Un cielo estrellado en el asfalto

Nuenen es una ciudad de Brabante, una provincia del sur de Holanda mayoritariamente cat¨®lica, donde tuvo una parroquia protestante el padre de Vincent van Gogh. La iglesia, peque?a y austera, se conserva intacta en medio de un peque?o parque, pero la sombra del artista asoma en cada rinc¨®n. A pocos pasos del templo, inmortalizado en uno de sus primeros cuadros, se encuentra la antigua casa familiar. Ocupada hoy por una mujer sacerdote, en su jard¨ªn aparece a¨²n el anexo que ¨¦l utilizaba para dibujar. Un desnivel del terreno marca el estanque, ya seco, que le inspir¨® cuando dibujaba con frenes¨ª sin apenas comer o dormir. Desde este pueblo, que un d¨ªa le tuvo por el ¡°vecino raro¡±, acaba de lanzarse el A?o Van Gogh 2015 en recuerdo del 125 aniversario de su muerte. En los festejos participar¨¢n B¨¦lgica y Francia, destinos temporales de su b¨²squeda de una voz propia.

Esta vez, el homenaje a Van Gogh se har¨¢ a trav¨¦s de los artistas inspirados por su obra a lo largo del siglo transcurrido desde su muerte. As¨ª, el museo que lleva su nombre en ?msterdam, ha aprovechado para renovar la distribuci¨®n de su exposici¨®n permanente y propone una muestra inesperada: Munch y Van Gogh. El artista noruego y el holand¨¦s llevaron vidas tormentosas y usaron el pincel de forma casi descarnada para expresar sus emociones. El grito es el cuadro m¨¢s conocido de Edvard Munch, pero el rostro desencajado del protagonista puede compararse a los sinuosos senderos, ¨¢rboles retorcidos y reflejos en el agua de Van Gogh. Para los que quieran seguir los pasos, literalmente, del pintor holand¨¦s por Europa, el museo lanzar¨¢ el pr¨®ximo 30 de marzo -en su cumplea?os- El Gran Atlas de Van Gogh.

Todas las ciudades holandesas donde vivi¨®, de Zundert (villa natal) a Etten, y de Helmond a ¡®s-Hertogenbosch (o Den Bosch) han organizado exhibiciones dentro y fuera de sus salas. El museo Kr?ller-M¨¹ller, en Otterlo, se ha centrado en los bodegones. El centro los considera casi autorretratos, porque Van Gogh retrataba los objetos de su vida diaria, y ahora los compara con los de Odilon Redon, Monet, Henri Fantin-Latour o C¨¦zanne, creadores que reprodujeron en Francia escenas y lugares similares. Helene Kr?ller-M¨¹ller fue una de las primeras en reconocer la val¨ªa de Van Gogh, y el centro guarda la segunda mayor colecci¨®n del mundo de su obra, solo por detr¨¢s del museo de ?msterdam. De su lado, el Museo Noordbrabants, abierto en Den Bosch, analizar¨¢ el efecto de su paleta en el dise?o y las artes aplicadas. Y tambi¨¦n en los paisajes del brit¨¢nico David Hockney. Sendas muestras prometen ¡°color a raudales¡± y servir¨¢n de escaparate a nuevos dise?adores.

Van Gogh descubri¨® en Amberes que los tonos usados en su primera etapa holandesa, dominada por la rigidez religiosa y los choques familiares, eran muy oscuros. En la ciudad de Mons, en la provincia belga de Borinage, que ser¨¢ Capital Cultural Europea en 2105, decidi¨® abrazar el arte. Van Gogh en Borinage contar¨¢ con cerca de 70 cuadros dedicados a escenas campesinas, que le sirvieron para soltarse dibujando cerca de los m¨¢s necesitados. Vincent Minelli, el director estadounidense responsable de El loco del pelo rojo, una de las pel¨ªculas m¨¢s famosas sobre el pintor (encarnado por Kirk Douglas), fue a Borinage en los a?os Cincuenta para filmar varias escenas. Una copia restaurada de la cinta ser¨¢ presentada en un festival dedicado al pintor en el cine, con piezas de otros cineastas, como Robert Altman, Maurice Pialat o Alan Resnais.

En Par¨ªs, donde se lanz¨® de lleno a la luz, se ofrece una gu¨ªa por Montmartre para seguir sus pasos, un selecto gabinete con sus dibujos en la Fundaci¨®n Custodia, y claro, la explosi¨®n impresionista del Museo d¡¯Orsay. Es la mayor colecci¨®n de van goghs fuera de Holanda. Para los m¨¢s entregados, Arles, Saint-Remy-de-Provence, y Auvers-sur-Oise abrir¨¢n muestras en su recuerdo.

La ruta del homenaje durar¨¢ un a?o, pero en Nuenen han querido dejar una huella permanente. Para ello, ha inaugurado el primer carril bici fluorescente del mundo. Un camino de 600 metros con un mosaico de cristales que absorben el calor durante el d¨ªa, y brillan de noche, con los colores del famoso cielo estrellado de Vincent. Junto a la casa paterna en la ciudad, sigue tambi¨¦n en pie el domicilio de los Begemann, un acaudalado matrimonio con tres hijas. Una de ellas, Margot, se enamor¨® de Vincent y fue correspondida, pero le prohibieron salir con un tipo que parec¨ªa un iluminado. Ella intent¨® suicidarse y la encontraron a tiempo. Cuando Vincent se dispar¨® en 1870, en un trigal en Auvers-sur-Oise, ten¨ªa 37 a?os. Su hermano, Theo, marchante de arte que le mantuvo econ¨®micamente, falleci¨® pocos meses despu¨¦s, a los 34. Cor, el otro hermano, menos conocido, muri¨® en 1900 luchando en Sud¨¢frica en la guerra de los B¨®eres, los colonos de origen holand¨¦s enfrentados al entonces Imperio Brit¨¢nico. De sus tres hermanas, una fue confinada a una instituci¨®n mental. ¡°Vaya familia para un artista genial ?no?¡±, dicen en Nuenen, un aut¨¦ntico museo al aire libre dedicado al recuerdo del ¡°vecino raro¡±.