¡°Ya va siendo hora de que nos bajen el IVA¡­¡± a los toros

"No quiero ser cansino, pero ya va siendo hora de que nos bajen el IVA", dec¨ªa Enrique Gonz¨¢lez Macho, presidente de la Academia del Cine, en la gala de los Premios Goya. Y la abarrotada sala estall¨® en una un¨¢nime ovaci¨®n. Bueno, un¨¢nime, no, porque el ministro de Cultura, all¨ª presente, aguant¨® el chaparr¨®n con cara de p¨®ker y con esa media sonrisa a lo Gioconda, entre la convicci¨®n y la duda, y con el rabillo del ojo acord¨¢ndose de su compa?ero Montoro, que huye de la gente de las pel¨ªculas como gato escaldado.

El presentador de la gala, Dani Rovira, puso un especial ¨¦nfasis en destacar la gran aportaci¨®n del sector a las arcas del estado en 2014 en concepto de IVA: casi 26 millones de euros. Y todos se regocijaron por el gran a?o vivido por el cine espa?ol, que hab¨ªa levantado el vuelo con una facturaci¨®n que super¨® los 123 millones de euros.

Pero ni el presentador ni el presidente hablaron de las subvenciones que recibe el cine: 50,8 millones de euros el a?o pasado, que, por lo visto, es una cantidad rid¨ªcula en comparaci¨®n con lo que recibe el sector en el resto de Europa. Vale, ser¨¢ rid¨ªcula, pero son 50,8 millones de euros.

La gala fue larga y divertida, y sirvi¨® para que los equipos t¨¦cnicos y art¨ªsticos de las pel¨ªculas ofrecieran una imagen de unidad, destacar las bondades del cine espa?ol, cantarle las cuarenta al Gobierno y demostrar que el sector ha sido capaz de superar la preocupante lejan¨ªa del p¨²blico a base de productos de calidad. Y todo ello, retransmitido en directo, con todo lujo de detalles, por TVE en horario de m¨¢xima audiencia.

Ante sucesos como este, es inevitable dirigir la vista hacia el mundo de los toros, y no por comparar, que ya se sabe que las comparaciones son odiosas, sino por encontrar motivos para la desesperanza y la llorera.

El espect¨¢culo taurino factura m¨¢s que el cine -casi 400 millones en 2009, aunque los datos concretos de 2014 a¨²n no se conocen-, aporta m¨¢s dinero por el 21% de IVA, y recibe much¨ªsimo menos en concepto de subvenci¨®n. En los Presupuestos Generales del Estado no figura partida econ¨®mica alguna para la tauromaquia, y solo algunas Comunidades Aut¨®nomas -Andaluc¨ªa, Castilla La Mancha, Madrid, Valencia, Murcia¡­- destinan cantidades que s¨ª que son realmente rid¨ªculas para el mantenimiento de las plazas o escuelas taurinas.

No es necesario recordar que la tauromaquia es una actividad tan legal como el cine; y si es verdad que hay colectivos que se autodenominan antitaurinos, no son pocos los que rechazan el cine espa?ol, y no por eso el Gobierno suspende las subvenciones.

El verdadero problema es que el mundo del toro est¨¢ mangas por hombros, dividido en mil corrientes entre los mismos ganaderos, toreros, empresarios, apoderados y taurinos de todo pelaje. Su estructura econ¨®mica y empresarial est¨¢ desfasada y caduca, y su n¨²cleo social es heredero del pasado m¨¢s anquilosado. Y no solo eso: a estas alturas, el taurino, los taurinos, a¨²n deben soportar sobre sus espaldas el estigma del p¨ªcaro espa?ol, hecho a la imagen y semejanza del usurero habilidoso y tunante, que se mueve como pez en el agua turbulenta de las medias verdades, la falta de seriedad, el dinero negro, y la permanente sospecha de fraude.

En otras palabras, el negocio taurino vive todav¨ªa de espaldas al mundo real; quiz¨¢, por eso, est¨¢ tan desperdigado y anclado en el pasado. Quiz¨¢, por eso, agacha la cabeza ante el 21% del IVA o el desplante permanente de TVE. Por eso, es impensable que se pongan de acuerdo los actores, directores, productores, m¨²sicos, documentalistas, guionistas, maquilladores, electricistas y c¨¢maras de la tauromaquia para organizar una gala como la del cine y ense?ar al pa¨ªs entero la calidad de su trabajo.

?Chapeau por los del cine¡­! Hacen solo cuatro pel¨ªculas realmente buenas y montan un circo como si esto fuera la industria de Hollywood, que no lo es; por su parte, la fiesta de los toros lleva a?os emocionando, -no todas las tardes, pero bueno-, y cada d¨ªa est¨¢ m¨¢s abandonada.

Al menos, si alg¨²n d¨ªa, m¨¢s pronto que tarde, el ministro Montoro cede ante las presiones de los c¨®micos y les baja el IVA, que no se olvide de los toros. Los aficionados tambi¨¦n pagamos impuestos y merecemos que, alguna vez, el Gobierno nos tenga en cuenta.

Mientras tanto, me desespero mientras contemplo la fiesta maravillosa del cine espa?ol y lloro como un ni?o. No me queda otra¡­