Una historia verdadera
El resultado es, al mismo tiempo, 'western' y su relevo evolutivo ¨Cla 'road movie'-, documento y simulacro
En 1999, la historia del septuagenario Alvin Straight, que viaj¨® 390 kil¨®metros al mando de su segadora para visitar a su convaleciente hermano octogenario en Blue River (Wisconsin), inspir¨® dos pel¨ªculas tan distintas como la discret¨ªsima?Abilene de Joe Camp III, protagonizada por Ernest Borgnine, y la extraordinaria?Una historia verdadera, de David Lynch, con la celebrada despedida de las pantallas del veterano Richard Fansworth. Es inevitable recordar la peripecia de Alvin Straight al encontrarse con Hassan, el marroqu¨ª que protagoniza El rayo, ¨®pera prima de Ernesto de Nova y Fran Araujo que parte del complejo y delicado trabajo de construir una ficci¨®n con los materiales que aporta la realidad sin filtros.
EL RAYO
Direcci¨®n: Fran Araujo y Ernesto de Nova.
Int¨¦rpretes: Hassan Benoudra.
Espa?a, 2013
Duraci¨®n: 86 minutos.
El rayo propone un singular contrapunto a la manera en que los temas de la crisis econ¨®mica, la muerte de la cultura del trabajo y la inmigraci¨®n aparecen cotidianamente en los peri¨®dicos. Hassan Benoudra, el actor natural que protagoniza la pel¨ªcula, es un trabajador rural que, tras trece a?os en tierra espa?ola, decide volver a Marruecos ante la progresiva falta de trabajo en su pa¨ªs de adopci¨®n: invertir¨¢ sus ahorros en un destartalado tractor ¨CEl Rayo del t¨ªtulo- con el que conducir¨¢, a trav¨¦s de carreteras secundarias e intentando evitar las miradas de la Guardia Civil, hasta Algeciras para emprender el ¨²ltimo tramo de su viaje con destino a Beni Mellal.
Los cineastas no tuvieron que buscar en la prensa para localizar la historia verdadera de Hassan: de alguna manera, fue la propia historia la que llam¨® a su puerta, cuando Hassan compr¨® el tractor a la t¨ªa de Ernesto de Nova. A partir de ese encuentro, Araujo y De Nova pactaron con Hassan registrar el viaje en una pel¨ªcula, permeable al azar y a los encuentros fortuitos, pero tan construida en su puesta en escena como una pieza de ficci¨®n. El resultado es, al mismo tiempo, western y su relevo evolutivo ¨Cla road movie-, documento y simulacro: una ¨®pera prima libre y ajena a todo exhibicionismo, que convoca una firme ilusi¨®n de verdad a trav¨¦s de la impureza y el cruce entre lo vivido y lo representado. Que el actor protagonista ¨Cque se interpreta a s¨ª mismo- no tuviera claro d¨®nde estaba la l¨ªnea que separaba a lo real de lo ficticio aporta un inapreciable valor a?adido a la meditada puesta en escena de los directores.
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