Hans Hollein, arquitecto ecl¨¦ctico y atrevido
Recibi¨® el Premio Pritzker en 1985, cuando era uno de los representantes m¨¢s cualificados del posmodernismo
El arquitecto vien¨¦s m¨¢s conocido de la segunda mitad del siglo XX, Hans Hollein, falleci¨® en su ciudad el pasado jueves a los 80 a?os, despu¨¦s de lo que la familia ha descrito como ¡°una larga enfermedad¡±. ?nico premio Pritzker austr¨ªaco, Hollein recibi¨® ese galard¨®n tempranamente, en 1985, cuando se encontraba en la cumbre como arquitecto posmoderno. Fue su manejo del eclecticismo, su falta de man¨ªas para mezclar sofisticaci¨®n y atrevimiento, lo que le vali¨® el premio. No en vano, el reconocimiento le hab¨ªa llegado por trabajos considerados menores, interiores y comercios que su mano de orfebre convert¨ªa en cofre sorpresa.
Tras estudiar en Viena, en el lllinois Institute of Technology de Chicago tuvo como profesor a Mies van der Rohe, al que no se puede negar que no imit¨®. M¨¢s tarde desde Berkeley, donde continu¨® estudios, recorri¨® Estados Unidos en un viejo Chevrolet rastreando todas las Vienas que hay en ese pa¨ªs. Fue al regresar cuando firm¨® en su ciudad la peque?a tienda de velas Retti que dar¨ªa la vuelta al mundo. El cuidado puesto en el contenedor iba de la mano de un meticuloso trabajo de interiorismo. Corr¨ªa el a?o 1966 y su fama no tardar¨ªa en extenderse por Graben, la gran calle monumental y comercial vienesa donde todav¨ªa hoy pueden visitarse, como si fueran las perlas de un collar, las joyer¨ªas Schullin ¡ªuna con forma de cristal de roca, de 1974, y otra posterior, de 1982¡ª o la tienda de tabacos que firm¨® en 1992. En realidad, se podr¨ªa decir que esa calle peatonal del centro de Viena resume al arquitecto porque m¨¢s all¨¢ de esos menudos y extraordinarios proyectos, en uno de los extremos del paseo, frente a la Catedral de San Esteban, el Centro Comercial Haas Haus est¨¢ ideado con id¨¦ntico cuidado y osad¨ªa. Sin embargo, el atrevimiento pudo, en esta ocasi¨®n, ser excesivo. Frente a la sonrisa que provocan las tiendas, este edificio esquinero suscita sobre todo dudas.
Est¨¢ claro que Hollein dominaba la peque?a escala. Sus teteras, gafas, butacas, mesas, inolvidables joyas y hasta el piano que ide¨® para Bosendorfer Fl¨¹gel en 1990 prueban que dise?aba con la calidad de los antiguos mueblistas y con el cuidado de los joyeros. Tuvo la valent¨ªa de ense?ar a sus alumnos a correr riesgos mezclando estilos y materiales como el m¨¢rmol y el pl¨¢stico. Y los convenci¨® porque ¨¦l mismo fue osado. Cuando su estudio creci¨®, particip¨® en concursos para infinidad de proyectos por todo el mundo: desde las torres de oficinas Media en Viena (2000) hasta la sede del Banco de Santander en Madrid (1993). Algunos de esos trabajos, como el Museo de Arte de Fr¨¢ncfort (1991) o el centro Vulcania en Auvergne (2002), lograron que diera el paso hacia la gran escala al convertirse el primero en una pieza m¨¢s en la ciudad y al organizarse en una suma de partes el segundo. Otros edificios no corrieron la misma fortuna. Las seis torres de viviendas que ide¨® para Taiw¨¢n en los ¨²ltimos a?os no aportan a esa ciudad china la cualidad exquisita que hizo que la revista Progressive Architecture bautizara la Galer¨ªa Richard Feigen, que Hollein construy¨® en 1970 en Nueva York como ¡°Faberg¨¦ arquitect¨®nico¡±, en referencia al c¨¦lebre orfebre de los zares rusos.
Hollein sab¨ªa que la calidad y la sorpresa exigen id¨¦ntico esfuerzo y se empe?¨® en conseguir ambas. Por eso su obra ecl¨¦ctica retrata m¨¢s experimentaci¨®n que ideas fijas. Ir¨®nico y osado, Hollein fue una figura importante en su ciudad. Todav¨ªa lo es gracias a las joyas que salpican la calle Graben casi medio siglo despu¨¦s de inaugurarse. Esos proyectos atestiguan, queda dicho, que fue mejor en la peque?a escala ¡ªo en algunas remodelaciones, como el Museo del Cristal y la Cer¨¢mica de Teher¨¢n (1978)¡ª que en la grande. Por eso, al legado de la osad¨ªa, que aplaudi¨® el Pritzker en 1985, hoy debemos a?adir el de la dificultad de saltar de escala. Es complicado salvar un gran edificio con detalles exquisitos. Es necesario buscar atributos espec¨ªficos seg¨²n el tama?o de cada proyecto.
Babelia
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