De la secta al ¡®best seller¡¯
Anouk Markovits triunfa con ¡®Las hijas de Zalman¡¯, novela inspirada en su vida familiar con los satmar
Anouk Markovits pas¨® los primeros 19 a?os de su vida en Francia, tratando de comprender las motivaciones y deseos de su familia, miembros de satmar, una secta ultraortodoxa jas¨ªdica fundada en el siglo XVIII en Hungr¨ªa y que,entre otras cosas, niega la existencia del estado de Israel, arregla los matrimonios entre sus miembros y restringe el contacto f¨ªsico incluso entre marido y mujer.
Markovits huy¨® de ellos unos d¨ªas antes de casarse con el candidato escogido por sus padres. Nunca m¨¢s volvi¨® a verlos, ni a saber de ellos. Ahora, tres d¨¦cadas despu¨¦s de aquello, la autora se enfrenta a su propia huida en Las hijas de Zalman (Salamandra), una novela con sabor a memoria que naci¨® poco despu¨¦s del 11-S: ¡°Cuando todos y cada uno de los terroristas que hicieron aquello utiliz¨® la religi¨®n como excusa y nosotros contestamos haciendo lo mismo, invocando al Alt¨ªsimo para justificar nuestra venganza. La idea del integrismo religioso tomando el escenario y convirti¨¦ndose en algo omnipresente en los medios de comunicaci¨®n me hizo recordar mi propia experiencia y pens¨¦ que podr¨ªa ser algo sobre lo que escribir¡±.
La escritora, sentada en un bar de Brooklyn, habla con ¨¦nfasis pero haciendo largas pausas para encontrar las palabras adecuadas. Su libro, aupado por las grandes alabanzas de la cr¨ªtica estadounidense, presenta a una familia que huye del Holocausto y narra su complicado camino durante 70 a?os. Obviamente, el libro bebe de las experiencias de la autora, que adem¨¢s pas¨® a?os investigando el entorno al que una vez perteneci¨®: ¡°Muchos periodistas me preguntan por qu¨¦ no escrib¨ª unas memorias en lugar de un libro de ficci¨®n, y esa misma pregunta me hac¨ªan algunos agentes literarios, que solo le ve¨ªan posibilidades al libro si me limitaba a contar mi vida. Pero si hubiera escrito unas memorias solo podr¨ªa explicar mi historia, la historia de la chica que se fue, cuando lo que realmente me interesaba era hablar de los que se quedan. Encontrar eso solo me lo permit¨ªa la ficci¨®n¡±, cuenta Markovits, en cuyo ingl¨¦s se nota el acento franc¨¦s de su juventud, la lengua en la que empez¨® a escribir y en la que siente m¨¢s c¨®moda.
Para preparar el libro, la autora consigui¨® acceder a algunas de las comunidades ultraortodoxas de Williamsburgh, muy cerca de su propia casa, donde curiosamente radican algunas de las ¨²nicas familias satmar que siguen fieles al rito. ¡°Los satmar no estudian el Talmud [el n¨²cleo literario del juda¨ªsmo rab¨ªnico] as¨ª que tuve que investigar cu¨¢l era la relaci¨®n de los miembros con su propia cultura¡±. ?La mayor dificultad? ¡°Bueno, seguramente no convertir a los personajes en sombras, darles entidad. No quer¨ªa que fueran figuritas de papel, quer¨ªa que tuvieran alma. Encontrar esa empat¨ªa, darles esa luz, fue un proceso largo. Supongo que cualquier escritor pasa por lo mismo cuando trata de encontrar su voz¡±.
La escritora no olvida lo que signific¨® dejar a los satmar y empezar de cero: ¡°Yo ten¨ªa 19 a?os y quer¨ªan que me casara con un hombre al que no conoc¨ªa. En realidad no ten¨ªa muchas alternativas: era quedarme, casarme y desaparecer o irme y tratar de vivir. Al mismo tiempo, irme era perderlo todo: amigos, conocidos, familia. Para ellos est¨¢s muerto una vez los dejas atr¨¢s y ese proceso, asumir que est¨¢s solo y que nunca volver¨¢s a hablar con tu madre o tus hermanos, es muy duro y extremadamente traum¨¢tico¡±.
Para Markovits, este es su primer libro en lengua inglesa y a juzgar por el ¨¦xito (se ha vendido ya a una docena de pa¨ªses) no ser¨¢ el ¨²ltimo. ¡°Ha sido algo extra?o escribir en ingl¨¦s, y teniendo en cuenta que he tardado siete a?os en acabarlo, no me voy a quejar¡±, dice sonriendo. Las hijas de Zalman ha recibido los elogios del The New York Times, The Guardian y de revistas literarias, sin olvidar el club de libros de la influyente presentadora Oprah Winfrey. Todo ello ha contribuido a convertir la obra en un bestseller.
La ¨²ltima pregunta parece casi obligatoria: ¡°No, no he recibido ninguna noticia de mi familia, nadie me ha dicho nada del libro. Esas son comunidades muy cerradas, supongo que algunos lo habr¨¢n le¨ªdo pero la verdad es que no lo s¨¦¡±.
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