?Albricias, que viene Bailleres!
El desembarco en Europa del potentado mexicano est¨¢ plagado de interrogantes
Alberto Bailleres es un se?or mexicano riqu¨ªsimo, due?o de importantes empresas mineras (se le conoce como el Rey de la plata), financieras, comerciales, metal¨²rgicas, aseguradoras¡ un potentado que aparece en la revista Forbes; con eso est¨¢ dicho todo. Por lo visto, una de sus aficiones son los toros, pero no se conforma con ser un espectador de primera fila de barrera; y, como se lo puede permitir, ha comprado una decena de plazas en su pa¨ªs y varias ganader¨ªas bravas (la de Zalduendo entre ellas), y tambi¨¦n es el apoderado de Morante de la Puebla.
Hace unos d¨ªas, se celebr¨® en Madrid un acto de alto copete en el que la empresa taurina del se?or Bailleres ¡ªEspect¨¢culos Taurinos de M¨¦xico (ETMSA)¡ª present¨® en sociedad la llamada Fusi¨®n Internacional por la Tauromaquia (FIT), que viene a ser algo as¨ª como la uni¨®n de la empresa del se?or mexicano con las de Sim¨®n Casas y Jos¨¦ Cuti?o, ¡ªque dirigen 12 plazas de toros, dos de ellas en Francia¡ª, con lo que don Alberto se posiciona en el negocio taurino europeo.
El se?or Bailleres no asisti¨® al acto, lo represent¨® Antonio Barrera, que es la persona que acompa?a a Morante en nombre de ETMSA, y estuvo flanqueado por los dos nuevos socios.
Los tres hablaron y no ofrecieron ning¨²n dato, ni uno solo, sobre el objeto de la presentaci¨®n. Confesaron su "amor y pasi¨®n por la tauromaquia", la cantaron con po¨¦ticas palabras y se perdieron en vaguedades tales como que la "fusi¨®n es un mensaje a favor de la fiesta, una oportunidad para defenderla" y que tienen "nuevas ilusiones, nuevas ideas y medios para llevarlas a cabo". Un aut¨¦ntico brindis al sol.
Cualquiera tiene derecho a pensar que su proyecto es un capricho de rico riqu¨ªsimo
No contaron, por ejemplo, en qu¨¦ consiste la fusi¨®n, si se trata de una entrada de capital, si lo que se pretende es cambiar deudas europeas por control mexicano, cu¨¢les son esas ilusiones, las ideas y los medios, si mandar¨¢ o no el empresario mexicano en las plazas de los se?ores Casas y Cuti?o¡ En fin, nada de nada.
Pero en el sal¨®n no cab¨ªa un alfiler. No se olvide que convocaba un rico, riqu¨ªsimo, y, amigo, tonter¨ªas las precisas, que all¨ª hab¨ªa que estar por lo que pueda ocurrir en el futuro. Pero no todo qued¨® ah¨ª. Los medios de comunicaci¨®n presentes preguntaron a los asistentes su opini¨®n sobre el asunto y se produjo entonces una antolog¨ªa del absurdo, una secuencia para la historia, en la que taurinos de distinta procedencia compitieron en lugares comunes y necedades, y casi todos de acuerdo en que el desembarco del se?or Bailleres ser¨¢ la salvaci¨®n de la fiesta de los toros.
Es lo que suele ocurrir cuando a un rico riqu¨ªsimo se le ocurre cualquier idea por descabellada que sea: que a todos se nos dobla el espinazo por si acaso.
Adem¨¢s, esa misma noche de la presentaci¨®n madrile?a, un reducido grupo de selectos y respetados periodistas taurinos se reuni¨® en torno a la mesa del programa El kirikik¨ª, de Canal + para cantar las bondades del proyecto mexicano. No aportaron ni un solo dato porque no lo ten¨ªan, pero hablaron maravillas del plan del se?or Bailleres. Incomprensible¡
?Por qu¨¦ ha decidido don Alberto instalar en Europa sus poderes taurinos? ?Cu¨¢l es la verdad de su relaci¨®n con Sim¨®n Casas y Jos¨¦ Cuti?o? ?En qu¨¦ consiste su proyecto? ?Cu¨¢les son objetivos? ?Le importa la regeneraci¨®n de la tauromaquia o solo busca en nuestro pa¨ªs la notoriedad p¨²blica que su mucho dinero solo le ha proporcionado en M¨¦xico?
Preguntas sin respuestas porque el se?or Bailleres no solo no ha dicho esta boca es m¨ªa, sino que, ni siquiera, ha tenido la delicadeza de asistir al acto de Madrid. Claro, que cuando uno es rico riqu¨ªsimo se puede permitir ciertas licencias.
Bienvenido sea Alberto Baillares a esta econom¨ªa de libre mercado, pero sepan todos los que quieren quedar bien con ¨¦l (por si acaso) que los monopolios no son buenos, y que la concentraci¨®n de poder afecta a la libre competencia. Don Alberto querr¨¢ mandar, porque a ello est¨¢ acostumbrado, y dinero le sobra para comprar plazas, toros, toreros y voluntades varias. Y eso no es nada bueno. Imaginen: si est¨¢s conmigo, lidiar¨¢s en mis plazas; de lo contrario, te llevas los toros al matadero. Si est¨¢s conmigo, toreas; si no, ya sabes¡
Dicen que el caballero mexicano es serio y respetable. Mejor que as¨ª sea; pero a¨²n mejor ser¨ªa que diera la cara y contara sus ilusiones y sus ideas.
Mientras tanto, cualquiera tiene derecho a pensar que su proyecto europeo es un capricho de rico riqu¨ªsimo que pretende conquistar Europa a golpe de talonario, porque la notoriedad p¨²blica en su pa¨ªs se le ha quedado peque?a. Y eso era lo ¨²nico que le faltaba a nuestra maltrecha tauromaquia...
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