Hist¨®rica puerta grande del novillero peruano Roca Rey en Las Ventas
Fue atendido en la enfermer¨ªa de tres cornadas de pron¨®stico reservado
El novillero peruano Andr¨¦s Roca Rey hizo historia ayer en Las Ventas al abrir la puerta grande en la tarde de su presentaci¨®n en Madrid tras una gran actuaci¨®n que le permiti¨® cortar una oreja de cada novillo de su lote.
Tras el ba?o de gloria, el torero regres¨® al interior de la plaza para ser operado en la enfermer¨ªa de tres cornadas de pron¨®stico reservado. El parte m¨¦dico recoge que el joven espada lime?o sufre ¡®una cornada de 5 cent¨ªmetros en cara posterior, tercio medio del muslo derecho, que afecta aponeurosis de m¨²sculos isquiotibiales; otra de 3 cent¨ªmetros en tercio superior, cara externa de pierna izquierda, que afecta piel y tejido celular subcut¨¢neo; y una tercera que produce desgarro en escroto y pene'. Tambi¨¦n ha sido atendido de ¡®contusiones y erosiones m¨²ltiples¡¯. Tras la intervenci¨®n, el novillero fue trasladado al hospital San Francisco de As¨ªs de la capital de Espa?a.
Con un tercio de entrada, se lidiaron cinco novillos de La Ventana del Puerto, muy bien presentados, hondos, serios y astifinos, de los que sobresali¨® el encastado tercero y el enclasado cuarto. El sexto fue un sobrero de Jos¨¦ Mar¨ªa L¨®pez, manejable.
El resultado art¨ªstico fue el siguiente: Tom¨¢s Angulo: estocada (ovaci¨®n), y estocada ca¨ªda (vuelta al ruedo). David de Miranda: estocada baja (ovaci¨®n), y pinchazo y bajonazo (palmas). Andr¨¦s Roca Rey: estocada baja con derrame (oreja), y media atravesada (oreja tras aviso).
El joven lime?o, de 19 a?os, conjug¨® valor, raza, coraz¨®n y muy buenas condiciones art¨ªsticas, que le han llevado a conquistar a los exigentes tendidos vente?os, que desde aquel "portazo" de Conchi R¨ªos en 2011 no ve¨ªan a un novillero salir en volandas por el umbral que desemboca en la madrile?a calle de Alcal¨¢.
El triunfo empez¨® a fraguarse en la variedad con la que manej¨® el percal en su primero, al que inici¨® faena con tres pendulazos sin enmendarse en el centro del platillo. Pero lo mejor, aparte de este incuestionable valor, fue el sentido del temple, el concepto tan fino que atesora y los terrenos que pisa, lo que hizo que firmara momentos de notable entidad sobre la mano derecha.
El novillo tuvo la emoci¨®n de la casta, lo que, lejos de amilanar al debutante, propici¨® que sacara a relucir un aplomo, una seguridad y una suficiencia poco usuales en un torero tan nuevo, para acabar mandando y dome?ando las exigentes embestidas del de La Ventana del Puerto, que lleg¨® a lanzarle por los aires de forma muy aparatosa. Pr¨¢cticamente sin mirarse, volvi¨® a la carga Roca Rey con m¨¢s raza si cabe, plantando batalla a base de coraje y coraz¨®n. Un ramillete de ajustadas manoletinas fue perfecto corolario a una emocionante labor, premiada con una oreja de ley.
Redonde¨® el triunfo Roca Rey con el sobrero de Jos¨¦ Mar¨ªa L¨®pez que hizo sexto, un novillo que se movi¨® con buen aire, y al que cuaj¨® una faena maciza y asentada, toreando ligado, despacio, por abajo y muy ajustado, tanto que lleg¨® a sufrir otros dos volteretones de ¨®rdago, sobre todo el segundo, prendi¨¦ndole el utrero de muy feas formas por la entrepierna.
Pero como hiciera anteriormente, se levant¨® sin miramientos, y aunque ya se le ve¨ªa visiblemente mermado, no volvi¨® la cara a la oportunidad de su vida, y sigui¨® toreando con la misma quietud, la misma verdad y la misma entrega del principio.
La media estocada final fue suficiente para que los tendidos estallaran de contento en demanda del trofeo que le permiti¨® salir a hombros, antes de regresar al interior de la plaza para pasar a la enfermer¨ªa.
El primer espada, Tom¨¢s Angulo, hizo una apuesta sincera con el barrab¨¢s que abri¨® plaza, un novillo sin fijeza en las telas, midiendo siempre al torero, acometiendo con brusquedad y acost¨¢ndose por el derecho. No val¨ªan dudas, ni mucho menos precauciones, pues a la m¨ªnima pod¨ªa llegar una voltereta que, ya en las postrimer¨ªas, sufri¨® el novillero, que trat¨® siempre de llevarlo muy tapado para trazar pases de m¨¦rito dentro de una labor valiente y sincera.
El cuarto fue todo lo contrario, un animal que se desplaz¨® pronto, humillado, con repetici¨®n y duraci¨®n. Angulo tore¨® con gusto en varias tandas por uno y otro pit¨®n en la que la despaciosidad, la largura y el gusto en los remates fueron los aderezos de una faena de buen nivel.
El otro debutante de la tarde, el onubense David de Miranda, dej¨® patente desde el primer momento el valor sin concesiones que atesora en un quite por tafalleras y en un inicio de faena por estatuarios en los medios. La pena fue que no pudo dar continuidad a tan buenas aptitudes en lo art¨ªstico frente a su primero, novillo desclasado y pegajoso, que embisti¨® rebrincado y sin terminar de pasar.
En el quinto dej¨® alguna pincelada de la elegancia con la que pretende hacer el toreo De Miranda, pero no fueron m¨¢s que detalles aislados pues el novillo, renqueante de los cuartos traseros, no aport¨® lo suficiente.
Empate de orejas en Zaragoza
Los novilleros Gin¨¦s Mar¨ªn y Jonathan Varea cortaron una oreja cada uno en el mano a mano que mantuvieron en Zaragoza, con el que dio comienzo la Feria de San Jorge.
Con un tercio de entrada, se lidiaron tres novillos -primero, segundo (sobrero) y quinto- de Fuente Ymbro y otros tantos -tercero, cuarto y sexto- de Garcigrande, de desiguales hechuras y de comportamiento tambi¨¦n variado.
Gin¨¦s Mar¨ªn, silencio, oreja tras aviso y vuelta al ruedo, Varea, oreja tras aviso, ovaci¨®n tras aviso y vuelta al ruedo.
Mar¨ªn sorte¨® tres animales de distinta condici¨®n, pero con los que dio la talla m¨¢s que de sobra. Su primero tuvo pocas fuerzas, y el joven gaditano anduvo en labores de enfermero. Lo mejor de su actuaci¨®n lleg¨® en el tercero, al que cuaj¨® en una labor de notable entidad. Pudo haber redondeado el triunfo Mar¨ªn con el quinto si llega a matarlo, pero la faena, argumentada tambi¨¦n en la serenidad y en la pl¨¢stica en las formas, se diluy¨® por el feo metisaca con el que despen¨® al astado.
Varea fue el primero en tocar pelo, en su primero, un sobrero de Fuente Ymbro al que condujo con temple y muy buen son en la muleta. Al cuarto lo tore¨® con gusto y cierta parsimonia, pero perdi¨® el triunfo por sus reiterados fallos a espadas. El que cerr¨® plaza fue un animal de poca raza y menos fuerzas, con el que Varea solo pudo estar voluntarioso.
Por su parte, los novilleros Juan Luis Ambel Posada de Maravillas y Juan Carlos Carballo salieron a hombros de la plaza de toros de C¨¢ceres, donde el otro alternante, Alejandro Ferm¨ªn, pase¨® tambi¨¦n un ap¨¦ndice.
Con tres cuartos de entrada, se lidiaron seis novillos de Jos¨¦ Luis Marca, terciados y manejables. Juan Luis Ambel Posada de Maravillas, dos orejas y vuelta al ruedo. Alejandro Ferm¨ªn, ovaci¨®n y oreja, y Juan Carlos Carballo, oreja y oreja.
Babelia
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