La exitosa cosecha literaria de los ochenta inunda las librer¨ªas
Coinciden en librer¨ªas obras de Cercas, Mu?oz Molina, Mar¨ªas, Merino, D¨ªez... Cuatro d¨¦cadas despu¨¦s ellos confirman un panorama in¨¦dito en Espa?a
El idilio de los lectores con los escritores espa?oles de los a?os ochenta no solo contin¨²a sino que se aviva en otras lenguas. Una decena de esos autores, consolidados en aquella d¨¦cada o que empezaron entonces, se dan cita en las librer¨ªas con novedades absolutas u obras del semestre pasado. Es ¡°una generaci¨®n de francotiradores¡±, como la bautiza Juan Jos¨¦ Mill¨¢s, llamados Eduardo Mendoza, Antonio Mu?oz Mu?oz Molina, Javier Mar¨ªas, Luis Mateo D¨ªez, Soledad Pu¨¦rtolas,Almudena? Grandes, Javier Cercas, Jos¨¦ Mar¨ªa Merino, Luis Landero, Julio Llamazares, Rafael Chirbes, Andr¨¦s Trapiello, Carme Riera, ?lvaro Pombo, Arturo P¨¦rez-Reverte, Manuel Rivas, Rosa Montero, Vicente Molina Foix, Enrique Vila-Matas...
Mundos de una galaxia in¨¦dita en el panorama literario espa?ol que nace en la Transici¨®n, tras la muerte de Francisco Franco, como respuesta al experimentalismo -con su especie de destrucci¨®n del lenguaje, un tanto herm¨¦tico- y al realismo social, en palabras de Jos¨¦ Mar¨ªa Merino y Luis Landero, que llegan con La trama oculta (P¨¢ginas de Espuma) y El balc¨®n en invierno (Tusquets).
La libertad les lleva a explorar formas muy diversas de compromiso literario y ¨¦tico e ideol¨®gico, para, a la vez, dar cuerpo a algo formal y est¨¦tico. Nacieron en el posmodernismo y han crecido fuera de ¨¦l
Fue la vuelta del contar, del narrar. ¡°Donde cada uno hace de su propia identidad un arma con la m¨¢xima de libertad¡±, explica Jordi Gracia, cr¨ªtico literario y autor de Derrota y restituci¨®n de la modernidad, 1939-2010: Historia literatura espa?ola 7 (Cr¨ªtica), junto a Domingo R¨®denas. Es el hallazgo de los narradores sobre s¨ª mismos sin coacciones externas ni ideol¨®gicas. La paradoja m¨¢s bonita, agrega, ¡°es que la libertad les lleva a explorar formas muy diversas de compromiso literario y ¨¦tico e ideol¨®gico, para, a la vez, dar cuerpo a algo formal y est¨¦tico. Nacieron en el posmodernismo y han crecido fuera de ¨¦l¡±.
Llegaron hasta ah¨ª como resultado de muchas lecturas de escritores traducidos (ingleses, franceses, italianos, estadounidenses...) y, sobre todo, de los latinoamericanos del boom. "Enriquecen nuestra tradici¨®n extraordinariamente" cuenta Javier Cercas, que acaba de publicar El impostor (Literatura Random House). A la aclimataci¨®n de esas lecturas entre los lectores se suman los espa?oles, dando origen, seg¨²n Gracia, ¡°a una madurez que es se?al de modernidad plena, ?por fin! De aquello que no tuvo la cultura espa?ola durante cuarenta a?os y que lleg¨® despu¨¦s de la posmodernidad¡±.
Es posible que en un futuro otras generaciones nos vean como un bloque, como nosotros vemos a los Rom¨¢nticos
Pero los ochenta nacen en 1976. As¨ª es para algunos expertos y escritores que consideran La verdad sobre el caso Savolta, de Eduardo Mendoza, como la apertura de una nueva narrativa y forma de abordar la literatura y, especialmente, de mirar y reencontrarse con la propia Espa?a. Una generaci¨®n o grupo, seg¨²n Mendoza, ¡°marcada b¨¢sicamente por la liberaci¨®n que supone no ser una ¨²nica voz cr¨ªtica en un r¨¦gimen de censura¡±. En la libertad individual est¨¢ la clave: ¡°Nos dio el poder de ser cada uno. La recuperaci¨®n de la democracia y la libertad permite no solo criticar la dictadura sino ponerse a escribir de todo¡±. El escritor barcelon¨¦s reconoce la vigencia de este grupo al decir: ¡°Es posible que en un futuro otras generaciones nos vean como un bloque, como nosotros vemos a los Rom¨¢nticos¡±.
Y en ese big bang destellan La fuente de la edad, de Luis Mateo D¨ªez; El invierno en Lisboa, de Mu?oz Molina; La lluvia amarilla, de Llamazares; El h¨¦roe de las mansardas de Mansard, de Pombo; Todas las almas, de Mar¨ªas; Las edades de Lul¨², Almudena Grandes; El maestro de esgrima, de Arturo P¨¦rez-Reverte; Todos mienten, de Soledad Pu¨¦rtolas; Mimoun, de Rafael Chirbes; Amado amo, de Rosa Montero;?El caldero de oro, de Jos¨¦ Mar¨ªa Merino; Juegos de la edad tard¨ªa, de Landero; Historia abreviada de la literatura port¨¢til, de Enrique Vila-Matas¡
Es una generaci¨®n de francotiradores, en el sentido de que cada uno desde su posici¨®n distinta crea
A dar un nombre a este grupo se arriesga Juan Jos¨¦ Mill¨¢s, autor de la reciente La mujer loca (Seix Barral): ¡°Es una generaci¨®n de francotiradores, en el sentido de que cada uno desde su posici¨®n distinta crea. Hay pocos factores en com¨²n entre todos, al contrario de lo que suced¨ªa con la generaci¨®n anterior que era experimental y con rasgos f¨¢cilmente definibles, y, adem¨¢s, eran amigos casi todos¡±. En los ochenta, a?ade, de repente empieza a haber autores cuyas novelas vuelven a conectar con los lectores. ¡°Antes la premisa era que no se entendieran, ahora es todo lo contrario. Nos empezaron a leer primero los espa?oles, luego nos publicaron en otros pa¨ªses por solidaridad, al vernos como un pa¨ªs salido de una dictadura, y luego por m¨¦ritos propios¡±.
Es el arte de contar. La gracia de hacer leer.
Eso es lo que m¨¢s aprecia Luis Landero de su generaci¨®n: ¡°La fidelidad con la buena literatura, la fidelidad de esos autores con el oficio y la literatura misma. Miro a personas como Mar¨ªas, Mu?oz Molina o Pu¨¦rtolas y veo que han tenido una trayectoria coherente y honesta en el sentido de que han sido fieles a su vocaci¨®n y su mundo¡±. Buscaron, seg¨²n Merino, un lenguaje m¨¢s coherente y abrir el campo a la imaginaci¨®n, a lo fant¨¢stico, tambi¨¦n, y al cuento.
Casi cuatro d¨¦cadas despu¨¦s, sigue Landero, ¡°se ve que es una generaci¨®n s¨®lida que empieza a mostrar su perfil hist¨®rico¡±. Tras el feliz descubrimiento y largo romance con los autores del boom, recuerda, los lectores espa?oles empiezan un idilio, que se prolonga hasta hoy.
¡°Es el final del trayecto, no el principio¡±, explica Eduardo Mendoza, inaugurador de estos mundos que no hacen m¨¢s que ensanchar fronteras con obras recientes entre las que figuran El balc¨®n en invierno, de Landero; As¨ª empieza lo malo, de Mar¨ªas; La soledad de los perdidos, de Mateo D¨ªez; El final de Sancho Panza y otras suertes, de Andr¨¦s Trapiello; El impostor, de Cercas... y de los que est¨¢n por llegar: Como la sombra que se va, de Mu?oz Molina; Miguel de Cervantes. Don Quijote de La Mancha. Edici¨®n de la Real Academia. Adaptada por Arturo P¨¦rez-Reverte; Distintas formas de mirar el agua, de Llamazares...
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