrio franc¨¦s y sus bares dura en teor¨ªa hasta las doce de la noche, aunque en realidad suele alargarse bastante m¨¢s. El frenes¨ª colectivo es de tal envergadura que mientras uno anda por las calles es habitual que se le peguen los zapatos en el suelo fruto de todo el alcohol que se ha vertido durante horas.

Y al margen de los disfraces y el consumo masivo de alcohol, el carnaval de Nueva Orleans genera un tercer ritual bastante m¨¢s prosaico: comer pancakes. Y tiene bastante l¨®gica, pues el concepto del martes graso proviene precisamente de la necesidad de darse un atrac¨®n de comida grasa antes de que se inicie un per¨ªodo de mayor reposo con la cuaresma. Una tradici¨®n que, como es de esperar, exploran con sabidur¨ªa comercial muchos locales de comida de la ciudad.