Guatemala ¡®olvida¡¯ a Miguel ?ngel Asturias

El exilio y la marginaci¨®n que sufri¨® muchos a?os en vida persiguen a Miguel ?ngel Asturias (1899-1974) incluso en la eternidad, ganada por libros cl¨¢sicos latinoamericanos y la concesi¨®n del premio Nobel en 1967. Guatemala, su pa¨ªs, por el que tanto hizo desde la literatura, casi lo ha olvidado y solo tiene silencio para ¨¦l en el 40? aniversario de su muerte, sucedida en Madrid hace hoy cuatro d¨¦cadas.

Una fecha inadvertida en su pa¨ªs y un desprop¨®sito si se considera que Ciudad de Guatemala ha sido nombrada Capital Iberoamericana de la Cultura 2015.

¡°Ni siquiera est¨¢bamos advertidos¡±, reconoce la jefa de informaci¨®n del Ministerio de Cultura, Claudia Vel¨¢squez. ¡°Te agradecemos que nos alertaras. Vamos a emitir un bolet¨ªn al respecto y lo distribuiremos a la prensa¡±. Es el tiempo que corroe la memoria de uno de los precursores del boom latinoamericano por obras como El se?or presidente y Hombres de ma¨ªz.

¡°Ignorar a Asturias¡±, comenta el escritor guatemalteco Gerardo Guinea, premio Nacional de Literatura 2009, ¡°es una muestra de la ignorancia supina del Estado de Guatemala ¡ªque no de alg¨²n Gobierno en particular¡ª con respecto a la importancia que Miguel ?ngel Asturias tiene en la literatura en espa?ol. Algo que da pena y verg¨¹enza ajena¡±.

A?ade Guinea que obras como Hombres de ma¨ªz, publicada en 1949, o El alhajadito (1961), colocan a Asturias como el padre del realismo m¨¢gico, un g¨¦nero que inmortalizara otro gigante, Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, merced a la utilizaci¨®n de un lenguaje magistral, a la vez que m¨¢s accesible al lector. ¡°El problema con Asturias es que fue excesivamente barroco para describir sus realidades. Pero el realismo m¨¢gico est¨¢ en cada una de sus p¨¢ginas, como sigue estando en cualquier barrio popular de toda ciudad latinoamericana¡±.

El nieto del Nobel, Sandino Asturias, hijo de Rodrigo Asturias Amado, el comandante Gaspar Ilom ¡ªdirigente hist¨®rico de la guerrilla¡ª, ve un trasfondo pol¨ªtico en el vac¨ªo hacia el Nobel. ¡°Miguel ?ngel Asturias tiene dos facetas excepcionales y universales. Encabez¨® un movimiento de intelectuales que luchaban contra las dictaduras de su ¨¦poca y puso ante los ojos del mundo la realidad sangrante que se viv¨ªa, y se vive, en este pa¨ªs¡±, dos pecados capitales para la ultraconservadora sociedad guatemalteca, que no se lo perdona.

Todo ello, cuenta Sandino, se tradujo en un vac¨ªo absoluto para Asturias y su obra, al grado que en los peri¨®dicos de la ¨¦poca ¡°estaba prohibido nombrar a Miguel ?ngel¡±, algo que s¨®lo se rompi¨® parcialmente con el otorgamiento del Nobel, ¡°aunque se silenci¨® el premio Lenin de Literatura, que se le concedi¨® en 1965¡±.

Lo anterior explica el actual silencio tanto del Estado como de la sociedad guatemalteca. ¡°Mi abuelo¡±, a?ade, ¡°fue un hombre perseguido y denostado por el poder y por el statu quo porque cuestionaba, precisamente, ese estado de cosas, a la vez que denunci¨® todo el dramatismo de la intervenci¨®n estadounidense en Centroam¨¦rica¡±.

As¨ª las cosas, el cuadrag¨¦simo aniversario de la muerte de Miguel ?ngel Asturias se conmemorar¨¢ en Guatemala s¨®lo en c¨ªrculos intelectuales con un prop¨®sito que puede ser el mejor homenaje para el Nobel: una edici¨®n primorosamente cuidada de sus obras m¨¢s emblem¨¢ticas y a precios que est¨¦n al alcance de todos: unos seis euros en un pa¨ªs donde una cajetilla de tabaco ronda los dos euros.

Su nieto Sandino aprecia un claro trasfondo pol¨ªtico en este vac¨ªo

La militancia pol¨ªtica de Asturias y su compromiso con los grandes sectores de la poblaci¨®n sojuzgados por el r¨¦gimen obligaron al escritor a vivir muchos a?os en el exilio. Par¨ªs, donde resid¨ªa, y Madrid, donde muri¨®, fueron sus ¨²ltimos destinos.

Seg¨²n cuenta Miguel ?ngel Asturias Amado, en declaraciones v¨ªa Internet ¡ªdesde Buenos Aires, donde reside¡ª, fue ¨¦l quien decidi¨® que a su muerte su padre fuera enterrado en el cementerio parisiense de P¨¨re-Lachaise, a pesar de tener los ofrecimientos de Espa?a y Guatemala. Recuerda que el Gobierno de M¨¦xico puso a disposici¨®n de la familia Asturias un avi¨®n para trasladar los restos mortales desde Madrid hasta la capital de Francia.

Al respecto, Sandino Asturias a?ade que fue la decisi¨®n m¨¢s acertada y sabia. ¡°Era totalmente incongruente que los reg¨ªmenes militares tuvieran en Guatemala a Miguel ?ngel Asturias, cuando uno de sus dos hijos, mi padre, estaba en las monta?as de Guatemala con una ametralladora en la mano intentando derrocarlos¡±.

La familia Asturias no descarta que, en el futuro, las cenizas del Nobel puedan llevarse por fin a Guatemala, pero subrayan que, por el momento esas condiciones todav¨ªa no est¨¢n dadas.