El cielo ya no es protector
En la exposici¨®n 'Llega un grito a trav¨¦s del cielo' en la LABoral de Gij¨®n, artistas como Martha Rosler o James Bridle cuestionan el uso de los drones y la vigilancia de masas
Hay que subrayar la pertinencia de esta exposici¨®n en el enriquecimiento del debate sobre los usos p¨²blicos de la rob¨®tica, tecnolog¨ªa impredecible en su futuro desarrollo y manipulaci¨®n. Su utilizaci¨®n por parte de algunos Estados para la vigilancia de la sociedad y la reducci¨®n de derechos fundamentales de los individuos ha dado lugar a un conflicto sin precedentes, donde las perspectivas se multiplican m¨¢s all¨¢ de las partes implicadas para adentrarse en cuestiones de tipo moral sobre la responsabilidad y legitimidad en su empleo al margen de guerras declaradas. Hablamos de los ataques con drones sobre civiles.
Resulta manifiesto el esfuerzo del comisario Juha van¡¯t Zelfde ¡ªrecientemente nombrado director art¨ªstico de Lighthouse en Brighton, instituci¨®n que coproduce esta exposici¨®n¡ª por presentar en el espacio expositivo el imaginario que envuelve este peligro, dibujando una cartograf¨ªa as¨¦ptica y austera en artificios, pero rica en est¨ªmulos sonoros y visuales, trasladando a 12 artistas la ardua labor de actuar como cronistas, int¨¦rpretes y cr¨ªticos. Los creadores cumplen a la perfecci¨®n con la tarea de desocultar los elementos fundamentales de este letal programa tecnol¨®gico, basado en una comunicaci¨®n entre el emisor/ejecutor ¡ªen gran parte, potencias democr¨¢ticas occidentales¡ª y el receptor/v¨ªctima ¡ªpa¨ªses del Tercer Mundo como Afganist¨¢n, Pakist¨¢n, Yemen o Somalia¡ª de la que se desprenden otras cuestiones de orden socioecon¨®mico, cultural, art¨ªstico y filos¨®fico.
El recorrido parte del soporte documental donde se explica una parte del trabajo de Martha Rosler, proporcionando fotomontajes y paneles informativos acerca de estos veh¨ªculos no tripulados y de las v¨ªctimas directas que provocan, an¨¢lisis que tambi¨¦n encontramos en la investigaci¨®n de James Bridle que presenta Drone Shadow: Gij¨®n, interesante trabajo sobre la presencia de drones en el espacio p¨²blico, que desarrolla estrechamente con otras tecnolog¨ªas como Internet. El estudio hist¨®rico lo aporta el trabajo espec¨ªfico de Alicia Framis en la peculiar figura de una paloma disecada parapetada con dos c¨¢maras, inspirada en las tentativas de comunicaci¨®n realizadas con estos animales en la Gran Guerra. Es parad¨®jica la ambigua identidad del esp¨ªa, que en la actualidad imita el f¨ªsico animal, siendo cada vez m¨¢s habitual la realizaci¨®n de drones con forma de aves, aspecto que conecta con la obra de Laurent Grasso, que sit¨²a al espectador a lomos de un halc¨®n real que sobrevuela los Emiratos ?rabes Unidos, dando un giro a la desconfianza de nuestro entorno ¡°tecnologizado¡±. Otra mirada la aporta el colectivo espa?ol Aeracoop, ganadores de la Beca Next Things 2013, elaborando su propio aparato no tripulado con un smartphone: Flone, ofreciendo una alternativa a los usos, reivindicando libertad y una suerte de reversibilidad para la t¨¦cnica. El v¨ªdeo de Roman Signer apunta a la precisi¨®n de estas m¨¢quinas, mostrando un enjambre de 56 helic¨®pteros desorientados en una habitaci¨®n, tornando la escalofriante multitud en parodia existencial, una perspectiva caricaturesca de la realidad que tambi¨¦n adopta Hito Steyerl para reflexionar sobre la videovigilancia. En terrenos m¨¢s experimentales y po¨¦ticos, sin abandonar la cr¨ªtica, quedan las desoladoras esculturas informes de Roger Hiorns y la complejidad visual y pol¨ªtica que encierra la instalaci¨®n audiovisual de Terminal Beach Clouds of Unknowing, con alusiones al Gobierno de Obama, que en los ¨²ltimos tiempos ha intensificado exponencialmente los ataques encubiertos.
La exposici¨®n acierta al concretar una escenificaci¨®n cercana del terror para proporcionar una conclusi¨®n esperanzada, apostando por la posibilidad de lo imposible, obligando a mirar al cielo con la urgencia de lo contingente y los enigmas por descubrir de un mundo acariciado por lo tragic¨®mico.
Llega un grito a trav¨¦s del cielo. Drones, vigilancia de masas y guerras invisibles. LABoral, Centro de Arte y Creaci¨®n Industrial. Los Prados, 121, Gij¨®n. Hasta el 15 de abril de 2015.
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