La chapuza de Tutankam¨®n fuerza el despido de la directora de restauraci¨®n
La responsable del departamento, trasladada al modesto Museo de Carruajes Reales
El terremoto provocado por la rudimentaria operaci¨®n facial de Tutankam¨®n contin¨²a generando r¨¦plicas. La primera v¨ªctima de esta moderna maldici¨®n ha sido la directora del departamento de Restauraci¨®n del Museo Egipcio, Ilham AbdelRahman, destituida el martes y trasladada al modesto Museo de Carruajes Reales. En conversaci¨®n telef¨®nica, el director de Museos egipcios, Ahmed Sharaf, justific¨® la decisi¨®n por el oscurantismo con que se ha comportado la responsable durante esta crisis. Las autoridades reconocieron el pasado s¨¢bado que la barba se desprendi¨® de la m¨¢scara dorada de Tutankamon en agosto y que varios empleados se apresuraron a pegarla con un adhesivo com¨²n, poco apropiado para una figura tan delicada. "La encargada del departamento no comunic¨® lo sucedido ni a m¨ª, ni al director del museo, ni al ministerio", asegura Sharaf.
El propio titular de Antig¨¹edades, Manduh al Damati, reconoci¨® el s¨¢bado en declaraciones a los periodistas que se hab¨ªa enterado del entuerto por las filtraciones que comenz¨® a publicar la prensa. El enredo se desencaden¨® tras las declaraciones an¨®nimas de varios trabajadores, testigos del pegado r¨¢pido al que fue sometido la barba del fara¨®n.
Para avivar m¨¢s el fuego, otra funcionaria del museo nacional declar¨® esta semana a medios egipcios que la m¨¢scara de Tutankam¨®n que se exhibe es una r¨¦plica, puesto que la original fue robada en el asalto al edificio que se produjo hace justo cuatro a?os, el 28 de enero de 2011, durante la revoluci¨®n contra el derrocado Hosni Mubarak. Es cierto que aquel d¨ªa se expoliaron 54 piezas, de las que al menos 28 ya han sido recuperadas y expuestas de nuevo en sus salas.
Los tesoros del joven fara¨®n, que se estima que rein¨® durante el breve periodo de 1332 a 1323 antes de Cristo, no escaparon de los da?os. Dos figuras sufrieron desperfectos e incluso una estatua del rey sobre un leopardo acab¨® partida en dos. Sin embargo, era la primera vez que se especulaba con que la m¨¢scara, la joya de la corona de los m¨¢s de 5.000 objetos que componen la colecci¨®n, pudo correr esta suerte. "Estas declaraciones no tienen sentido, no hay nadie que pueda creer algo as¨ª. Vamos a despedir tambi¨¦n a esta trabajadora, porque no tiene ninguna prueba de lo que dice", espet¨® el responsable de los museos.
El hasta ahora jefe del restauraci¨®n del Museo Copto de El Cairo ser¨¢ quien tome las riendas de este departamento, que ser¨¢ completamente remodelado. Mientras tanto, un experto de la Unesco estudia estos d¨ªas el estado de la m¨¢scara y una vez haya emitido su an¨¢lisis, un comit¨¦ formado por cient¨ªficos, arque¨®logos y otros t¨¦cnicos tomar¨¢ las medidas necesarias.
Uno de ellos es el especialista alem¨¢n Christian Eckmann, que la semana pasada compareci¨® junto al ministro para asegurar que la "reparaci¨®n es irreversible". Seg¨²n sus palabras, "es obvio que se pod¨ªa haber hecho mejor", por lo que sugiri¨® retirar los restos del pegamento utilizado y afianzar la barba con otro producto. "Es una operaci¨®n muy delicada, pero se puede resolver".
A finales de este a?o, los tesoros de Tutankam¨®n deber¨ªan ser trasladados al Gran Museo Egipcio, un complejo construido a los pies de las Pir¨¢mides, que deber¨ªa abrir sus puertas en esa fecha. El director de conservaci¨®n, Husein Kamal, asegura tambi¨¦n por tel¨¦fono que en su nueva ubicaci¨®n las piezas estar¨¢n "mucho mejor conservadas, ya que el nuevo museo cuenta con un gran centro de restauraci¨®n, mientras que el actual de la plaza Tahrir s¨®lo tiene un laboratorio". Kamal, sin embargo, elude hacer m¨¢s declaraciones porque pese a que en unos meses deber¨¢n encargase de su protecci¨®n, asegura que ning¨²n experto del nuevo museo ha sido invitado para comprobar c¨®mo se encuentra la m¨¢scara del fara¨®n.
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