Mu?oz Molina: ¡°Los libros siempre est¨¢n a punto de no existir¡±
El autor presenta en Madrid 'Como la sombra que se va', su nueva novela ¡°Este es un oficio en el que participa mucha gente¡±, afirma
Antonio Mu?oz Molina entr¨® anoche en el sal¨®n de actos de la Residencia de Estudiantes de Madrid y arque¨® las cejas al ver unas 250 personas que hab¨ªan llegado desde hac¨ªa casi una hora. Enseguida subi¨® al estrado, se quit¨® el abrigo y, entre t¨ªmido y discreto, no paraba de observar a la gente. Escuch¨® con paciencia las palabras de su Editora, Elena Ram¨ªrez, y la larga introducci¨®n del periodista Carlos Santos, quien defini¨® al escritor nacido en ?beda (Ja¨¦n), como ¡°un militante de la sencillez¡±. Entonces bebi¨® un trago de agua y comenz¨® a hablar sobre la libertad con la que escribi¨® su nuevo libro, Como la sombra que se va (Seix Barral):
¡ªEsta novela es rara. Se fue originando en el azar, con ocurrencias, con hallazgos. Y yo me dej¨¦ llevar. La empec¨¦ a escribir sin saber si la iba a terminar. Porque los libros siempre est¨¢n a punto de no existir o de ser de otra manera. Pero improvis¨¦ y recurr¨ª a la implicaci¨®n personal mientras escrib¨ªa y sali¨®.
La novela cuenta los d¨ªas de fuga en Lisboa de James Earl Ray, el asesino de Martin Luther King, en una mezcla de ficci¨®n y realidad, aderezada con el proceso de escritura y las vivencias del autor que es, al mismo tiempo, personaje y narrador.
¡°Me gusta la libertad de contar sin planes r¨ªgidos, de metamorfosear la voz narrativa cuando es preciso, de rescatar datos que puedan dar un giro a la historia. Esa es la libertad plena de la escritura. La verdad es que me gustan los libros que no paran de modificarse ante m¨ª¡±, dijo Mu?oz Molina ¡ªel pelo y la barba gris, el acento de Ja¨¦n¡ª antes de subrayar que entreg¨® el manuscrito del libro a su editora el d¨ªa en que un polic¨ªa de Ferguson (Misouri) mat¨® a un joven afroamericano desarmado, y que la publicaci¨®n de la novela coincide con la absoluci¨®n del polic¨ªa y las protestas de la comunidad afroamericana que no se ha librado por completo del racismo. ¡°El sello de la esclavitud es muy dif¨ªcil de quitar. Ha habido un enorme progreso, no podemos negarlo, pero, por ejemplo, en la actualidad m¨¢s del 50% de la poblaci¨®n carcelaria de Estados Unidos es negra. El sistema judicial y penitenciario es clasista y vengativo. Y la mayor¨ªa de los pobres de ese pa¨ªs tambi¨¦n siguen siendo negros. Porque la sociedad americana sigue teniendo una desigualdad galopante. Eso es as¨ª¡±, afirm¨®.
Entre el p¨²blico estaban dos de sus personajes: su mujer y su hijo, que lo acompa?aron en Lisboa mientras investigaba y escrib¨ªa. Mu?oz Molina aclara que siempre parti¨® de lo recabado en su investigaci¨®n (¡°datos comprobables y de f¨¢cil acceso para cualquiera¡±), pero que rellen¨® los huecos con su imaginaci¨®n. ¡°Por ejemplo: hay una escena en la que el asesino se encuentra una foto suya en la portada de la revista Life. Eso es real. Pero yo invent¨¦ que este hombre iba caminando por Lisboa y, de pronto, ve la revista en un quiosco de prensa¡±. No obstante, reconoce que no tuvo que inventar demasiado. ¡°Porque mucho de lo que ocurri¨® en realidad es mejor¡±.
El tambi¨¦n autor de El viento de la luna (Seix Barral, 2006) agradeci¨® el trabajo de su editora y de los correctores de estilo de la editorial. ¡°Este es un oficio en el que participa mucha gente. Hay una idea rom¨¢ntica de la creaci¨®n. Pero aqu¨ª, creaci¨®n, ?poca! Han sido fundamentales las sugerencias de mi editora y la revisi¨®n de los correctores, palabra por palabra, l¨ªnea por l¨ªnea, para detectar las carencias del libro y as¨ª poder mejorarlo¡±.
En 1987, Mu?oz Molina public¨® El invierno de Lisboa (Seix Barral), obtuvo el Premio Nacional de Narrativa y comenz¨® a captar la atenci¨®n continua de la cr¨ªtica y de los lectores. 27 a?os despu¨¦s, con otra historia lisboeta, siente que es ¡°mucho m¨¢s concienzudo¡± en lo que escribe. ¡°Porque ya no me dejo llevar s¨®lo por lo que suena bien. Y soy m¨¢s austero¡±.
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