Esta es la historia de todas las historias

?rase una vez un narrador. Uno muy bueno, tanto que todo el mundo quedaba hechizado por sus historias. Trataban de dioses malvados, extra?as criaturas y regiones fant¨¢sticas. Y de su vida, de c¨®mo un d¨ªa emprendi¨® una odisea hacia el otro lado del mundo. All¨ª se enamor¨® de una chica, pero una maldici¨®n les imped¨ªa incluso solo rozarse. ?Por qu¨¦? Esta ¡ªejem¡ª es otra historia. Pero, como las anteriores, se narra en La enciclopedia de la Tierra Temprana, la novela gr¨¢fica de la debutante Isabel Greenberg, que obtuvo el Premio British Book Design y Productions al mejor libro del a?o en Reino Unido, y que ahora Impedimenta trae a Espa?a.

¡°Es la aventura de un hombre que viaja por un mundo imaginario donde hay magia, gigantes, salchichas y, sobre todo, historias, muchas historias¡±, relata Greenberg, con entusiasmo y timidez a partes iguales. B¨¢sicamente, la joven (Londres, 1988) ha levantado un homenaje gr¨¢fico a los mitos y epopeyas de nuestra civilizaci¨®n. Y no solo, tambi¨¦n porque cualquiera encontrar¨¢ ecos de alguna leyenda que conozca o de aquel cuento de hadas que le leyeron sus padres antes de dormir.

Todo un ej¨¦rcito de mu?ecas rusas, donde se esconden la Biblia y la Odisea, las Mil y una noches y Pinocho. ¡°Si hubiera que resumir el libro en un solo mensaje ser¨ªa el amor por las historias¡±, tercia la autora, que tir¨® de documentaci¨®n pero, sobre todo, de recuerdos y fantas¨ªa. Y de un estilo limpio y algo melanc¨®lico que recuerda a David B. o a Marjane Satrapi. No por nada, son justo los autores que convencieron a Greenberg de que ella tambi¨¦n ten¨ªa algo que contar: ¡°Lo primero que le¨ª fue La liga de los hombres extraordinarios, de Alan Moore. Me encant¨® pero se me daba fatal recrear superh¨¦roes. Cuando vi Epileptic y Pers¨¦polis, pens¨¦: ¡®Es justo el tipo de dibujos e historias que quiero hacer!¡±. As¨ª, empez¨® con un episodio b¨¢sico y unas pocas p¨¢ginas. Y gan¨® el Premio Jonathan Cape del diario The Observer a las historias breves. A partir de aqu¨ª, la trama no par¨® de alargarse.

De esas vi?etas, la autora acab¨® sacando el enorme planeta de La enciclopedia de la Tierra Temprana, tan vasto como para necesitar mapas al estilo de su amado Tolkien. Y para acoger otros personajes que protagonizar¨¢n su pr¨®ximo c¨®mic, ¡°m¨¢s oscuro¡± y ¡°m¨¢s duro¡±, por la responsabilidad que percibe: ¡°Cuando hice este pensaba que era algo abstracto, que nadie lo ver¨ªa nunca¡±.

A la vez, la autora se ha metido en un cuento de hadas paralelo. A sus 26 a?os, tras estudiar ilustraci¨®n, ha encontrado su oasis en el c¨®mic. Nominada a dos Eisner, colabora con The Guardian o The New York Times y su obra ha llegado hasta el Victoria and Albert Museum de Londres. Y, ahora, viaja por Europa dando entrevistas. Por cierto, aprovech¨® su primera vez en Madrid para acudir al Prado a ver El jard¨ªn de las delicias, de El Bosco.

¡°Todo esto es nuevo para m¨ª. Me hacen a menudo la misma pregunta: a veces doy buenas respuestas, otras improviso y luego pienso: ¡®?Ay, lo hice fatal!¡±, se r¨ªe.

Pasan unos cuantos minutos, llega as¨ª la ¨²ltima cuesti¨®n.

¡ª?Cu¨¢l es la clave para una buena historia?

¡ªTe tiene que gustar al menos un personaje y¡­

La respuesta vira de repente hacia la libreta del periodista: ¡°Me encanta su cuaderno. Perd¨®n, ?cu¨¢l era la pregunta? Vaya, ?si lo estaba haciendo bien!