El dolor de no saber
Un filme re¨²ne estremecedores testimonios en torno a la represi¨®n del Plan C¨®ndor
Ante la celda en la que fue encarcelado y torturado en 1975, Mart¨ªn Almada recuerda los d¨ªas de terror que vivi¨®. ¡°Nos trataban como a muertos¡±, cuenta el activista paraguayo, cuyo ¡°delito¡± fue redactar una tesis doctoral considerada subversiva por el Gobierno militar de Argentina, donde viv¨ªa. Almada es una de las voces del documental Operaci¨®n C¨®ndor: verdad inconclusa, que acaba de rodar el director brasile?o Cleonildo Cruz. Para ver el resultado de su trabajo habr¨¢ que esperar hasta abril de 2015, a?o en que la Operaci¨®n C¨®ndor cumple cuatro d¨¦cadas.
Muchas de las v¨ªctimas de este plan, dise?ado por las dictaduras militares que gobernaron en los pa¨ªses del Cono Sur ¡ªBrasil, Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay y Bolivia¡ª en los setenta y ochenta para reprimir a sus opositores, tuvieron todav¨ªa menos misma suerte, y su historia solo se puede reconstruir a trav¨¦s de documentos y testimonios de familiares. O, por lo menos, parte de ella, ya que a d¨ªa de hoy a¨²n no se han aclarado todos los aspectos del operativo. Y todav¨ªa siguen surgiendo piezas del rompecabezas.
La m¨¢s reciente apareci¨® el pasado lunes, cuando se conoci¨® el resultado de la autopsia de los restos mortales exhumados del expresidente de Brasil Jo?o Goulart, fallecido en 1976 en Argentina, donde se fue a vivir tras ser depuesto por el golpe militar que se hizo con su pa¨ªs en 1964. Seg¨²n la versi¨®n oficial, Jango, como se le apodaba, muri¨® por un infarto a consecuencia de su cardiopat¨ªa, pero familiares y pol¨ªticos brasile?os defienden la hip¨®tesis de que fue v¨ªctima de un envenenamiento en el marco de la Operaci¨®n C¨®ndor. Los peritos han concluido que no hay indicios de que el expresidente fuese envenenado, aunque se?alan que la causa de la muerte sigue inconclusa debido a que la sustancia podr¨ªa haber desaparecido del cuerpo por el tiempo transcurrido.
¡°Algunos solo saben cu¨¢ndo desapareci¨® su ser querido¡±, se?ala
El documental de Cleonildo Cruz incluye el testimonio de Mario Neira, exagente del servicio secreto uruguayo responsable de vigilar a Jango durante su exilio, que explica el plan dise?ado para asesinarle. Neira relata una reuni¨®n con militares brasile?os en la que se habl¨® de la orden dada por el entonces presidente, Ernesto Geisel, para matar a Jango. El plan consist¨ªa en sustituir una medicina que tomaba para su cardiopat¨ªa por un compuesto qu¨ªmico de efecto antag¨®nico que aumentaba la presi¨®n arterial y la densidad de la sangre. ¡°Una medicaci¨®n totalmente inapropiada que provocar¨ªa la muerte de una persona que padec¨ªa una enfermedad card¨ªaca¡±, explica Neira. Adem¨¢s, hac¨ªa ¨¦nfasis en la necesidad de vigilar su cad¨¢ver durante el velatorio para asegurarse de que no se le practicara una autopsia, que identificar¨ªa el ¡°veneno¡±. Seg¨²n el exagente uruguayo, a Jango lo mataron porque se tem¨ªa que ¨¦l articulara el regreso del Frente Amplio, un grupo de pol¨ªticos opositores que ser¨ªa capaz de debilitar la estructura del Gobierno militar de Brasil.
El documental tambi¨¦n aborda el asesinato de otras figuras pol¨ªticas destacadas en Am¨¦rica Latina, como el general Carlos Prats, vicepresidente en el Gobierno de Salvador Allende, en Chile, que en 1973 falleci¨® en una explosi¨®n de coche bomba perpetrada por agentes de la?Direcci¨®n de Inteligencia Nacional (DINA, la polic¨ªa secreta chilena)?durante su exilio en Buenos Aires.
El filme denuncia que a¨²n no se han aclarado varios aspectos del plan
Cruz y su equipo han pasado el ¨²ltimo a?o recorriendo los pa¨ªses donde operaba el plan coordinado, para recopilar las historias de los que tuvieron a sus hijos, padres o hermanos secuestrados por agentes de los reg¨ªmenes dictatoriales y, d¨¦cadas despu¨¦s, siguen teniendo poca o ninguna informaci¨®n sobre su destino. ¡°Algunos solo saben la fecha en que su familiar desapareci¨®¡±, se?ala el cineasta.
¡°Los familiares queremos justicia, que paguen los culpables, y queremos la verdad, saber qu¨¦ pas¨®¡±, dice entre l¨¢grimas Gustavo Molfino, que reclama a los Estados implicados una reconstrucci¨®n al detalle de los hechos relacionados con la muerte de su madre, Noem¨ª Gianetti. Ella, argentina, hab¨ªa perdido a su hija durante la dictadura y se convirti¨® en una de las Madres de Plaza de Mayo. Fue secuestrada en Per¨² en 1980, cuando participaba de una acci¨®n de la organizaci¨®n guerrillera Montoneros, y un mes despu¨¦s apareci¨® muerta en la habitaci¨®n de un hotel en Madrid.
A pesar de las particularidades de cada caso, indica Cruz, ¡°tienen en com¨²n el dolor de no poder enterrar los restos mortales y poner un punto final en la historia de sus entes queridos¡±.
Un operativo de miedo
¡°Quer¨ªa saber por qu¨¦ militares extranjeros me torturaban en mi pa¨ªs¡±, afirma Mart¨ªn Almada en el documental Operaci¨®n C¨®ndor: verdad inconclusa. El activista paraguayo cuenta que en la c¨¢rcel sufri¨® a manos de polic¨ªas argentinos, brasile?os, bolivianos, chilenos y uruguayos, y que all¨ª escuch¨® hablar por primera vez sobre la Operaci¨®n C¨®ndor. D¨¦cadas despu¨¦s, Almada fue galardonado por hallar los llamados Archivos del Terror, informes internos de la dictadura de Alfredo Stroessner y del operativo del que fue v¨ªctima.
El plan para aplastar a la disidencia se hizo oficial en 1975 durante una reuni¨®n celebrada en Chile entre Manuel Contreras, jefe de la Direcci¨®n de Inteligencia Nacional (DINA, la polic¨ªa secreta chilena) y los l¨ªderes de los servicios de inteligencia militar de los otros cinco pa¨ªses excepto Brasil, que, aunque entonces particip¨® como observador, posteriormente fue un miembro activo. Esta operaci¨®n clandestina ten¨ªa como objetivo el intercambio de informaci¨®n y la colaboraci¨®n en la represi¨®n de los opositores, que se tradujo en un instrumento de tortura y muerte responsable por la desaparici¨®n forzada de decenas de miles de personas contrarias a los reg¨ªmenes dictatoriales.
El Gobierno de EE UU colabor¨® con la Operaci¨®n C¨®ndor, sobre todo con apoyo t¨¦cnico, log¨ªstico y financiero, seg¨²n revelaron documentos de la CIA desclasificados en 1990. ¡°Cuando llegamos al exilio en Estados Unidos pens¨¢bamos que est¨¢bamos a salvo, o por lo menos lejos a la brutalidad de la represi¨®n¡±, cuenta en el filme Juan Pablo Letelier, que ten¨ªa 15 a?os cuando su padre, Orlando Letelier, exministro del Gobierno de Salvador Allende, fue asesinado en Washington por agentes de DINA en 1976.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.