Testigo de excepci¨®n
El diplom¨¢tico Jos¨¦ Cuenca, desde su embajada en Mosc¨², narra los a?os cruciales de Mij¨¢il Gorbachov y la implosi¨®n de la URSS
La pol¨ªtica exterior espa?ola queda, casi siempre, fuera del alcance y el control de la ciudadan¨ªa. Bajo el franquismo, el Ministerio de Asuntos Exteriores se redujo al ¡°asunto exterior¡±, es decir, a la cuesti¨®n de Gibraltar. El dictador ¨²nicamente realiz¨® una visita oficial al extranjero, a Portugal, para entrevistarse con el general-presidente Antonio ?scar Fragoso de Carmona (1869-1951): las entrevistas con Hitler y Mussolini, en Hendaya y Bordighera, el 23 de octubre de 1940 y el 12 de febrero de 1941, respectivamente, no fueron consideradas ¡°visitas de Estado¡±. Aquel elocuente tr¨ªo de interlocutores dictatoriales fue s¨ªntoma elocuente del sesgado aislamiento en el que vivi¨® Espa?a bajo la dictadura.
Ya en la democracia, la lejan¨ªa entre los ciudadanos y el Parlamento, que acostumbra atender la pol¨ªtica exterior con intensidad media-baja, abisma a¨²n la distancia de las gentes de a pie hacia asuntos que conciernen a sus vidas en mucha mayor medida de lo que habitualmente se cree, como muestran los nexos pol¨ªticos, militares, comerciales de Espa?a con Europa, el Magreb, la OTAN, el Medio Oriente, Rusia, China¡ Por ello, los textos que versan sobre pol¨ªtica exterior espa?ola pueden poseer un valor a?adido, descriptivo y did¨¢ctico, que contribuya a fortalecer la conciencia democr¨¢tica ciudadana. Y si est¨¢n escritos con sabidur¨ªa, prosa clara y bella hechura, procuran no solo informaci¨®n, sino deleite y conocimientos muy ¨²tiles. Es el caso del libro De Su¨¢rez a Gorbachov (Plaza y Vald¨¦s), cuyo autor es el embajador, historiador y profesor de Derecho Internacional Jos¨¦ Cuenca, jefe de la misi¨®n diplom¨¢tica de Espa?a en la extinta Uni¨®n Sovi¨¦tica durante cinco a?os y medio (1986-1991) cruciales en la historia contempor¨¢nea.
Washington, Otawa, Mosc¨² y Atenas
El diplom¨¢tico jienense (Iznatoraf, 1935), educado en la Universidad de Sevilla, legar¨ªa a ser uno de los altos funcionarios espa?oles m¨¢s concernidos en la integraci¨®n de Espa?a en la OTAN, la alianza militar creada en 1949 para hacer frente a la desaparecida Uni¨®n Sovi¨¦tica. Precisamente, Jos¨¦ Cuenca, como jefe de misi¨®n en Mosc¨² en los a?os de la perestroika y la glasnost, asisti¨® asimismo a la implosi¨®n de la superpotencia sovi¨¦tica desde primer¨ªsima l¨ªnea, hasta el punto de haberse granjeado la amistad personal de Mijail Gorbachov, art¨ªfice de aquella profunda transformaci¨®n del tablero estatal sovi¨¦tico e internacional, quien personalmente le aleccionar¨ªa a escribir el libro que ahora ve la luz con testimonios suyos. Cuenca hab¨ªa estado previamente destinado como Primer Secretario ante Naciones Unidas, tambi¨¦n en Londres, como ministro consejero con Manuel Fraga de embajador y luego al frente de la Embajada de Espa?a en Bulgaria. Tras su estad¨ªa en Mosc¨², fue destinado como embajador en Grecia y Canad¨¢.
Cuenca desgrana los esfuerzos desplegados a partir del mandato de Adolfo Su¨¢rez por dotar a Espa?a de una pol¨ªtica exterior democr¨¢tica
El libro, que lleva por subt¨ªtulo 'testimonios y confidencias de un embajador', ha sido escrito con una jugosa expresividad, tan solo refrenada por la obligada prudencia. Sin abdicar de la discreci¨®n atribuida a los profesionales de la diplomacia, pero asumiendo el compromiso de eludir juegos de palabras e informar de lo informable por parte de un diplom¨¢tico, de manera concisa y transparente, Jos¨¦ Cuenca narra los desaf¨ªos que hubo de acometer y sortear la diplomacia espa?ola, ya en clave democr¨¢tica, para contribuir a crear y aplicar una pol¨ªtica exterior sustantiva, desde que Adolfo Su¨¢rez manejara el tim¨®n del naciente y balbuciente Estado espa?ol signado por la recuperaci¨®n de las libertades a partir de 1978. El relato prosigue y se prolonga a lo largo de la carrera del diplom¨¢tico, que se considera ¡°servidor del Estado durante los mandatos de cinco diferentes presidentes del Gobierno de Espa?a¡±, desde Su¨¢rez a Rodr¨ªguez Zapatero.
Frente a la actual concepci¨®n oficial, denominada 'marca Espa?a', dise?ada en clave de mercadotecnia y expuesta a los vaivenes mercantiles, el libro del embajador Cuenca resalta como una gesta pol¨ªtica "sin precedente" la tarea que asumieron los contados embajadores dem¨®cratas de los primeros Gobiernos constitucionales, para troquelar ante el mundo la imagen innovada de una Espa?a posdictatorial, moderna, signada por las libertades y por un anhelo estatal encaminado a situar al pa¨ªs en un ¨¢mbito internacional del cual el franquismo la hab¨ªa arrancado y del que nunca debi¨® desaparecer.
La impronta de Adolfo Su¨¢rez
El autor rompe contundentes lanzas por la pol¨ªtica exterior desplegada por Adolfo Su¨¢rez, que suministr¨® a su embajador importantes testimonios que el libro recoge. Incluye adem¨¢s revelaciones sobre asuntos de gran enjundia: las dur¨ªsimas negociaciones con el Frente Polisario para la liberaci¨®n de 38 pescadores espa?oles secuestrados en aguas saharianas; la defensa diplom¨¢tica de la espa?olidad canaria; la visita de Yasser Arafat a Madrid ¨Cla primera en la que fue recibido como cabeza de un Estado-; la invitaci¨®n de Jimmy Carter a Adolfo Su¨¢rez para recorrer el mundo ¨¢rabe y exponer all¨ª la buena nueva pol¨ªtica de Occidente; el reconocimiento de Israel; tales son algunos de los acontecimientos m¨¢s significativos del atractivo relato de Jos¨¦ Cuenca, que acoge asimismo asuntos tan desconocidos como las negociaciones sobre Gibraltar, desplegadas en Sintra, Portugal, y sobre las que revela que en abril de 1982, ¡°fue la Guerra de las Malvinas el acontecimiento que trunc¨® la posibilidad de un acuerdo definitivo e irreversible sobre la Roca¡±.
A prop¨®sito de la incorporaci¨®n de Espa?a a la OTAN, el embajador Cuenca, que no oculta un atlantismo matizadamente entusiasta, atribuye todo el supuesto m¨¦rito de aquella integraci¨®n a Leopoldo Calvo Sotelo. No obstante, se echan de menos en su libro los argumentos de quienes, desde la oposici¨®n democr¨¢tica, hubieran preferido otros medios distintos a la integraci¨®n militar en la alianza transcontinental, con m¨¢s enraizamiento en la pol¨ªtica y en la conciencia nacionales. Y ello desde el supuesto -compartido por partidarios y adversarios de la OTAN- de acabar con la autonom¨ªa pol¨ªtica respecto al poder civil que el Ej¨¦rcito espa?ol esgrim¨ªa desde que, mediado el siglo XIX -tras abandonar su impulso hasta entonces liberalizante-, adoptara un pretorianismo fuera de control civil perpetuado con las dictaduras castrenses de Miguel Primo de Rivera y Francisco Franco.
Admirador de la Transici¨®n espa?ola
La parte culminante del libro versa sobre la descomposici¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, que el autor atribuye al fracaso del plan de Mijail Gorbachov, -"admirador del modelo de transici¨®n pol¨ªtica espa?ola"- por ¡°modernizar y democratizar la URSS¡±. Aqu¨ª surge un afecto singular del autor hacia el l¨ªder ruso, quien, seg¨²n comprob¨® el diplom¨¢tico de manera directa, "se sinti¨® traicionado por algunos de sus m¨¢s cercanos leales". Resulta trepidante el relato sobre el golpe de Boris Yeltsin, las vicisitudes sobre la naciente Federaci¨®n, la atm¨®sfera que envolvi¨® la ca¨ªda del Muro berlin¨¦s¡Todo lo narrado revela un elevado grado de conocimiento que el embajador espa?ol atestigua haber obtenido de lo que acontec¨ªa en las entra?as del Kremlin, por su veteran¨ªa al frente de una duradera misi¨®n diplom¨¢tica, fertilizada por las ¡°excelentes relaciones del l¨ªder ruso con Felipe Gonz¨¢lez, entre otros dirigentes espa?oles¡±, seg¨²n acredita el embajador Cuenca.
Desde luego, su libro estar¨ªa ideol¨®gicamente m¨¢s cerca del historicismo heroificante del ingl¨¦s Thomas Carlyle que del marxiano Karl Marx, por primar en su escrito las semblanzas, los gestos y las actitudes pol¨ªticas personales por sobre las leyes que, seg¨²n el pensador de Tr¨¦veris, rigen el desenvolvimiento de la historia. Su complemento con un sustrato te¨®rico m¨¢s elaborado del que se permite arg¨¹ir a los diplom¨¢ticos, le procurar¨ªa una perfecci¨®n sin tacha. Pero el atractivo del libro resulta incuestionable. Cabe decir que el embajador Jos¨¦ Cuenca pone de manifiesto la entidad de su an¨¢lisis y de su criterio como testigo de excepci¨®n de acontecimientos de un alcance hist¨®rico evidente. Los relata de impecable manera, con vocaci¨®n confesa de despejar la ignorancia y la incertidumbre sobre graves y trascendentes asuntos, generalmente vedados a un p¨²blico que tiene derecho a conocerlos.
De Su¨¢rez a Gorbachov. Testimonios y confidencias de un embajador. Editorial Plaza y Vald¨¦s. 20 euros. Madrid 2014. Segunda edici¨®n.
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