¡®Los dos hermanos¡¯ de Picasso ya cuelga en el Prado
El lienzo forma parte de los 10 del Kunstmuseum de Basilea prestados por el museo suizo
Los dos hermanos (1906), el espectacular lienzo de Picasso de su etapa rosa pintado en G¨®sol (Lleida) ya se encuentra instalado en la galer¨ªa central del Museo del Prado. Es el primero de los 10 que integran la peque?a antol¨®gica que el artista espa?ol protagonizar¨¢ en el Prado a partir del 17 de marzo. Entre obras maestras de gran formato de Tiziano, Rubens, Carracci o Goya, las dos figuras dialogan con toda naturalidad con los grandes maestros antiguos. No es la primera vez que una obra de Picasso, que fue director de la pinacoteca desde Par¨ªs durante la Guerra Civil y visitante habitual en sus a?os de juventud, cuelga en el museo, pero s¨ª es la primera vez en la que se ha podido reunir cuadros esenciales de sus diferentes etapas.
La presentaci¨®n de Los dos hermanos supone el pistoletazo de salida de las dos grandes exposiciones que gracias al pr¨¦stamo del Kunstmuseum de Basilea se podr¨¢n ver en el Reina Sof¨ªa (170 obras del XIX y XX) y en el Prado. Este acto ha contado con el a?adido de la firma de un convenio con la Comunidad de Madrid por el que el Gobierno aut¨®nomo colabora con 150.000 euros para cada una de las exposiciones.
Pero lo importante en el museo ha sido la llegada de los cuadros de Picasso. Apoyadas sobre grandes paneles blancos, las obras de Picasso ocupar¨¢n el centro de la galer¨ªa. Adem¨¢s de Los dos hermanos, estar¨¢n Hombre mujer y ni?o; Panes y frutero con fruta sobre una mesa; El aficionado, Mujer con guitarra, Arlequ¨ªn sentado, Mujer con sombrero sentada en el sill¨®n, Muchachas a la orilla del Sena seg¨²n Courbet; Venus y Amor y La pareja.
La historia de Los dos hermanos (1906) est¨¢ ligada a Arlequ¨ªn sentado (1923) en una de las an¨¦cdotas que mejor ilustran el amor de los suizos por el artista espa?ol. Ambas telas fueron depositadas en el Kunstmuseum por el coleccionista Rudolf Staechelin, pero esos dep¨®sitos se hicieron en calidad de pr¨¦stamo, no de donaci¨®n. De manera que en un momento de dificultades econ¨®micas, Staechelin decidi¨® ponerlas en venta. Pero los vecinos de Basilea, que consideraban ambas obras como parte de su vida, organizaron un refer¨¦ndum para que el Ayuntamiento las comprara. Como es conocido, el s¨ª gan¨® por mayor¨ªa y las dos telas fueron adquiridas por 8,5 millones de francos suizos. Seis los puso el consistorio y el resto fueron aportaciones de entidades privadas. Cuando Picasso se enter¨® de lo ocurrido, decidi¨® regalar a la comunidad nada menos que cuatro cuadros. Tres de ellos se podr¨¢n ver tambi¨¦n en el Prado: Hombre, mujer y ni?o (1906), Venus y amor (1967) y La pareja (1967).
Tanto Miguel Zugaza, director del museo, como Gabriele Finaldi, director adjunto, celebran la vuelta del artista espa?ol a la pinacoteca. La elecci¨®n ha sido hecha por los responsables del museo suizo y los del Prado. "Tienen muchos y de todas las etapas. Estos son muy especiales por su belleza y porque marcan etapas en su carrera. No han salido de Suiza casi nunca", ha explicado Finaldi. Zugaza se?ala que al contemplar estos cuadros de Picasso junto a los maestros antiguos se comprueba que su formaci¨®n fue totalmente acad¨¦mica. "Hab¨ªa estudiado a fondo a quienes le precedieron. En ese sentido era acad¨¦mico. Y a partir de su profundo conocimiento, le dio la vuelta al concepto de pintura".
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