Leonor, memoria de los Machado
La sobrina de los poetas Antonio y Manuel cumple 90 a?os y mantiene el recuerdo de aquella familia
Un d¨ªa de principios de julio de 1936, con toda la familia sentada a la mesa como cada domingo, Antonio Machado pidi¨® a su hermano Manuel, el mayor, que se quedara. Que no se fuera de vacaciones como hac¨ªa cada a?o por esas fechas, que permaneciese con ellos en Madrid, donde los rumores de un golpe de Estado eran crecientes. No le convenci¨®. Manuel y su mujer partieron d¨ªas despu¨¦s a visitar a una hermana de ella en Burgos; el resto de la familia qued¨® en Madrid, y all¨ª asistieron al inicio de una guerra que llevar¨ªa a muchos al exilio, y a Antonio Machado, a la muerte en el exilio. Los dos c¨¦lebres hermanos poetas, u?a y carne, nunca volver¨ªan a verse.
Sentada a la mesa, aquel d¨ªa de julio, escuchaba una ni?a de 11 a?os que este mes ha cumplido 90. Una ni?a ¡ªen la expresi¨®n de sus potentes ojos azules sigue si¨¦ndolo¡ª que es la memoria de un apellido. Leonor Machado, sobrina de los poetas Antonio y Manuel; hija de Francisco, el quinto de los cinco hermanos Machado. La ¨²ltima testigo viva en Espa?a ¡ªotra sobrina reside en Chile¡ª de la intimidad de aquella familia.
Leonor cumpli¨® los 90 el 3 de septiembre y este jueves fue homenajeada en una c¨¦ntrica cafeter¨ªa de Madrid, en un acto coordinado por la joven poeta Marina Casado. Una treintena de poetas que ahora empiezan, escritores, editores y profesores de literatura se juntaron para recitar ante ella versos propios y de los tres hermanos Machado que dejaron obra escrita: Antonio, Manuel y el m¨¢s desconocido, Francisco, el padre de Leonor. Ella los escuchaba sonriente e iba terminando en voz baja, como para s¨ª, mientras otros los le¨ªan del papel, algunos versos que conoce de memoria. Al final se levant¨® para recitar tambi¨¦n, dar las gracias y recordar a su padre y a sus t¨ªos: ¡°Deseo haber heredado su sensibilidad¡±.
Ni Antonio ni Manuel Machado tuvieron hijos: se perpetuaron a trav¨¦s de su obra y de las seis hijas de sus hermanos Jos¨¦ y Francisco (otro hermano, Joaqu¨ªn, no tuvo descendencia). Leonor, ahijada de Antonio, recibi¨® ese nombre en honor a Leonor Izquierdo, el gran amor del poeta, la adolescente con la que se hab¨ªa casado en Soria y que hab¨ªa muerto, reci¨¦n estrenada la juventud, en 1912. ¡°?l la record¨® en muchos poemas; y, sin embargo, delante de nosotros nunca la nombraba. Hablar de ella le costaba mucho¡±, cuenta Leonor desde su casa del madrile?o barrio de Chamber¨ª.
Un grupo de escritores y editores festej¨® el cumplea?os recitando poes¨ªa en su honor
Se pone a recordar y recuerda los domingos en la casa familiar en los a?os previos a la guerra: ¡°Se met¨ªan los cinco hermanos Machado en un cuarto y se les o¨ªa re¨ªr como a ni?os...¡±. Recuerda los motes que entre ellos se pon¨ªan: ¡°Antoniar¨®n, Josefar¨®n, Quinaco y Brabancio. El ¨²nico que no consinti¨® ponerse mote fue Manuel¡±. Recuerda cuando, en noviembre de 1936, ya en guerra, las autoridades de la Rep¨²blica enviaron a Antonio Machado a Rocafort (Valencia) para protegerlo, y c¨®mo ¨¦l exigi¨® llevarse a su madre, sus tres hermanos peque?os (Manuel qued¨® en Burgos), las esposas de estos y sus seis sobrinas. Recuerda Leonor aquel a?o y medio con toda la familia enclaustrada en Rocafort. C¨®mo Antonio ¡°escrib¨ªa sin parar¡± y fumaba ¡°hierbas del campo, a falta de tabaco¡±. La tristeza que se instal¨® en su rostro. Las clases de franc¨¦s que impart¨ªa a las sobrinas para que no perdieran los a?os de colegio: ¡°Dec¨ªa: ¡®Estas ni?as no pueden estar en barbecho¡±. Y luego, en 1938, el segundo traslado, a Barcelona, y de all¨ª a Francia, al exilio. All¨ª se separaron los hermanos. All¨ª, en Colliure, morir¨ªa Antonio el 22 de febrero de 1939 ¡ªhace 75 a?os¡ª dejando aquel verso en el bolsillo del abrigo: ¡°Estos d¨ªas azules y este sol de la infancia¡±. All¨ª muri¨®, tres d¨ªas despu¨¦s, la madre de los cinco hermanos Machado.
Leonor Machado, que hab¨ªa sido separada de la familia al entrar en Francia, regres¨® a Espa?a ese mismo a?o ¡ªsola, con 15 a?os, con el art¨ªculo de peri¨®dico que informaba de la muerte de su t¨ªo Antonio escondido en un zapato ¡ª y en Madrid se reencontr¨® con sus padres. Trabaj¨® como empleada en un banco, se cas¨®. Tuvo un hijo, Manuel (que este jueves la acompa?aba en el homenaje), tiene tres nietos. Enviud¨® hace m¨¢s de tres d¨¦cadas. ?Qu¨¦ le ha quedado de los poetas, de su padre, de sus t¨ªos, m¨¢s all¨¢ de sus versos? ¡°Quiz¨¢ el sentir de las cosas¡±, dice, tras pensar unos segundos. Y, por ejemplo, el consejo que dio Antonio Machado a las seis ni?as, en aquellos tiempos convulsos: observadlo todo, dudad de todo.
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