P¨²beres angelicales desnudas de Balthus
Picasso le dijo: ¡°Eres el ¨²nico pintor de tu generaci¨®n que me interesa¡±
En la Rossini¨¨re, una casona de cincuenta habitaciones y m¨¢s de cien ventanas, situada en el cant¨®n suizo de Vaud, donde vivi¨® Balthus los ¨²ltimos a?os de su vida, se hab¨ªan hospedado tambi¨¦n V¨ªctor Hugo, Goethe y Voltaire cuando era el hotel Grand Chalet. El pintor la hab¨ªa adquirido a cambio de unos cuadros despu¨¦s de casarse en 1967 con Setsuko, una estudiante japonesa que conservaba todos los ritos de la nobleza de su antigua familia de samur¨¢is. La mansi¨®n se parec¨ªa a un templo tao¨ªsta, envuelta en el aire trasparente de los altos valles y en su interior se hallaba extasiado un silencio neum¨¢tico que se acrecentaba con el crujido de los pasos sobre el viejo entarimado, con el maullido de alguno de los treinta gatos que reinaban sobre los almohadones y a veces con el sonido de Mozart. Esta quietud religiosa permit¨ªa o¨ªr el roce del pincel de Balthus sobre el lienzo y el leve batido en el mortero con que Setsuko mezclaba los pigmentos delicadamente como una geisha.
Basculando siempre entre la pobreza y los delirios de grandeza Balthus hab¨ªa habitado tambi¨¦n el ch?teau de Chassy, de cuatro torres, destartalado, casi en ruinas, lleno de goteras, en compa?¨ªa de su sobrina adolescente Fr¨¦d¨¦rique, a la que hab¨ªa convertido en su modelo y amante. El pintor presum¨ªa del t¨ªtulo nobiliario de conde de Rola, tal vez falso, extra¨ªdo de un pasado oscuro aristocr¨¢tico heredado en Polonia de su padre Erich, cr¨ªtico de arte, pintor e investigador, amigo de los famosos artistas del momento.
Balthasar Klossowski de Rola hab¨ªa nacido el 29 de febrero del a?o bisiesto de 1908, en Par¨ªs. Tuvo una infancia feliz, rodeado de seres singulares, en un ambiente culto y refinado. Su madre, Elisabeth Dorothea Spiro, llamada Baladine, era una jud¨ªa de clase media, de la que el hijo se avergonzaba, pero fue amante de Rilke, quien se constituy¨® en el protector del muchacho y le prolog¨® una historieta sobre su gato Mitsou, que el ni?o hab¨ªa dibujado a los diez a?os. A Balthus siempre le subyug¨® la gracia esquiva de estos felinos. En uno de sus m¨¢s famosos cuadros aparece una adolescente morbosamente sentada con las piernas abiertas ense?ando las bragas y a sus pies un gato, que no es sino un trasunto del propio Balthus, da leng¨¹etazos a un plato de leche.
Este pintor gatuno y esquivo hab¨ªa conseguido enamorar a una arist¨®crata de verdad, Antoinette de Wateville, de rancia nobleza suiza. Se cas¨® con ella, tuvo dos hijos, pero la mujer lo abandon¨® escandalizada al verse desnuda en los cuadros en casa de los amigos. Este falso arist¨®crata con aires de vampiro solitario, elegante, orgulloso y lun¨¢tico estaba obsesionado en pintar la ang¨¦lica inocencia de las ni?as desnudas, que parec¨ªan so?ar con los ojos abiertos y captarlas en el punto culminante anterior a la masturbaci¨®n. Balthus trataba de imitar a Lewis Carroll, que hab¨ªa sabido extraer el secreto profundo y primitivo, inocente y desconocido, la esencia del ¨¢ngel, del alma de las ni?as. Contra los ataques que le acusaban de saciarse con el erotismo de esas adolescentes desnudas afirmaba que pretend¨ªa justamente lo contrario, rodearlas de un aura de silencio y de profundidad, creando un v¨¦rtigo a su alrededor. Por eso las consideraba ¨¢ngeles, seres llegados de fuera, del cielo, de un ideal, de un lugar que se entreabr¨ªa de repente, atravesaba el tiempo y dejaba su huella imantada en el aire.
Breve biograf¨ªa
Nace en Par¨ªs el 29 de febrero de 1908, hijo de un historiador de arte,Erich Klossowski, y Elisabeth Dorothea Spiro.
Adem¨¢s de sus cuadros, pint¨® para teatro: Albert Camus le pidi¨® que dise?ara los decorados y el vestuario para su obra L'?tat de si¨¨ge.
En 1964 se mud¨® a Roma, en donde presidi¨® la Academia francesa y se hizo amigo de Federico Fellini.
Ha sido el ¨²nico artista con vida que ten¨ªa obras en el Louvre.
Falleci¨® el 18 de febrero de 2001 en Rossini¨¨re (Suiza).
¡°Solo una vez pint¨¦ un cuadro a modo de provocaci¨®n. En 1934 expuse en la galer¨ªa Pierre Loeb, entre bastidores, La lecci¨®n de guitarra, que se consider¨® demasiado atrevida en una ¨¦poca de provocaciones cubistas y surrealistas¡±. Se trata de una escena l¨¦sbica muy t¨®rrida entre dos adolescentes en la que ambas se percuten el sexo como si se tratara de las cuerdas de un instrumento musical. Por mucho que Balthus afirmara que solo buscaba extraerles la dulzura del alma, el cuadro caus¨® un gran esc¨¢ndalo en un tiempo en que lo elegante era no sorprenderse de nada. Aun hoy est¨¢ vetado en muchas exposiciones.
Andr¨¦ Malraux le encarg¨® la restauraci¨®n y direcci¨®n de Villa M¨¦dicis, la casa de la cultura de Francia en Roma. Balthus abandon¨® el castillo destartalado de Chassy, se llev¨® consigo a Fr¨¦d¨¦rique y se pase¨® con ella por toda Italia. Encontr¨® otra residencia fastuosa cerca de Viterbo llamada Castello di Monte Savello, vivieron all¨ª un tiempo hasta que Fr¨¦d¨¦rique lo abandon¨® al quedar embarazada por uno de los becarios residentes de Villa M¨¦dicis.
Picasso le dijo un d¨ªa: ¡°Eres el ¨²nico pintor de tu generaci¨®n que me interesa. Los dem¨¢s quieren ser como Picasso. T¨² no¡±. Balthus solo estaba interesado en descubrir el secreto de la pintura en Poussin, en Masaccio, en Piero della Francesca, en Courbet. Aunque era amigo de Giacometti, de Bonnard y de Dora Maar, hab¨ªa rodeado su vida de un misterio enclaustrado.
Lleg¨® a la vejez alto y flaco. Y al final mientras la condesa Setsuko, vestida con kimono, ejerc¨ªa la ceremonia del t¨¦ a madia tarde frente a la alta monta?a como una geisha en la mansi¨®n de la Rossini¨¨re, las adolescentes que hab¨ªan pasado por sus cuadros, Michelina, Katia, Natalie de Noailles, Anna, Sabine y Fr¨¦d¨¦rique puede que le perturbaran la memoria, tal vez de forma diab¨®lica. La profundidad de su obra est¨¢ fuera de dudas, pero se trata de saber si Balthus era en realidad un m¨ªstico o un ped¨®filo, un Pr¨ªncipe de las Tinieblas o un pintor religioso, un conde Dr¨¢cula que beb¨ªa en los cuellos de las ni?as angelicales o un artista que pintaba aquellos cuerpos p¨²beres desnudos a modo de una oraci¨®n que le llevaba a Dios a trav¨¦s de su belleza.
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